Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda Juan David Betancur Fernandez

Juan David Betancur
elnarrodororal@gmail.com
Había una vez en la antigua Grecia un muchacho que estaba decidido a cumplir con una promesa que había hecho a un rey llamado polidectes de que le traería la cabeza de medusa con tal de que no forzara a su mama a casarse con el. En fin como habíamos visto las semanas anteriores, el muchacho que no era ningun pintado en la pared había recibido una espada de Hermes y un escudo brillante como un espejo de Atenea. Llego hasta donde las grayas que tenían un ojo y un diente y las obligo a que le dijeran como llegar donde las gorgonas. Ella le dijeron que se pasara primero a tomar unas cuantas selfies con las ninfas y estas como se dice vulgarmente se lo gozaron un buen rato. Y agradecidas le dieron el casco de hades, las zapatillas voladoras y una alforja mágica llamada kibisis
 
Y así como en los juegos de misiones donde uno va recorriendo encontrando diferentes objetos para enfrentar el monstruo más adelante, o creen que eso nos lo inventamos en el siglo XX… Noo eso viene desde la antiguieda. Pues en este juego de misiones Perseo ya tenía 5 objetos mágicos. Tenía en su arsenal la espada en forma de hoz, tenía el escudo brillante, tenía las botas voladoras tipo air jordan, tenía el casco que lo hacia invisible y tenía la mochila donde cabia cualquier cosa. En fin el hombre como se dice coloquialmente estaba mas preparado que un yogurt. 
 
Perseo se sentía un guerrero y dispuesto a enfrentar a las gorgonas en su propio palacio ya que tenía todos los consejos de las grayas, las ninfas e iba acompañado de la misma atenea – minerva para los romanos. 
 
Así que se puso sus boticas voladoras y estas abrieron las preciosas alitas y empezó a volar por el mar hasta llegar al extremo oeste donde quedaba el palacio. Y que palacio. Esas gorgonas vivían como youtuber con millones de seguidores…. Todo era elegante y amplio y lleno de columnas. Y allá aterrizo Perseo. Como las gorgonas eran tan fieras y tan temidas no necesitaban de guardias o guardaespaldas. Así que el hombre entro como pedro por su casa y despacito se fue acercando a donde dormían las gorgonas y es tan de buenas que las encontró dormidas. Pero Dicen que mientras medusa dormía las serpientes de su cabeza estaban alertas y leyendo mensajes en Instagram. Como hacen las niñas mientras las mamas se van a dormir. Pues cuando Perseo llego donde la medusa una de las serpientes despertó a la gorgona y esta abrio los ojos. Recordemos que el poder de la medusa era convertir al que viera con sus ojos en piedra. Así que Perseo salto a lo Michael jordan y atenea le puso el escudo frente a los ojos  para que viera el reflejo de la gorgona y ella no lo pudiera ver directamente. 
 
Y en pleno vuelo saco la espadota que le había dado Hermes y suaquete le mando el sablazo cortándole la cabeza. 
 
Y la cabeza con culebras y todo  cayo a los pies de la gorgona  y Perseo que ve esto y aterriza donde estaba la cabezota y con mucho cuidado para que no lo mordieran las serpientes coge la cabeza y la mete en la mochila mágica llamada Kibisis. Precisamente era mágica porque le cabia todo lo que uno metiera en ella. 
 
Pues allí estaba la gorgona sin cabeza y de pronto de su cuello empezó a salir un caballo blanco como la nieve  y con alas que se llamaría pegaso  y luego salió un hombre totalmente formado con una espada dorada llamado Crisaor. 
 
Aquí vale la pena abrir un paréntesis. Resulta que medusa antes de ser un monstruo era una bella doncella que vivía en Atenas, era hija de Forcis y Ceto y era la única normal porque las otras dos  hermanas eran verdaderos monstruos.  A Medusa  le gustaba caminar por el templo de atenea. Pues un día el dios poseidon, el rey de las aguas, vio en un feed de  Instagram que ella

Juan David Betancur
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Habia una vez en un pueblo en el océano artico de Alaska había una tribu de cazadores de focas. Aquel año en particular las focas no habían sido posible de ser cazadas debido a que las tormentas de nieve ahuyentaban a las focas. Por esta razón en el pueblo se estaba pasando mucha hambre.
 
