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Iglesias quiere trabajar menos y pagar más impuestos En altavoz

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De los creadores de la multiplicación de los panes y los peces, los que dijeron que Vox iba a arrasar el 28 de abril y «dalle que libras» de esa columna del garaje, llega ahora cómo currar menos horas y pagar más impuestos. Pablo Iglesias cambia sus reproches a Amancio Ortega por las donaciones a la sanidad pública por condiciones a Pedro Sánchez para llegar a un acuerdo de Gobierno.
Nunca quedar cuartos en unas generales y tener 42 escaños le había cundido tanto a un partido político. No se recuerda sobrada igual desde que, desde que... Nah, desde ayer, cuando Beiras llamó a Santiago «depósito de restos humanos en descomposición» tras la derrota de Compostela Aberta en las municipales. Que conste que a Podemos le salen las cuentas y propone además bajar el impuesto a las empresas pequeñas, subir el IRPF a las rentas altas y crear un impuesto a la banca.
Todo ésto lo dijo ante 200 empresarios en el Círculo de Economía de Sitges. No se sabe cómo reaccionaron pero se rumorea que a alguno le han salido más canas de golpe que partidos importantes ha perdido el Barça este año. Iglesias defiende sus medidas porque los trabajadores tendrían más tiempo para conciliar al reducirse la jornada laboral de 40 horas a 34 y así se consumiría más reactivándose la economía.
La teoría está guay. Para ponerla en práctica solo tiene que convencer a todos los jefes de España. Es cuestión de crear el típico grupo de WhatsApp, «Amancio Ortega, Ana Botín, los del Ibex y otros chicos del montón». A ver cómo se le da. Porque lo otro, lo de entrar en el Gobierno está más chungo que para Baltar retener la Diputación de Ourense. La portavoz Isabel Celáa se lo dijo hoy: Podemos es «acompañante preferente aunque hablaremos con todas las fuerzas».
Al final lo de Iglesias recuerda mucho a Matías Prats en el anuncio de Línea Directa con el «permíteme que insista».No seas tan cansino. La política tiene estas cosas. Tú mismo lo has dicho hoy: «una cosa es lo que se dice en campaña, otra cosa es lo que se hace después».

De los creadores de la multiplicación de los panes y los peces, los que dijeron que Vox iba a arrasar el 28 de abril y «dalle que libras» de esa columna del garaje, llega ahora cómo currar menos horas y pagar más impuestos. Pablo Iglesias cambia sus reproches a Amancio Ortega por las donaciones a la sanidad pública por condiciones a Pedro Sánchez para llegar a un acuerdo de Gobierno.
Nunca quedar cuartos en unas generales y tener 42 escaños le había cundido tanto a un partido político. No se recuerda sobrada igual desde que, desde que... Nah, desde ayer, cuando Beiras llamó a Santiago «depósito de restos humanos en descomposición» tras la derrota de Compostela Aberta en las municipales. Que conste que a Podemos le salen las cuentas y propone además bajar el impuesto a las empresas pequeñas, subir el IRPF a las rentas altas y crear un impuesto a la banca.
Todo ésto lo dijo ante 200 empresarios en el Círculo de Economía de Sitges. No se sabe cómo reaccionaron pero se rumorea que a alguno le han salido más canas de golpe que partidos importantes ha perdido el Barça este año. Iglesias defiende sus medidas porque los trabajadores tendrían más tiempo para conciliar al reducirse la jornada laboral de 40 horas a 34 y así se consumiría más reactivándose la economía.
La teoría está guay. Para ponerla en práctica solo tiene que convencer a todos los jefes de España. Es cuestión de crear el típico grupo de WhatsApp, «Amancio Ortega, Ana Botín, los del Ibex y otros chicos del montón». A ver cómo se le da. Porque lo otro, lo de entrar en el Gobierno está más chungo que para Baltar retener la Diputación de Ourense. La portavoz Isabel Celáa se lo dijo hoy: Podemos es «acompañante preferente aunque hablaremos con todas las fuerzas».
Al final lo de Iglesias recuerda mucho a Matías Prats en el anuncio de Línea Directa con el «permíteme que insista».No seas tan cansino. La política tiene estas cosas. Tú mismo lo has dicho hoy: «una cosa es lo que se dice en campaña, otra cosa es lo que se hace después».

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