Siempre aprendiendo Resimus

La tristeza es un sentimiento frecuente en muchas personas. Sus consecuencias no son muy apetecibles. Por eso, quienes han pensado en el hombre a lo largo de la historia, han pensado en cómo salir de la tristeza, en cómo vencerla. Sto. Tomás de Aquino también propuso unos cuantos modos de vencer la tristeza.

El mundo está estrechando el espacio entre las trincheras. Son más grandes las trincheras que el espacio entre ellas. Muy fácilmente se quiere meter a las personas en tu trinchera y, a partir de ello, disparar a los de la trinchera de enfrente. También eso pasa a la Iglesia, quieren meter a pastores en trincheras, pero el pastor siempre permanece fuera.

El Papa Francisco ha establecido un único modo para la celebración de la liturgia de la Iglesia católica de rito latino. Es el señalado por el concilio Vaticano II, la forma ordinaria. A través de una carta ha restringido notablemente la celebración según la forma extraordinaria que Benedicto XVI había normalizado en la Iglesia.

Los catequistas hacen un gran servicio en la Iglesia. Sin ellos mucha gente se quedaría sin profundizar en la fe, sin el acceso a los sacramentos. Cualquier servicio en la Iglesia se llama ministerio. Desde hace un tiempo, los catequistas han pasado a ser un ministerio laical en la Iglesia. Te lo explico.

En la Iglesia hay misterios y los vivimos sin agobios. Tenemos una cierta conciencia de que las cosas de Dios nos superan, que Él nos trasciende. No somos capaces de comprenderlo todo. Dos misterios importantes son el de la Trinidad, el misterio del Dios uno y trino, y el de la Eucaristía, la presencia de Jesús en el pan y en el vino.

La Iglesia ha presentado su memoria de actividades del año pasado. En ella se ve lo que la Iglesia es y lo que la Iglesia hace. Detrás y delante de cada una de sus acciones hay personas, personas que dan y personas que reciben. Un pueblo de Dios que anuncia, celebra y comparte.