Desesperados por la situación Los cazadores decidieron invitar a algunos magos famosos al gran iglú donde se celebraban los ritos para que con sus dotes pudieran invocar a los espiritus beneficos. Los magos realizaron sus ritos allí en el galgie que era como llamaban el gran iglú, pero por mucho que lo intentaban las tormentas seguían y las focas no se aproximaban a la aldea. En aquella aldea vivía un joven llamado Taligvak que desafortunadamente nadie quería y que vivía solo fuera del poblado, lejos de los demás. Taligvak era muy pobre y debido a esto nadie en el pueblo quería ofrecerle ni entregarle agluna hija para que se desposara con ella. Por esta razón Taligvak vivía en un iglo pequeño que se había construido el solo y en el que solo cabia el a duras penas ya que no podía ni siquiera acostarse en el suelo. Así que tenía que dormir sentado. Para acabar de ajustar Taligvak pasaba mucho frio ya que no tenía lampara de grasa y permanentemente sus guantes se cubrían de escarcha y tenía que calentarlos con sus cuerpo mientras dormía
 
En el pueblo se decía que Tallgvak era un mago poderoso y que dominaba extrañas fuerzas que lo ayudaban a hacer cualquier cosa que se propusiera. Algunos decían que siempre se le veía invocando los espíritus de el aire y de la oscuridad para darle capcidades que iban más allá de lo comprensible. Por esta razón todos preferían alejarse de el y mantenerlo a distancia. Sin embargo, ahora que el hambre era agoiante , se preguntaban si no debían pedirle ayuda.
 
La gente se reunió en el qalgie, el gran iglú ritual, para analizar si podían acercarse al joven Tallgvak y después de una amplia discusión decidieron enviar tres hombres para que invitaran al joven mago al galgie 
Cuando los tres hombres llegaron al iglú de Taligvak, solo uno entro ya que los otros dos se morían de miedo y se quedaron afuera. 
 
Entrando en el iglú el emisario dijo 
 
-Taligvak, la gente del pueblo quiere que vayas al qalgie. Ven a verles.
 
Taligvak guardó silencio durante un rato. Luego respondió:
 
-Como podas ver el viento esta trayendo una tormenta y hace mucho frio. Desafortunadamente no tenga nada caliente que ponerme y ni siquiera tengo guantes o botas. Simplemente no puedo ir. 
Al oír su negativa tan perentoria, los mensajeros se regresaron al qalgie y explicaron porque no podían traer al joven Tallgvak. Entro todos recogieron algunos guantes y botas y se la enviaron con una mujer que lo convencio de ponérselas y caminar hasta el gran iglú
Taligvak entró en el iglú agachado ya que estos iglúes tienen una pasillo muy bajo, pero no entro a la sala donde lo esperaban y desde allí observaba a los allí reunidos. Los hombres del pueblo lo miraron, lo saludaron y luego el líder de ellos le 
 
-Muchacho. Si Quieres un iglú caliente; podras quedarte con nosotros en el iglo y te daremos buena ropa, guantes y pieles calientes pero a cambio te pediremos que hagas un agujero aquí adentro en el hielo y que hagas venir a las foca.. Nos vamos a morir de hambre, seguro. ¡Cógenos algunas focas!
Taligvak se quedó algún tiempo donde estaba. Luego camino hasta la  pared del qalgie y se arrodilló en el hielo frio. 
-No miréis lo que hago -ordenó a la gente-. Tenéis que poneros a bailar.
La gente empezó a cantar y bailar mientras él hacía el agujero en el hielo. Sopló en el hielo una y otra vez, y la fuerza mágic

