Pensando en voz alta shailyn ortiz

Bienvenidos a este capítulo de “Pensando en voz alta”.

En el capítulo de hoy estaré compartiendo mi opinión de hacia dónde debería enfocarse a la educación.

Anoche estuve hablando en un grupo sobre la educación de los politécnicos, mi propuesta principal es que en los politécnicos deberían impartirse materias de pensamiento creativo.

Con esto no propongo un cambio de carreras, propongo una extensión del currículum en el cual se fomente al estudiante a ocupar su mente, a desarrollar ideas creativas que pudiesen aportar a la sociedad, materias que fomenten el pensamiento.

Que cada estudiante que salga de dichos politécnicos no sea sólo un empleado más, sino una persona capaz de aportar ideas.

Ejemplo de esto podrían ser que un estudiante de contabilidad se les solicite en dicha materia encontrar un modelo que permita realizar los cálculos de la empresa de manera más rápida, más óptima, más eficiente en general. Que se le pidiese a los estudiantes de enfermería investigar qué medicamentos y tratamientos están siendo utilizados en otras países que podrían ser utilizados en nuestra isla y que se le pidiese a los estudiantes de informática analizar los problemas sociales y crear sistemas que puedan facilitar la resolución de dichos problemas o que hubiesen cambiado la manera en la que se desarrollaron.

Voy aún más lejos; que a los estudiantes se les asignen proyectos en los cuales deban desarrollar desde cero y entregar un prototipo. De esta manera, cuando lleguen a empresas que valoren esa creatividad,

esa capacidad de pensar fuera de la caja, puedan crecer, no solo limitarse meramente a completar las tareas que se les asignan, sino que estén dispuestos a hacer más, a crecer, a ser un recurso valioso de la empresa e incluso eventualmente crear ellos sus propias oportunidades de negocio, generando de esta manera más empleos.

Eso ha sido todo por hoy. Déjenme saber qué les ha parecido.

Hasta la próxima.