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Hablamos de las habilidades pragmáticas en los negocios con nuestro invitado Luis del Prado aprovechando el lanzamiento del programa de liderazgo y coaching profesional que Hacer historia consultores lanza en sociedad con ESEADE

Apartarse de la promesa de incorporación de conocimiento parece ser el desafío más importante a la hora de reforzar e incorporar habilidades pragmáticas que si bien se pueden teorizar, la mayor competencia viene de hacer, y no de observar

Diferentes personas harán una lista diferente acerca de cuales son las habilidades pragmáticas importantes para cada uno. En particular aquí nos referimos a las habilidades blandas como la comunicación pero también a cosas un poco más sutiles como desarrollar una sensibilidad a los distintos estilos.

Si bien en un equipo uno puede disertar acerca de los estilos de liderazgo de Steve Jobs, o Nelson Mandela, nada quita que las personas que están en el día a día tienen quiebres específicos y particulares cuyo ataque no siempre depende de la inspiración o la aspiración

En este segundo episodio con nuestro invitado Luis del Prado, rector de ESEADE recorremos el camino que debería estar preocupando a todos aquellos que tienen la responsabilidad de de pensar cómo se educa para los negocios en este momento del mundo en donde sobran los motivos para reinventar la educación.

El compromiso con la teoría sigue siendo igual de válido que antes pero para la acción, nada educa mejor que la acción. La valija de herramientas llena es siempre una ventaja pero no necesariamente alcanza para llegar a buenos resultados.
Cada vez más necesitamos la práctica deliverada y aprender haciendo y eso, en el marco de las expectativas empresariales hace mucho ruido. El pedido parece ser que hagamos la capacitación de 40 minutos y que con eso la cosa funcione.

Las habilidades necesarias para desarrollarse en el mundo representan importantes desafíos para la educación en el siglo XXI. Sobre todo por que la mayor parte de estas no se entrenan mediante el estudio teórico de conceptos.

Con Luis del Prado, rector de ESEADE, discutimos sobre el futuro cercano de la educación y la necesidad de reinventarse totalmente para lidiar con los tiempos que corren, escapándonos de los parametros del siglo XIX

Existe la propuesta de reemplazar el modelo industrial actual hacia un modelo agrícola, en donde los educadores generan las condiciones necesarias para que la educación pueda florecer.

Incertidumbre

El futuro parece estar pensado para el diseño de espacios de educación hiper personalizados en donde el desafío estará en la articulación con el mundo laboral, que también tiene voz y voto en el espacio del crecimiento profesional

Los silos aislados de la información en materias y departamentos, basados en la transmisión de conocimiento y poca transferencia hacia las acciones y roles. Según nuestro invitado, además generar espacios de acción depende sólo de cuan creativos seamos a la hora de diseñar

Cuando no tenemos el librito de como funcionan las cosas, debemos inventar posiblidades en un mundo que no podemos predecir. Eso requiere de una competencia que aún no nos enseñan que es la flexibilidad.

Ser expertos, que es lo que aprendemos hoy en las universidades es un camino que va en contra de ser flexibles. Entonces como logramos el alineamiento necesario para la Estrategia?

Con el advenimiento de los cambios en los paradigmas tecnológicos pareciera que en las universidades enseñamos mal. Enseñamos para una época de producción industrial que ya no existe.

Hoy los roles que tienen los insights creativos comienzan a tener mucho más valor que el acceso al conocimiento científico que circula de la misma manera que circula el capital.

Pensar estratégicamente es pensar opciones hacia un futuro. No es necesario que alguna de esas opciones sea la que finalmente se de, con lo cual la tolerancia a la sorpresa y la acción frente la incertidumbre son competencias emocionales a desarrollar.

Poder desarrollar un propósito, es decir el por qué de las cosas, y una misión clara (que es lo que hace que agregamos valor), así como una visión o un destino a donde queremos eventualmente llegar parece seguir intrínsecamente relacionado con el funcionamiento de una empresa y sobre todo con su estrategia

Ahora bien, no podemos gestionar la empresa con el manual de procedimiento bajo el brazo, necesitamos 3 o 4 reglas simples de pasa no pasa de manera que personas y grupos de personas puedan tomar desiciones todo el tiempo sin congelar el movimiento de la institución.

A la hora de innovar por ejemplo, que puede y que no puede hacerse debe ser sencillo de ver y de optar. Esto hace a la estrategia en tanto y en cuanto nuestro accionar sea permanente, cosa que en la mayoría de las empresas que no mueren, suele ser un factor común.

El origen de la estrategia está fundado en actividades militares y sobre todo de guerra que se desarrollaron a lo largo del tiempo pero cómo evolucionan hasta el día de hoy en donde casi ningún dato permanece constante más que unos pocos segundos?
¿Qué cosas debemos considerar hoy en la práctica o el ejercicio filosófico de la estrategia para poder agregar valor desde el tope de la pirámide?
Nuestro invitado, Horacio Melendez, tiene experiencia sobrada en este campo y el lugar académico que ocupa le permite estar actualizado y con la gimnasia hecha sobre estos espacios de pensamiento. Con el hablaremos en este y otros dos capitulos más sobre la estrategia de estos tiempos.