Juan David Betancur
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Había una vez un lobo en la selva que frecuentemente no encontraba nada para comer. Un día, cuando estaba afuera paseando, encontró a un árbol que tenía unas hojas que parecían caras de personas. Se acercó al arbol y escuchando atentamente pudo oír como las hojas del arbol hablaban entre si. 
El lobo se asustó y dijo:
-Hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante.
Tan pronto como hubo dicho estas palabras, alguna cosa que no pudo ver lo golpeó y lo dejó inconsciente. No sabía durante cuánto tiempo había estado allí tendido en el suelo, pero cuando despertó estaba demasiado asustado para hablar. Se levantó inmediatamente y empezó a correr.
El lobo estuvo pensando acerca de lo que le había ocurrido y se dio cuenta de que podía usar el árbol para su provecho. Se fue paseando de nuevo y se encontró a un antílope. Le contó lo del árbol que hablaba, pero el antílope no le creyó.
-Ven y lo verás tu mismo -dijo el lobo- pero cuando llegues delante del árbol asegúrate de decir estas palabras: “Hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante”. Si no las dices, morirás.
El lobo y el antílope se acercaron hasta el árbol que hablaba. El antílope dijo:
-Has dicho la verdad, lobo, hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante.
Tan pronto como dijo esto alguna cosa lo golpeó y lo dejó inconsciente. El lobo cargó con él a su espalda y se lo llevó a casa para comérselo. “Este árbol que habla solucionará todos mis problemas”, pensó el lobo. “Si soy inteligente nunca más volveré a pasar hambre.”
Al día siguiente el lobo estaba paseando como de costumbre. Al cabo de un rato se encontró con una tortuga. Le contó la misma historia que le había contado al antílope, y la llevó hasta el lugar. La tortuga se sorprendió cuando vio al árbol hablante.
-No creía que esto fuera posible -dijo- hasta el día de hoy nunca me había encontrado con algo tan raro como un árbol hablante.
Inmediatamente fue golpeada por algo que no pudo ver y cayó inconsciente. El lobo la arrastró hasta su casa y la puso en una olla. Pensó en hacer una estupenda sopa.
El lobo estaba orgulloso de sí mismo. Después del antílope y la tortuga cazó un ave, un jabalí, y un ciervo. Nunca antes había comido mejor. Siempre usaba la misma estrategia. Contaba a sus presas que debían decir que nunca antes habían visto a un árbol hablar y que si no lo decían morirían. Todos ellos hicieron lo que el lobo les dijo y todos ellos quedaron inconscientes. Luego el lobo cargaba con ellos hasta su casa. Era un plan perfecto, él lo creía simple e infalible, y agradecía a las estrellas el hecho de haber encontrado a ese árbol. Esperaba comer como un rey durante el resto de su vida.
Un día, que se sentía con algo de hambre, el lobo fue a pasear de nuevo. Esta vez se encontró con una liebre. El lobo le dijo:
-Hermana liebre, he visto algo que tú no has visto desde el tiempo de tus antepasados.
-Hermano mayor, ¿qué puede ser? -preguntó la liebre.
-He visto un árbol que habla en la selva -dijo el lobo.
Contó la misma historia de siempre a la liebre y se ofreció para llevarla a ver ese árbol hablante. Fueron juntos hasta el lugar. Cuando se acercaban al árbol el lobo le dijo:
-No olvides lo que te he contado.
-¿Qué me contaste? -preguntó la liebre.
-Lo que debes decir cuando llegues junto al árbol, o si no , morirás -dijo el lobo.
-¡Oh!, sí -dijo la liebre-.
Y empezó a hablar con el árbol.
-¡Oh!, árbol, ¡oh!, árbol -dijo-. Eres un árbol precioso.
.No, esto no -dijo el lobo.
-Perdona -dijo la liebre. Entonces habló de nuevo-. Árbol, ¡oh!, árbol, nunca pensé que pudieras ser tan maravilloso.
-¡No, no! -dijo el lobo- no un árbol precio

Juan David Betancur
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Hoy seguimos con la historia de Perseo. Como veíamos la semana pasada Perseo comenzó una gran aventura.  
 
Había una vez en la antigua Grecia un hijo de Zeus y Danae llamado Perseo. Este Perseo resulto un gallito de pelea y en una de esas le dio por decirle a Polidectes que el le traería la cabeza de Medusa, que era una de las 3 gorgonas y como el pelao no sabía de lo que hablaba Atenea y Hermes lo convencen que primero vaya y averigüe bien como es el mani. Así que debe ir donde las tres grayas, Y que se datee bien donde viven las gorgonas, como caerles, como preparearse en fin todo lo posible para que no le den en la cabeza muy rapidito. 
 
Y así sucedió. El Perseo cogio el escudo de atenea y la espada que le dio Hermes y salió como decidido para las que sea. 
 
Llego pues Perseo al extremo oeste del mar mediterráneo y allí vio una gruta con una pequeña luz. Subió por un acantilado y entrando en la gruta vio lo que le habían advertido. 3 viejas feas y con un solo ojo y un solo diente.  Mejor dicho Perseo se mosquio todo porque no sabía como enfrentarlas. Pero como era bastante inteligente les monto conversa inmediatamente así.
 
Señoritas que gusto de verlas por aquí en esta cuevita tan bonita. Las 3 grayas que nunca veían gente visitándolas se asustaron y entre las 3 se pasaban el ojo para ver quien les hablaba. Y vieron ese muchachote que las miraba y les sonreía. 
 
Por su parte Perseo les seguía diciendo. Pero si ustedes 3 se ven muy lindas juntas. Hee a mi si me dijeron que viniera para verlas ya que aparte de bellas son muy sabidas. 
 
Pa que. Las tres grayas podían ser muy viejas y feas pero eran féminas y las palabras de Perseo les subio el orgullo y lo recibieron con los brazos abiertos. Diga mijito que desea, entrese y tomese un cafecito con nosotras….. Para que le podemos servir. Diga pues no más. 
 
