6 min

Capítulo XX - Parte I Libro de Oro de Saint Germain

    • Espiritualidad

"Gran Presencia Maestra que YO SOY, te Amo, te Adoro. Me vuelvo a Ti, Plenitud de todo Poder Creativo, todo Amor, toda Sabiduría, y a través de este Poder que Eres, te doy todo el Poder para que hagas visible en mis manos y uso, la realización de cada deseo mío. Yo no pretendo tener ningún Poder, porque ahora te reclamo a Ti, la Única Presencia Conquistadora de todo, en mi hogar, mi vida, mi mundo y mi experiencia. Reconozco Tu Supremacía Completa y Tu Dominio sobre todas las cosas, y mientras mi conciencia se fije en una realización, Tu Presencia Invencible y Tu Inteligencia asumirán el comando, trayendo la manifestación a mi experiencia rápidamente, hasta con la velocidad del pensamiento. Yo sé que Tú Eres Jefe de tiempo, sitio y espacio. Por lo tanto, Tú requieres solamente el ‘ahora’ para atraer a la actividad visible, toda Tu Perfección. Yo me mantengo absolutamente firme en la completa aceptación de esto, ahora y siempre, y no permitiré que mi mente se aleje de ello, porque al fin, Yo sé que somos Uno”.

"Gran Presencia Maestra que YO SOY, te Amo, te Adoro. Me vuelvo a Ti, Plenitud de todo Poder Creativo, todo Amor, toda Sabiduría, y a través de este Poder que Eres, te doy todo el Poder para que hagas visible en mis manos y uso, la realización de cada deseo mío. Yo no pretendo tener ningún Poder, porque ahora te reclamo a Ti, la Única Presencia Conquistadora de todo, en mi hogar, mi vida, mi mundo y mi experiencia. Reconozco Tu Supremacía Completa y Tu Dominio sobre todas las cosas, y mientras mi conciencia se fije en una realización, Tu Presencia Invencible y Tu Inteligencia asumirán el comando, trayendo la manifestación a mi experiencia rápidamente, hasta con la velocidad del pensamiento. Yo sé que Tú Eres Jefe de tiempo, sitio y espacio. Por lo tanto, Tú requieres solamente el ‘ahora’ para atraer a la actividad visible, toda Tu Perfección. Yo me mantengo absolutamente firme en la completa aceptación de esto, ahora y siempre, y no permitiré que mi mente se aleje de ello, porque al fin, Yo sé que somos Uno”.

6 min