53 episodios
En Las Garras Del Diablo Grupo Radio Centro
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- Ficción
La histórica radionovela del escritor mexicano Manuel Canseco Noriega y protagonizada por Marga López, Carlos López Moctezuma y Dalia Íñiguez, transmitida por años en las frecuencias de Grupo Radio Centro, vuelve en versión podcast.
Revive el misterio del clarividente e hipnotizador profesor Omar Memphis.
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Capítulo 52: Avisos proféticos
La familia Montero está devastada por la sentencia de la señora Hilda. El profesor Memphis se prepara para su fuga e insiste en no renunciar al peligroso experimento. Los periodistas buscan espiar al profesor para entender cómo se prepara. La señora Hilda Montero tiene un sueño espantoso relacionado con la muerte de Memphis.
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Capítulo 51: Un maldito experimento
La señora Montero es sentenciada por el juez Magaña a 15 años de cárcel. El profesor Memphis recibe una dura noticia por parte de los periodistas sobre su fuga de la caja fuerte. El profesor quiere consagrarse como el más grande ilusionista e hipnotizador de todos los tiempos.
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Capítulo 50: Una fuerza superior
La señora Hilda Montero ha terminado de relatar los hechos al doctor Jansen y ahora puede descansar. El juez Magaña dicta la sentencia que deberá cumplir la señora Montero. Un periodista visita a Memphis para entrevistarlo sobre su fuga de la caja fuerte del Banco Nacional.
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Capítulo 49: La última esperanza
La señora Montero no quiere recordar lo que sucedió después de amenazar al “Príncipe” con una pistola y cae en una crisis nerviosa. El doctor Jansen confiesa que ningún hipnotizador tiene el poder de influir en una persona para provocar la muerte.
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Capítulo 48: La voluntad de Memphis
La señora Montero sigue relatando sus visitas al cabaret bajo la influencia hipnótica del profesor Memphis. El profesor le entrega una pistola a Hilda y le ordena matar al “Príncipe” sin oponerse a su voluntad.
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Capítulo 47: Profundo desasosiego
La señora Montero escuchó los planes de Memphis para eliminar al “Príncipe”. Hilda Montero sigue recordando sus visitas al cabaret de Peralvillo y su sensación de culpa y desasosiego. El “Príncipe” se obsesionó con la elegancia de la señora Montero.