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Episodio especial "Crímenes políticos": Las masacres de Lídice y Lezaky Punto Ciego, un podcast de true crime

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27 de mayo de 1942, Reinhard Heydrich, jefe de la Oficina de la policía del Reich, mano derecha de Himmler, y por tanto número dos de las SS, y gobernador del Protectorado de Bohemia y Moravia, se dirige en su Mercedes descapotable 320 cabriolet B a su despacho en el Palacio de Praga cuando, a las 10 y 20 de la mañana, aprovechando que el chófer Johannes Klein tiene que aminorar la marcha para tomar una curva, los soldados checoslovacos Jozef Gabcik y Jan Kubis, que llevan meses junto con los servicios secretos británicos planeando el atentado, emboscan el vehículo del dirigente alemán que, sin embargo, sobrevive al ataque aunque acaba malherido. El 4 de junio Heydrich, el carnicero de Praga, la Bestia rubia, el verdugo y uno de los arquitectos de la Solución final, entra en coma y fallece a los 38 años. Su asesinato supone un duro golpe para el régimen alemán que en esos momentos tiene sometida a Europa bajo el dominio de sus botas ya que constata que la política de terror y muerte con la que los nazis controlan sus territorios no es capaz de eliminar la insurgencia. Hitler, furioso y temeroso de que la muerte de Heydrich de alas a otros atentados similares en los territorios ocupados, ordena que se aplique un castigo ejemplar pues, según él, la vida de Heydrich vale por la de 10,000 checos. La brutal e inmisericorde respuesta nazi al atentado le costará la vida a más de 50000 personas de forma directa, conducirá a otras 13,000 personas a campos de concentración donde la gran mayoría serán gaseados, entre ellos familiares y amigos de los soldados checos que participaron en la acción contra Heydrich, y la aniquilación total de dos villas y de prácticamente todos sus habitantes: esta es la historia de las masacres de Lídice y Lezaky.

27 de mayo de 1942, Reinhard Heydrich, jefe de la Oficina de la policía del Reich, mano derecha de Himmler, y por tanto número dos de las SS, y gobernador del Protectorado de Bohemia y Moravia, se dirige en su Mercedes descapotable 320 cabriolet B a su despacho en el Palacio de Praga cuando, a las 10 y 20 de la mañana, aprovechando que el chófer Johannes Klein tiene que aminorar la marcha para tomar una curva, los soldados checoslovacos Jozef Gabcik y Jan Kubis, que llevan meses junto con los servicios secretos británicos planeando el atentado, emboscan el vehículo del dirigente alemán que, sin embargo, sobrevive al ataque aunque acaba malherido. El 4 de junio Heydrich, el carnicero de Praga, la Bestia rubia, el verdugo y uno de los arquitectos de la Solución final, entra en coma y fallece a los 38 años. Su asesinato supone un duro golpe para el régimen alemán que en esos momentos tiene sometida a Europa bajo el dominio de sus botas ya que constata que la política de terror y muerte con la que los nazis controlan sus territorios no es capaz de eliminar la insurgencia. Hitler, furioso y temeroso de que la muerte de Heydrich de alas a otros atentados similares en los territorios ocupados, ordena que se aplique un castigo ejemplar pues, según él, la vida de Heydrich vale por la de 10,000 checos. La brutal e inmisericorde respuesta nazi al atentado le costará la vida a más de 50000 personas de forma directa, conducirá a otras 13,000 personas a campos de concentración donde la gran mayoría serán gaseados, entre ellos familiares y amigos de los soldados checos que participaron en la acción contra Heydrich, y la aniquilación total de dos villas y de prácticamente todos sus habitantes: esta es la historia de las masacres de Lídice y Lezaky.

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