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006 - Venta. Cómo hacer que no te tiemblen las piernas‪.‬ Tu negocio, tu alma y tu vida. El podcast de Beatriz Blasco.

    • Espiritualidad

El episodio de hoy va de superación, de desarrollo, de enmarcar y experimentar la venta desde un lugar muy particular. Tu corazón.






Si, el episodio va de estrategias de venta y de una de las habilidades esenciales para tu negocio.






Lo que te voy a contar es mi experiencia y las estrategias de venta que he usado y uso en mi día a día. Con esto quiero decirte que no tiene porqué ser así para todas las personas.






Durante mi experiencia de quince años trabajando en empresas por cuenta ajena había pasado por muchos departamentos porque me dedicaba a analizar procesos en cualquier ámbito y mejorarlos.






Pero había dos cosas que no había hecho: vender y ocuparme del marketing.






Había estado en las gestión de las ventas de forma interna, visitando a los clientes cuando tenían incidencias… Pero jamás vendiendo directamente.






Así que cuando decidí emprender, si que supe ver mi carencia en el área de marketing y lo que implicaba.






Así que decidí complementar mi formación como ingeniera y Coach, con marketing digital y los negocios digitales.






Aprendí y sigo aprendiendo mucho todavía. Sin embargo sentía que la venta se me resistía. Tenía claro que mi forma de pensar acerca de la venta no me ayudaba.






Para mí, un punto de inflexión fue cuando interiorice en mis músculos que vender es ayudar. Así de simple y así de valioso.






Sino vendía no ponía mis talentos y mi visión al servicio. Las personas a las que sé que podía ayudar se lo tenía que decir, sino ¿cómo lo iban a saber?






Quien dice ayudar, dice acompañar, guiar. Para compartirte tienes que venderte.


Otra cosa es el dinero. Y tu relación con él. ¿Qué es para ti el dinero? ¿Qué supone? ¿Cómo compras? ¿Qué piensas cuando compras? ¿Cuáles son tus criterios para decidir?






Para mí el dinero es energía, la manera que tenemos actualmente en esta dimensión para expresar un compromiso. Tanto por parte del que compra como por parte de lo que vende.






Otra forma de pensar que me ayudó a trascender todo esto y pensar de una forma mucho más amplia fue dejar de poner foco en el precio para ponerlo en mi comunicación y el valor que proporcionaba mi trabajo.






Así que pon un precio que para ti sea coherente, que no te haga rumiar por dentro: si es que esto vale mucho más de lo que cobro. ¿Entonces por qué no cobras más?






El precio que pones a tus productos y servicios evoluciona contigo, con tu experiencia y la confianza plena en lo que haces.






Otra cosa que descubrí: como alguién va a creer en ti si tú no lo haces. Es incoherente y eso se nota.






Y lo que teminó de ayudarme a nivel de mentalidad es darme cuenta de que yo no me vendo. Nuestra esencia no tiene precio. Ya esta comprometida y es lo mismo que la tuya.






Lo que vendo es experiencia, conocimiento, método, conocimiento para que las personas sepan cuáles son las claves de un negocio consciente y una vida plena.






Nadie, ni tú, ni yo estamos en venta. 






Eso sí, lo que ofreces sea un bien material o conocimiento, hazlo desde tu corazón, con coherencia y creyendo en ti.






Si vendes desde ahí conectarás con las personas a las cuales tú puedes enseñar, servir o inspirar.






Vender es compartirte, ofrecer al mundo lo que te hace único o única. Tu don, tu talento.

El episodio de hoy va de superación, de desarrollo, de enmarcar y experimentar la venta desde un lugar muy particular. Tu corazón.






Si, el episodio va de estrategias de venta y de una de las habilidades esenciales para tu negocio.






Lo que te voy a contar es mi experiencia y las estrategias de venta que he usado y uso en mi día a día. Con esto quiero decirte que no tiene porqué ser así para todas las personas.






Durante mi experiencia de quince años trabajando en empresas por cuenta ajena había pasado por muchos departamentos porque me dedicaba a analizar procesos en cualquier ámbito y mejorarlos.






Pero había dos cosas que no había hecho: vender y ocuparme del marketing.






Había estado en las gestión de las ventas de forma interna, visitando a los clientes cuando tenían incidencias… Pero jamás vendiendo directamente.






Así que cuando decidí emprender, si que supe ver mi carencia en el área de marketing y lo que implicaba.






Así que decidí complementar mi formación como ingeniera y Coach, con marketing digital y los negocios digitales.






Aprendí y sigo aprendiendo mucho todavía. Sin embargo sentía que la venta se me resistía. Tenía claro que mi forma de pensar acerca de la venta no me ayudaba.






Para mí, un punto de inflexión fue cuando interiorice en mis músculos que vender es ayudar. Así de simple y así de valioso.






Sino vendía no ponía mis talentos y mi visión al servicio. Las personas a las que sé que podía ayudar se lo tenía que decir, sino ¿cómo lo iban a saber?






Quien dice ayudar, dice acompañar, guiar. Para compartirte tienes que venderte.


Otra cosa es el dinero. Y tu relación con él. ¿Qué es para ti el dinero? ¿Qué supone? ¿Cómo compras? ¿Qué piensas cuando compras? ¿Cuáles son tus criterios para decidir?






Para mí el dinero es energía, la manera que tenemos actualmente en esta dimensión para expresar un compromiso. Tanto por parte del que compra como por parte de lo que vende.






Otra forma de pensar que me ayudó a trascender todo esto y pensar de una forma mucho más amplia fue dejar de poner foco en el precio para ponerlo en mi comunicación y el valor que proporcionaba mi trabajo.






Así que pon un precio que para ti sea coherente, que no te haga rumiar por dentro: si es que esto vale mucho más de lo que cobro. ¿Entonces por qué no cobras más?






El precio que pones a tus productos y servicios evoluciona contigo, con tu experiencia y la confianza plena en lo que haces.






Otra cosa que descubrí: como alguién va a creer en ti si tú no lo haces. Es incoherente y eso se nota.






Y lo que teminó de ayudarme a nivel de mentalidad es darme cuenta de que yo no me vendo. Nuestra esencia no tiene precio. Ya esta comprometida y es lo mismo que la tuya.






Lo que vendo es experiencia, conocimiento, método, conocimiento para que las personas sepan cuáles son las claves de un negocio consciente y una vida plena.






Nadie, ni tú, ni yo estamos en venta. 






Eso sí, lo que ofreces sea un bien material o conocimiento, hazlo desde tu corazón, con coherencia y creyendo en ti.






Si vendes desde ahí conectarás con las personas a las cuales tú puedes enseñar, servir o inspirar.






Vender es compartirte, ofrecer al mundo lo que te hace único o única. Tu don, tu talento.

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