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#63 El EURIBOR estancado en el 3,7%. Brotes no tan verdes en la economía alemana‪.‬ La Caverna del Emprendedor

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El euríbor, índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España no termina de consolidar su descenso. Ya no sigue en aumento, pero tampoco llega a bajar del todo como podía esperar el mercado en un principio. La media que lleva este abril es de alrededor del 3,7%, muy parecido al dato de marzo y algo superior a los tres meses anteriores; su estancamiento en esa cota se consolida pese a la esperada llegada de las primeras bajadas de tipos del Banco Central Europeo (BCE).

Alemania no es el “enfermo de Europa”, la economía europea continúa estancada y soplan vientos en contra de su locomotora. Alemania sufre por la pérdida de acceso a la energía barata —que procedía de Rusia— y por la competencia sin piedad en el sector automovilístico. Todo ello ha llevado a que su PIB se contrajese un 0,3% en 2023 y, por el momento, las perspectivas parecen poco halagüeñas. El FMI ha vuelto a rebajar las estimaciones de crecimiento para este año hasta un avance solo del 0,2%. Sin embargo, los datos más recientes arrojan algo más de esperanza y apuntan a que lo peor comienza a quedar atrás. La confianza de los empresarios está mejorando e, incluso en la debilitada industria manufacturera, la actividad ha repuntado, acumulando este año un avance del 3,5% desde mínimos.

El euríbor, índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España no termina de consolidar su descenso. Ya no sigue en aumento, pero tampoco llega a bajar del todo como podía esperar el mercado en un principio. La media que lleva este abril es de alrededor del 3,7%, muy parecido al dato de marzo y algo superior a los tres meses anteriores; su estancamiento en esa cota se consolida pese a la esperada llegada de las primeras bajadas de tipos del Banco Central Europeo (BCE).

Alemania no es el “enfermo de Europa”, la economía europea continúa estancada y soplan vientos en contra de su locomotora. Alemania sufre por la pérdida de acceso a la energía barata —que procedía de Rusia— y por la competencia sin piedad en el sector automovilístico. Todo ello ha llevado a que su PIB se contrajese un 0,3% en 2023 y, por el momento, las perspectivas parecen poco halagüeñas. El FMI ha vuelto a rebajar las estimaciones de crecimiento para este año hasta un avance solo del 0,2%. Sin embargo, los datos más recientes arrojan algo más de esperanza y apuntan a que lo peor comienza a quedar atrás. La confianza de los empresarios está mejorando e, incluso en la debilitada industria manufacturera, la actividad ha repuntado, acumulando este año un avance del 3,5% desde mínimos.

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