45 min

Iglesia [64] Le pusieron encima la cruz Palabra: Podcasts sobre la Biblia

    • Cristianismo

La cuestión del dolor es un problema para todos. Lo es también para el creyente, por supuesto; pero parece que es el que no cree el que se apresura más fácilmente a hacer su veredicto: ¿Cómo puede existir un Dios bueno si hay tanto sufrimiento en el mundo?, nos preguntan ellos a menudo. Si todo es fruto del azar y aparentemente no hay un sentido detrás de la existencia, ¿por qué entonces nos preguntamos por la justicia una y otra vez? Dios es el problema y es por eso que buscamos en él la solución. Si no hay Dios, entonces tampoco hay un problema del dolor que haya que enfrentar. Sabemos bien que hasta los ateos más seguros de sí mismos claman también a Dios en los momentos de desesperación. ¿Por qué? Todo nuestro interior nos empuja a creer que hay un Dios pero no podemos entender cómo es posible que sean compatibles su amor y su poder. Cuando estamos sufriendo somos incapaces de entenderlo. Debemos evitar a toda costa darles a ellos ningún tipo de discurso, por supuesto; muchos además usan sus dudas sólo como una cortina de humo, para evitar enfrentarse a ella. Podemos decir más aún. La Biblia misma no incluye una respuesta a esa pregunta de la forma que nosotros esperamos. No es que evite cubrir esa necesidad. El Libro de Job por ejemplo está dedicado precisamente a ello y la serie que hicimos sobre él está compartida también en Internet. El texto que veremos hoy, al igual que el Libro de Job, apunta claramente a que Dios es simultáneamente nuestro problema y también nuestro único remedio.... Podcast de Jose de Segovia sobre Evangelio de Lucas, Cap. 23 26-49

La cuestión del dolor es un problema para todos. Lo es también para el creyente, por supuesto; pero parece que es el que no cree el que se apresura más fácilmente a hacer su veredicto: ¿Cómo puede existir un Dios bueno si hay tanto sufrimiento en el mundo?, nos preguntan ellos a menudo. Si todo es fruto del azar y aparentemente no hay un sentido detrás de la existencia, ¿por qué entonces nos preguntamos por la justicia una y otra vez? Dios es el problema y es por eso que buscamos en él la solución. Si no hay Dios, entonces tampoco hay un problema del dolor que haya que enfrentar. Sabemos bien que hasta los ateos más seguros de sí mismos claman también a Dios en los momentos de desesperación. ¿Por qué? Todo nuestro interior nos empuja a creer que hay un Dios pero no podemos entender cómo es posible que sean compatibles su amor y su poder. Cuando estamos sufriendo somos incapaces de entenderlo. Debemos evitar a toda costa darles a ellos ningún tipo de discurso, por supuesto; muchos además usan sus dudas sólo como una cortina de humo, para evitar enfrentarse a ella. Podemos decir más aún. La Biblia misma no incluye una respuesta a esa pregunta de la forma que nosotros esperamos. No es que evite cubrir esa necesidad. El Libro de Job por ejemplo está dedicado precisamente a ello y la serie que hicimos sobre él está compartida también en Internet. El texto que veremos hoy, al igual que el Libro de Job, apunta claramente a que Dios es simultáneamente nuestro problema y también nuestro único remedio.... Podcast de Jose de Segovia sobre Evangelio de Lucas, Cap. 23 26-49

45 min