"Desconectadxs‪"‬ Milagros Daniela Baumann

Al vernos vistos
abrumados por la cantidad de tareas que teníamos que hacer tanto domesticas como
educativas, llegamos al punto tal de tener que hacer un balance entre seguir cursando
todas las materias o priorizar nuestra salud mental, psíquica y emocional.

El tener que solapar las tareas del hogar
que hacemos cotidianamente con las tareas que nos demandaban las clases virtuales.
Que la línea que dividía las tareas del hogar con las tareas que teníamos de la
universidad (trabajos prácticos, lecturas de textos, etc.) se había ido perdiendo y lejos
del dicho que se decía "trabajar desde la casa es más fácil" se nos duplicaba el trabajo
y nos cansábamos más.

El primer
desafío en cuanto a lo educación virtual, la pandemia dejó a la luz lo oxidado
que está hoy en día este modelo que fue pensado para pocos, el cual hizo que
se sacudiera todo lo que habíamos imaginado hasta la fecha. Esto se vio
agravado por la falta de políticas de acompañamiento a nivel nacional para
poder sostener la cursada.
Muchos compañeros/as tuvieron que invertir capital económico para poder conectarse
a las clases virtuales y otros directamente abandonaron.
A partir de esto, nosotrxs entre compañerxs hemos visto como esencial la escucha
mutua y compañerismo para poder hacerle frente a esta pandemia y a la cursada y de
esta manera lograr que sean menos compañeros/as los que dejarán de cursar.