Sobre cómo salirse del centro y trabajar más en uno mismo.
Teníamos una mesa de ping-pong, porque parecía que iba por ahí; eso ayudó a generar buena onda con la gente, pero una vez un chico de staff dijo: me parece que con esta estrategia de la buena onda nos vamos a fundir. Y bueno, después de eso empezamos a leer.
Civic House es un espacio de colaboración para proyectos de innovación social, que usa la tecnología como herramienta para amplificar el impacto de los proyectos y organizar nuevas formas de acción ciudadana.
El concepto nace de Res Non Verba, un trabajo de más de 15 años que impulsó propuestas como Change.org o DonarOnline.
Hoy, se definen como un espacio sostenible, colaborativo y dinámico; que combina el soporte administrativo, contable y legal con la experiencia en planificación y generación de redes.
Pero a nosotros, Civic House nos recuerda lo importante que es salirse del centro, y abrir espacios para otros propósitos.
En este episodio le preguntamos a Mario, co-fundador y CEO de la organización, cómo retener a nuestros equipos, por qué el trabajo personal importa, y por qué cultura es más que una mesa de ping-pong.
Los mejores momentos:
Tomás: ¿Cómo fue el primer año en Civic House?
Mario: Aprendí mucho, porque aunque tenía una idea de cómo quería liderar, no tenía herramientas para hacerlo bien; y me di muchos golpes, no supe manejar muchas situaciones. Como era un equipo chico, con buena onda, pensaba que con eso de ‘vamos a tomar unas cervezas’ el trabajo estaba; pero después no se sostenía, en los primeros años había una rotación muy grande, nadie estaba más de un año.
Tomás: ¿Cómo fue el cambio?
Mario: Teníamos una mesa de ping-pong, porque parecía que iba por ahí, había que tener la mesa de ping-pong; eso ayudó a generar buena onda con la gente, pero una vez un chico de staff dijo: me parece que con esta estrategia de la buena onda nos vamos a fundir. Y bueno, después de eso empezamos a leer. Hubo un clic cuando hicimos un curso de introducción a Scrum para todo el equipo; y fue un antes y un después, sobre todo en lo personal, porque cuando empezás a leer te das cuenta de que el problema muchas veces es uno, y eso me llevó a hacer un montón de trabajo personal.
Tomás: ¿Por qué nos damos cuenta tan tarde de la importancia del trabajo personal para manejar equipos?
Mario: Creo que el problema es el ego, que no te deja darte cuenta de que muchas veces el problema es uno; o que la solución es más simple, es aflojar un poco, darse cuenta de las limitaciones que tenemos. Y entender eso es difícil, por lo menos para la gente de nuestra generación. Pienso que la nueva generación es diferente, tiene otra educación. Pero recomiendo encontrar espacio y tiempo para entender quién es uno y por qué.
Tomás: ¿Qué fue lo que más te ayudó en esa transformación?
Mario: Entender que lo que estábamos construyendo era algo colectivo; esto de abrir, de salirse del centro, y darse cuenta de que si no podes abrir espacios, en el largo plazo te quedas solo. Yo tuve la suerte de estar muy acompañado, y de haber tomado decisiones que hicieron que otras personas se quedaran.
Tomás: Imagino que esa narrativa fue cambiando, fue algo que fueron trabajando en equipo. ¿Cómo fue ese recorrido?
Mario: Un día llegué a un libro de Daniel Pink, Drive, que dice que hay tres cosas que hacen que nos sintamos motivados: una, tener un propósito. Después, darle la oportunidad al equipo de ser buenos en algo, de que puedan decir: yo hice esto. Por ej
Información
- Programa
- Publicado14 de febrero de 2020, 17:20 UTC
- Duración59 min
- Episodio13
- ClasificaciónApto