Y Perseo que sigue con la lisonjeadera y al final les dice…. Pero díganme ustedes disque tienen 3 hermanas que son lindas…. Pero no tan lindas como ustedes, las tales gorgonas. Sera que me pueden decir donde viven para ir a visitarlas. 
 
 
Las grayas que podían ser vanidosas pero no tontas se dieron cuenta que este muchacho las estaba endulzando con palabras bonitas para que ellas le dijeran el camino hacia las gorgonas. Así que comenzaron a cambiarle el tema y a tratar de embolatarlo. 
 
Pero Perseo que no era que tuviera mucha paciencia se fue desesperando y de un salto les quito el ojo con el que ellas veían en turnos. Luego les quito el diente que necesitaban para morder y comer y luego les dijo
 
Pues lo siento mucho pero yo necesito saber donde viven sus hermanas. Así que si no me lo dicen no podrán volver a ver o a comer. 
 
Las grayas que ya no podían ver con el ojo le dijeron 
 
Esta bien muchacho. Usted gana pero le cuento que apenas salga de aquí le vamos a poner muy malos reviews…. 
 
Y luego le dijeron cual era el camino que tenía que seguir, pero que de paso tenía que caerle a las ninfas que guardaban la entrada ya que ellas tenían los 3 objetos que necesitaría para enfrentar a las gorgonas. Estos eran. Las botas aladas que le permitiría volar, el casco de hades que lo haría invisible y una alforja llamada kibisis para guardar cosas. Finalmente le dijeron. 
 
Mijito solamente le advertimos una cosa. Usted esta muy lindo y muy acuerpado. Esas ninfas son una cosa seria, son muy alebrestadas y coquetas. Así que cuidado y se deja embaucar por ellas. Lo pueden dejar por allá encerrado y quien sabe que cosas ricas le pueden hacer. 
 
El Perseo finalmente les resulto falton a la

Juan David Betancur
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Habia una vez  un rey que tenía un reino totalmente en paz. En dicho reino no había crímenes, ni hurtos ni ninguna clase de acciones en contra de los demás. Los habitantes vivían así tranquilos sus propias vidas. Como esto sucedia un reino vecino envió  a un sabio a que investigara como era posible que un reino pudiera tener a todos sus ciudadanos viviendo en tal armonía. 
 
El sabio se presento ante las puertas del reino y cuando los guardas de la puerta de entrada lo dejaron entrar se dirigió por la calle central hasta el edificio de jueces. Este edificio generalmente en cualquier otro reino tenía un gran numero de personas entrando y saliendo. Pero no en este reino. El edificio estaba básicamente desierto y no había nadie que estuviera siendo llevado. 
 
Extrañado el sabio entro al edificio de la justicia y allí encontró solamente a un juez que estaba sentado en una silla escribiendo. El sabio se presento y le pregunto al juez a que se dedicaba. El juez levanto la cabeza y le dijo que estaba escribiendo poesía, pero que si necesitaba algo de el con gusto le ayudaría. 
 
El sabio le comento al juez su extrañeza de ver como en aquel edificio no había ningun reo, ningun funcionario del orden y que solamente veía a un juez. Luego le dijo. 
 
Su señoria mi rey me ha enviado a investigar porque en este pueblo no hay crímenes y porque todos viven en paz. 
 
El juez sonriendo le dijo. 
 
He de confesarle que los habitantes de este reino saben que ante cualquier falta que se cometa por pequeña que sea el rey ha ordenado que se pague con la vida. 
 
El sabio oyendo la respuesta se pregunto si eso es lo que hacia que nadie cometiera algun crimen. 
 
El juez de nuevo se sonrio y le respondió. 
 
No mi querido amigo. Como usted podrá saber hay personas que no le temen a morir y por lo tanto estarían dispuestos a cometer un crimen a sabiendas de que si son sorprendidos morirían.  Le puedo confesar que ese no es el motivo que lleva a los habitantes del reino a no cometer crímenes. 
 
Le voy a contar que sucede en el reino cuando alguien comete un crimen y porque el resto de habitantes cuando ven lo que sucede con el deciden nunca cometer algo indebido. 
 
El sabio no salia de su asombro. Según lo que le estaban diciendo, no era el temor a morir la razón para no cometer un crimen. 
 
El juez vio el la cara del sabio y le dijo
 
Cuando un ciudadano es capturado por violar las normas y los códigos legales es enviado inmediatamente a esta sala. Yo como juez del reino inmediatamente lo declaro culpable y a los pocos segundos los guardias comienzan a llevarlo por todo el reino. De hecho es llevado a los restaurantes, los bares, los sitios de placer y las casas de todos que son sus familiares y amigos. 
 
