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Las Relaciones y La Humildad Un Minuto Con Dios - Dr. Rolando D. Aguirre

    • Spirituality

“El orgullo destruye las relaciones, pero la humildad es el antídoto del orgullo”. La humildad construye relaciones. El problema con el orgullo es que nos engaña: todos los demás pueden verlo en nosotros, menos nosotros mismos. El orgullo se manifiesta de diversas maneras, como la crítica, la competencia, la obstinación y la superficialidad. Pero ¿cómo podemos crecer en humildad? Esto solo sucede al permitir que Jesucristo comience a controlar nuestros pensamientos, corazones, actitudes y reacciones. Él debe ser parte de este proceso.

Pero ¿cómo te conviertes en una nueva persona? ¿Cómo empiezas a pensar de una manera diferente? La ley básica de las relaciones es esta: “Tú tiendes a ser como las personas con las que pasas tiempo”. Si pasas tiempo con gente gruñona, te vuelves más gruñón. Si pasas tiempo con gente feliz, te vuelves más feliz. Si quieres tener más humildad, pasa tiempo con Jesucristo. Él es humilde y desea una relación contigo. Quiere que pases tiempo con Él en oración, leyendo Su Palabra y hablándole. A medida que lo conozcas, te volverás más como Él.

Cuando pasas tiempo con Jesús, te vuelves más humilde y eso fortalecerá todas tus relaciones. Reflexiona sobre qué necesitas cambiar en la forma en que piensas sobre otras personas para que coincida con la perspectiva de Jesús. La Biblia dice en 1 Pedro 3:8, “Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde” (NTV).

“El orgullo destruye las relaciones, pero la humildad es el antídoto del orgullo”. La humildad construye relaciones. El problema con el orgullo es que nos engaña: todos los demás pueden verlo en nosotros, menos nosotros mismos. El orgullo se manifiesta de diversas maneras, como la crítica, la competencia, la obstinación y la superficialidad. Pero ¿cómo podemos crecer en humildad? Esto solo sucede al permitir que Jesucristo comience a controlar nuestros pensamientos, corazones, actitudes y reacciones. Él debe ser parte de este proceso.

Pero ¿cómo te conviertes en una nueva persona? ¿Cómo empiezas a pensar de una manera diferente? La ley básica de las relaciones es esta: “Tú tiendes a ser como las personas con las que pasas tiempo”. Si pasas tiempo con gente gruñona, te vuelves más gruñón. Si pasas tiempo con gente feliz, te vuelves más feliz. Si quieres tener más humildad, pasa tiempo con Jesucristo. Él es humilde y desea una relación contigo. Quiere que pases tiempo con Él en oración, leyendo Su Palabra y hablándole. A medida que lo conozcas, te volverás más como Él.

Cuando pasas tiempo con Jesús, te vuelves más humilde y eso fortalecerá todas tus relaciones. Reflexiona sobre qué necesitas cambiar en la forma en que piensas sobre otras personas para que coincida con la perspectiva de Jesús. La Biblia dice en 1 Pedro 3:8, “Por último, todos deben ser de un mismo parecer. Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde” (NTV).

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