Piratas Espaciales Hemingway Pablo César y Germán González

En nuestro primer episodio sin editar y con un nuzlocke de Pokemon de fondo, empezamos reflexionado por ahí, después a lo que nos molesta y finalmente a las posibilidades del medio. En una suerte de quintaesencia invertida, terminamos construyendo el capítulo arquetipo de piratas, pero sin la capacidad de escondernos en el montaje.

La idea de que lo que nos motiva es, al final del día, la certeza de que la muerte es inevitable, no es revolucionaria. Tampoco lo es la de que todo en cierta forma hace conocimiento, como nosotros hablando o ustedes escuchando o viceversa, pero, ¿no son en cierta forma cosas muy parecidas? De haber una idea controladora en Piratas Espaciales Hemingway, creemos que esta puede ser una cosa muy cercana a ella: libertada para pensar, conocer y terminar de suceder en todas y cada una de las cosas.

¿Nos colocamos como producto en este universo que es Piratas? También en la vida. Si, es una perspectiva muy de mercado, pero, síganos en este ejercicio. Es todo cuestión de símbolos, identidad o, mejor dicho, construcción de identidad. Hay que ver, al final del día, si lo que nos importa más es la cosa y su contenido o la idea que nos queda de las cosas. Que relato cuentan. También leemos un poquito: eso también construye la idea de nosotros.

Es cierto, nos gusta el tema, pero, escuchen: es más que eso. No solo se trata de construir ficción sobre la experiencia, sino ser conscientes de que somos, en sí, una construcción en la experiencia de los demás. Como nos afecta, como nos hace y como podemos instrumentarla. Después de todo, hasta lo que no creemos necesariamente nuestro también está, de una forma u otra, en nosotros.

Entramos un poco más en las ideas circundantes al aceleracionismo, aunque no tanto como para perdernos dentro. Una idea nacida desde la literatura de ciencia ficción que, creemos, ya está más con nosotros de lo que muchas veces nos atreveríamos a reconocer.

Es tarde, así que creemos que el deseo y la automatización son muchas cosas. Danzamos, quizás más de lo normal, entre ideas complejas. Sin embargo, no solo sentamos la base de otro episodio, sino también la de uno que es, esperamos, una unidad por sí mismo.