52 Min.

Heridas de la infancia y sus repercusiones en la vida adulta FAMILIAS SANAS CECOFAM

    • Mentale Gesundheit

Es siempre nuestra percepción o nuestra interpretación de los hechos lo que causa nuestro sufrimiento, no lo que otra persona sea o haga. En este nuevo episodio las psicólogas Claudia Navarrete y Azalia Suástegui abordarán el tema: Heridas de la infancia y sus repercusiones en la vida adulta. 

Empezaremos definiendo ¿Qué es una herida emocional?, es una desconexión desadaptativa donde se pierde el control de nuestros actos, pensamientos y sentimientos según recordamos, vemos o vivimos sucesos similares a los que provocaron nuestras cicatrices.

Tipos de heridas y sus máscaras

El ego nos juega una mala pasada haciéndonos creer que no sufrimos heridas y está convencido de que si las niegas nos harán menos daño.


HERIDA DE RECHAZO.

Se genera desde que el bebé no es deseado, o el sexo contrario al deseado, dificultad a la hora del embarazo, y todo lo que genera una falta de aceptación al niño (a). Su máscara es el adulto huidizo: Tiene la tendencia a huir fácilmente de su mundo, prefiere no apegarse a las cosas materiales, se pregunta qué hace en este planeta, le es difícil creer que aquí podría ser feliz. Son perfeccionista.


HERIDA DE ABANDONO

Se genera con la llega de un nuevo bebé, cuando los padres trabajan y tienen poco tiempo para él, cuando lo dejan con distintas personas o lugares. Su máscara es el adulto dependiente: La herida de abandono se vive con el progenitor del sexo opuesto, la persona que sufre abandono también suele sufrir rechazo, cuando un progenitor se rechaza a sí mismo y tiene un hijo de su mismo sexo.


HERIDA DE HUMILLACIÓN

Se genera en el momento que el niño siente que sus padres se avergüenzan, ser hijo de una madre soltera o hijo de un hombre casado. O cuando el niño se siente rebajado, degradado, comparado, mortificado o avergonzado en el plano físico. Su máscara es el adulto masoquista: Cuando una persona no está orgullosa de sí misma, por lo general está avergonzada de ella misma, se acusa y tiende a querer ocultarse, se siente mal educada.


HERIDA DE TRAICIÓN

Cuando el apego al progenitor del sexo opuesto es demasiado grande, cuando el niño se siente engañado o manipulado mediante la seducción de sus padres, cuando el progenitor del sexo opuesto no cumplía sus promesas. Su máscara es el adulto controlador: Mientras más importante sea la herida de traición, más significará que traiciona a los demás o que te traicionas a ti mismo al no confiar.


HERIDA DE INJUSTICIA

Cuando los padres no saben expresarle su cariño, tienen un padre autoritario. Cuando vive críticas, severidad e intolerancia. Cuando el padre o madre eran injustos, golpeaban, maltrataban, el niño tuvo responsabilidades que no correspondían a su edad. Su máscara es el adulto rígido: No se siente apreciado o respetado en su justo valor, vive la herida sobre todo con el progenitor de su mismo sexo.

Te compartimos la Píldora de sanación emocional, la cual consiste en recomendaciones y/o ejercicios

1. La primera etapa para sanar es el reconocimiento de la herida y su aceptación.

2. Renunciar al victimismo.

3. Las heridas no pueden sanarse más que con un perdón verdadero a nosotros y a nuestros padres.

4. Encontraremos que nuestros padres lo vivieron también y se repite una y otra vez.

Rechazo: Reconocer tus capacidades y valorarlas.

Abandono: Buscar independencia, emocional, económica y espiritual.

Humillación: Reconocer los valores propios y familiares. 

Traición: Permitirse ser vulnerable, llorar más.

Injusticia: Tener o hacer cosas que te hagan sentir bien sin culpa.

Es siempre nuestra percepción o nuestra interpretación de los hechos lo que causa nuestro sufrimiento, no lo que otra persona sea o haga. En este nuevo episodio las psicólogas Claudia Navarrete y Azalia Suástegui abordarán el tema: Heridas de la infancia y sus repercusiones en la vida adulta. 

Empezaremos definiendo ¿Qué es una herida emocional?, es una desconexión desadaptativa donde se pierde el control de nuestros actos, pensamientos y sentimientos según recordamos, vemos o vivimos sucesos similares a los que provocaron nuestras cicatrices.

Tipos de heridas y sus máscaras

El ego nos juega una mala pasada haciéndonos creer que no sufrimos heridas y está convencido de que si las niegas nos harán menos daño.


HERIDA DE RECHAZO.

Se genera desde que el bebé no es deseado, o el sexo contrario al deseado, dificultad a la hora del embarazo, y todo lo que genera una falta de aceptación al niño (a). Su máscara es el adulto huidizo: Tiene la tendencia a huir fácilmente de su mundo, prefiere no apegarse a las cosas materiales, se pregunta qué hace en este planeta, le es difícil creer que aquí podría ser feliz. Son perfeccionista.


HERIDA DE ABANDONO

Se genera con la llega de un nuevo bebé, cuando los padres trabajan y tienen poco tiempo para él, cuando lo dejan con distintas personas o lugares. Su máscara es el adulto dependiente: La herida de abandono se vive con el progenitor del sexo opuesto, la persona que sufre abandono también suele sufrir rechazo, cuando un progenitor se rechaza a sí mismo y tiene un hijo de su mismo sexo.


HERIDA DE HUMILLACIÓN

Se genera en el momento que el niño siente que sus padres se avergüenzan, ser hijo de una madre soltera o hijo de un hombre casado. O cuando el niño se siente rebajado, degradado, comparado, mortificado o avergonzado en el plano físico. Su máscara es el adulto masoquista: Cuando una persona no está orgullosa de sí misma, por lo general está avergonzada de ella misma, se acusa y tiende a querer ocultarse, se siente mal educada.


HERIDA DE TRAICIÓN

Cuando el apego al progenitor del sexo opuesto es demasiado grande, cuando el niño se siente engañado o manipulado mediante la seducción de sus padres, cuando el progenitor del sexo opuesto no cumplía sus promesas. Su máscara es el adulto controlador: Mientras más importante sea la herida de traición, más significará que traiciona a los demás o que te traicionas a ti mismo al no confiar.


HERIDA DE INJUSTICIA

Cuando los padres no saben expresarle su cariño, tienen un padre autoritario. Cuando vive críticas, severidad e intolerancia. Cuando el padre o madre eran injustos, golpeaban, maltrataban, el niño tuvo responsabilidades que no correspondían a su edad. Su máscara es el adulto rígido: No se siente apreciado o respetado en su justo valor, vive la herida sobre todo con el progenitor de su mismo sexo.

Te compartimos la Píldora de sanación emocional, la cual consiste en recomendaciones y/o ejercicios

1. La primera etapa para sanar es el reconocimiento de la herida y su aceptación.

2. Renunciar al victimismo.

3. Las heridas no pueden sanarse más que con un perdón verdadero a nosotros y a nuestros padres.

4. Encontraremos que nuestros padres lo vivieron también y se repite una y otra vez.

Rechazo: Reconocer tus capacidades y valorarlas.

Abandono: Buscar independencia, emocional, económica y espiritual.

Humillación: Reconocer los valores propios y familiares. 

Traición: Permitirse ser vulnerable, llorar más.

Injusticia: Tener o hacer cosas que te hagan sentir bien sin culpa.

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