El proceso puede durar varios días ya que en cada uno de los restaurantes que visita el reo tiene la oportunidad de pedir los mejores platos, en cada uno de los bares puede tomar los mejores licores, en los sitios de placer puede deleitarse con cualquiera de los placeres que se le ofrecen, en la casa de sus amigos puede sentarse a conversar con ellos el tiempo que el desee y en las casa de sus familiares puede igualmente disfrutar de su compañía por el tiempo que lo desee. 
 
Todo esto siempre con la vigilancia cercana de los guardia. Y luego de que este ritual de una o varias semanas termina, el reo es tomado de las manos y deberá caminar por la calle principal hasta la plaza donde esta el lo espera el verdugo con su hacha.
 
El sabio estaba más sorprendido aún. Como era posible que se le of

Juan David Betancur
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Había una vez en Cantabria dos amigas que habían decidido salir caminar por un bosque cercano a su pueblo. El bosque de Ucieda era un bosque que invitaba a ser recorrido debido a su belleza natural, especialmente el hermonos y cristalino rio que lo atraviesa y que hace que los rayos del sol que cruzan los arboles presente figuras mágicas. 
 
Marta y Maria era el nombre de las dos amigas y se habían internado en el sin temor alguno. Habian crecido junto al bosque así que conocían muy bien su característica mágica. 
 
 
Recien entradas al bosque Marta sintió algo y le dijo a Maria. Oye no has oído algo extraño
No contesto Maria. 
Siguieron caminado y Marta dijo. 
Siento como si alguien nos estuviera mirando. Maria que ya estaba alerta por la pregunta anterior dio un salto y dijo. Quien nos esta mirando. 
 
Marta, medio riéndose dijo. Pues los duendes del bosque. Quien si no. No has oído en el pueblo a la gente hablar de ellos?
 
Maria aún más alerta negó con la cabeza y Marta dijo
 
"Mi abuelo alguna veces nos ha reunido en las noches de luna llena afuera de la casa y nos ha contado que aquí en Cantabria existen muchas leyendas sobre la existencias de duendes y otras criaturas mágicas del bosque.
 
Maria cambiando la expresión dijo. De veras…. No me digas mentiaras
 
De veras respondió Marta. Es más nos decía que algunos de ellos son Buenos, otros son traviesos pero que algunos pocos son realmente malos. 
 
Ya el semblante de Maria estaba un poco desencajado, lo que provocaba la risa de Marta. Siguiendo le decía. 
 
Te nombrare uno de ellos. El Trenti. Según mi abuele este duende de completamente negro, de ojos verdes y su cuerpo esta formado de hojas, musgo y raíces. duerme debajo de los árboles y es muy bromista, le gusta mucho esconderse y tirar de la falda a las chicas, luego escapa, riéndose y dando volteretas. 
 
Ya la cara de Maria era de pavor…. No podía creer que su mejor amiga le estuviera engañando pero por otra parte no quería ver ningun duende que le tirara la falda. 
 
Además siguió Marta esta el TENTIRUJO, que es un duende  vestido de rojo, con una boina que sobresale sobre sus orejas puntiaguadas  Una hechicera lo transporta por los aires y así puede ubicar a las niñas que se apartan de sus padres y que se consideran buenas y obedientes. Luego se les acerca y les da de comer una planta llamada mandrágora que les produce inmediatamente un estado de desobediencia y se comienzan a portar mal. 
 
Maria ya comenzaba a convertir el pavor en diversión y riendo le dijo a Marta. Mis padres me hablaban del Trasgu. Y decían que era un duende de sombrero rojo y que según mis padres podía entrar a la casa por la chimenea y una vez allí esconde y mueve las cosas de la casa
 
Ya más relajadas las dos muchachas se sentaron a repasar algunas historias que habían oído antes y mencionaron los ventolines, el tastolillo y algunos más. 
De pronto Marta dijo poniendose muy seria. Pero mi abuelo alguna vez me contó de uno pero me dijo que nunca lo debería siquiera mencional. El OJANCANO. Me dijo que era un gigante muy malo con un solo ojo y barbas y melenas largas de color rojo. Dicen que es muy vengativo y salvaje. Además que tiene una voz muy profunda y que su grito paraliza a quien lo oye. Sin embargo, las únicas que son capaces de controlar a OJANCANO son las ANJANAS que son las hadas buenas de Cantabria. Ellas son capaces de arrancar un pelo de las barbas de el OJANCANO y si el pierde un solo pelo moriría de inmediato.
 
Maria abriendo los ojos sorprendida dijo. Y quienes son las Anjanas.
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