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Lo cargas o te elevas Palabras de Vida Eterna

    • Religion & Spirituality

[Mira la versión web]

Cuenta una antigua leyenda que cuando Dios creó la paloma, la había creado sin alas, así que la paloma en el primer día de su vida se la tenia que pasar escapando de todos los depredadores que la perseguían, primero fueron los gatos, y cuando creyó estar a salvo, comenzaron los perros, y luego otro tipo de fieras.

Por fin cansada de escapar, se dirige al Padre Creador, y le dice:

Soberano del Universo, tu creación es fantástica y hermosa, pero yo ya no puedo más, ya todo el día me persiguen, y debo escapar para salvar mi vida y casi no puedo buscar mi alimento.

Entonces Dios le creó a la paloma un par de alas, así la paloma se va de delante de Dios y vuelve a su vida diaria.
Al otro día se acerca nuevamente delante de Dios y le dice:

Señor mío, si hasta ayer me era difícil mantenerme con vida y escapar, hoy me es imposible, debo correr todo el día y además llevar esta pesada carga sobre mis hombros.

Entonces Dios le respondió:

Pequeña mía, esas alas que te di, no son para cargarlas sino para extenderlas, elevarte y alcanzar las alturas más sublimes.

Y así fue como Dios le enseñó a volar.

Una leyenda muy curiosa, ¿verdad? Pero, de la misma manera es cómo funcionan la Torá y los mandamientos de Dios. Él nos creó y sabe lo que somos, como somos, el potencial que nos dio, y sobre todo lo que necesitamos.

Por eso con una humanidad vulnerable a caer, a ser devorado por nuestra naturaleza carnal, y alejarnos del propósito para la cuál nos creó; Dios nos dio sus mandamientos, para entender su corazón, y lo que quiere para nosotros, ser guiados, instruidos y elevados a áreas que nosotros solos no podríamos llegar.
Lo triste es que muchos ven los mandamientos, al igual que la paloma veía inicialmente a sus alas, como una pesada carga.

Cuando sus mandamientos dicen que ese corazón tan pequeño, pero tan vital, sea dirigido a amar a su creador, y lo hagas también con tu mente y con tus fuerzas, no es porque quiere ponerte una pesada carga. Él es tu origen, y todo lo que necesitas.

Cuando sus mandamientos te dicen te acuerdes de su Shabat para santificarlo, y que el nombre de Dios es Santo y así debes tratarlo, no es porque quiere ponerte una pesada carga. Es que quiere que la naturaleza humana y cansada conozca el reposo que da y en ese reposo conocer la naturaleza santa de Él en su nombre.

Cuando sus mandamientos te dicen que debes dar honra a tus padres, no es porque quiere ponerte una pesada carga, sino que quiere enseñarte de manera practica y tangible la relación padre-hijo como la de creador-creación y la honra que esto merece, y con esto disfrutar de del beneficio de alargar tus días en la tierra.

Cuando sus mandamientos digan cosas tan grandes como que no cometas homicidio, adulterio, hurto, mentiras, codicias. O quizás cosas aparentemente más pequeñas como que mezclas debes evitar al vestirte, o alimentos al ingerir, de como tratar a tus hijos, a un extranjero, o incluso a un empleado, definitivamente no es para ponerte una carga pesada. Sino para elevarte como ser humano, ser mejor persona, no ser esclavo de lo material, ser más diestro en la bondad, misericordia, justicia y sabiduría. Pero sobre todo nos indican la salvación, no nos dan la salvación, sino que nos muestran a Yeshua el Mesías, la misma ley encarnada y cumplida para salvación.

Así que la próxima vez que veas a la Torá, no la veas como una carga para ti, sino como tus alas para elevarte a donde Dios quiere que estés.

De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno (Ro. 7:12)

¡Así que, ponlas en ti y elévate!
Que tengas una buena semana.

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Cuenta una antigua leyenda que cuando Dios creó la paloma, la había creado sin alas, así que la paloma en el primer día de su vida se la tenia que pasar escapando de todos los depredadores que la perseguían, primero fueron los gatos, y cuando creyó estar a salvo, comenzaron los perros, y luego otro tipo de fieras.

Por fin cansada de escapar, se dirige al Padre Creador, y le dice:

Soberano del Universo, tu creación es fantástica y hermosa, pero yo ya no puedo más, ya todo el día me persiguen, y debo escapar para salvar mi vida y casi no puedo buscar mi alimento.

Entonces Dios le creó a la paloma un par de alas, así la paloma se va de delante de Dios y vuelve a su vida diaria.
Al otro día se acerca nuevamente delante de Dios y le dice:

Señor mío, si hasta ayer me era difícil mantenerme con vida y escapar, hoy me es imposible, debo correr todo el día y además llevar esta pesada carga sobre mis hombros.

Entonces Dios le respondió:

Pequeña mía, esas alas que te di, no son para cargarlas sino para extenderlas, elevarte y alcanzar las alturas más sublimes.

Y así fue como Dios le enseñó a volar.

Una leyenda muy curiosa, ¿verdad? Pero, de la misma manera es cómo funcionan la Torá y los mandamientos de Dios. Él nos creó y sabe lo que somos, como somos, el potencial que nos dio, y sobre todo lo que necesitamos.

Por eso con una humanidad vulnerable a caer, a ser devorado por nuestra naturaleza carnal, y alejarnos del propósito para la cuál nos creó; Dios nos dio sus mandamientos, para entender su corazón, y lo que quiere para nosotros, ser guiados, instruidos y elevados a áreas que nosotros solos no podríamos llegar.
Lo triste es que muchos ven los mandamientos, al igual que la paloma veía inicialmente a sus alas, como una pesada carga.

Cuando sus mandamientos dicen que ese corazón tan pequeño, pero tan vital, sea dirigido a amar a su creador, y lo hagas también con tu mente y con tus fuerzas, no es porque quiere ponerte una pesada carga. Él es tu origen, y todo lo que necesitas.

Cuando sus mandamientos te dicen te acuerdes de su Shabat para santificarlo, y que el nombre de Dios es Santo y así debes tratarlo, no es porque quiere ponerte una pesada carga. Es que quiere que la naturaleza humana y cansada conozca el reposo que da y en ese reposo conocer la naturaleza santa de Él en su nombre.

Cuando sus mandamientos te dicen que debes dar honra a tus padres, no es porque quiere ponerte una pesada carga, sino que quiere enseñarte de manera practica y tangible la relación padre-hijo como la de creador-creación y la honra que esto merece, y con esto disfrutar de del beneficio de alargar tus días en la tierra.

Cuando sus mandamientos digan cosas tan grandes como que no cometas homicidio, adulterio, hurto, mentiras, codicias. O quizás cosas aparentemente más pequeñas como que mezclas debes evitar al vestirte, o alimentos al ingerir, de como tratar a tus hijos, a un extranjero, o incluso a un empleado, definitivamente no es para ponerte una carga pesada. Sino para elevarte como ser humano, ser mejor persona, no ser esclavo de lo material, ser más diestro en la bondad, misericordia, justicia y sabiduría. Pero sobre todo nos indican la salvación, no nos dan la salvación, sino que nos muestran a Yeshua el Mesías, la misma ley encarnada y cumplida para salvación.

Así que la próxima vez que veas a la Torá, no la veas como una carga para ti, sino como tus alas para elevarte a donde Dios quiere que estés.

De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno (Ro. 7:12)

¡Así que, ponlas en ti y elévate!
Que tengas una buena semana.

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