57 min

T. 05 Cap. 92 Juan David Pérez García "LA INFANCIA EN MÉXICO", en Los Productores‪.‬ Los Productores

    • Política

El año 2019 se caracterizó por los cambios políticos y
administrativos que impulsó el nuevo gobierno federal
basado en 25 proyectos estratégicos, austeridad en el
gasto público y reformas legislativas para institucionalizar
el modelo político del partido gobernante.
Se repitió la vieja práctica política de cada nuevo
sexenio, es decir, eliminar los programas estrella de las
administraciones anteriores para crear una versión
similar de los servicios pero bajo control político del
nuevo gobierno. El despido masivo de más de 20 mil
funcionarias y funcionarios federales representó diversas
crisis institucionales por desconocimiento de los
procedimientos administrativos, pérdida del calendario de
procesos y perfiles profesionales con escasa experiencia
en sus nuevas funciones. Las más evidentes fueron en el
sector salud y el ámbito cultural.
Niñas, niños y adolescentes se volvieron invisibles para
esta nueva administración al no formar parte de ninguno
de los 25 proyectos estratégicos que presentó Andrés
Manuel López Obrador, los cuales apuestas a estimular
el consumo interno, desarrollo de infraestructura nacional
y programas asistenciales para los segmentos de
población adulta más empobrecidos.
Dejar fuera a la niñez de los programas prioritarios
responde una mirada adultocéntrica que considera a
niñas, niños y adolescentes como ‘objetos de protección’
de su grupo familiar. Es decir, no se logra reconocer su
“equivalencia humana” frente a las personas adultas, por
lo que continúan recibiendo un trato desigual en todas las
acciones del Estado y al interior de sus núcleos
familiares. Al tiempo de limitar su participación en los
temas que les afectan, impidiendo la construcción de
ciudadanía temprana.
El nuevo gobierno federal tiene la oportunidad histórica
de lograr un cambio profundo en el país al priorizar el
interés superior de la niñez como lo establece el Art. 4o
Constitucional, por lo que una alternativa sería construir
el programa estratégico 26 con los nueve compromisos
por los derechos de la niñez que firmó el pasado 30 de
abril del 2018, cuando era candidato a la Presidencia.
REDIM realiza desde 2010 un balance del año que
concluye para identificar los avances y retrocesos en el
cumplimiento de las leyes mexicanas y el cumplimiento
de los compromisos internacionales en derechos
humanos e igualdad de género. El análisis se realiza a
través de los principios rectores de la Convención sobre
los Derechos del Niño (ONU,1989): supervivencia y
desarrollo, no discriminación, participación e interés
superior de la niñez.

https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=10&ved=2ahUKEwj-3OWi8rHnAhUNWq0KHQbNC8IQFjAJegQIARAB&url=http%3A%2F%2Fderechosinfancia.org.mx%2Fdocumentos%2FREDIM_Balance_Anual_2019.pdf&usg=AOvVaw2atwgT2O9juGrmNxBmdKUT

El año 2019 se caracterizó por los cambios políticos y
administrativos que impulsó el nuevo gobierno federal
basado en 25 proyectos estratégicos, austeridad en el
gasto público y reformas legislativas para institucionalizar
el modelo político del partido gobernante.
Se repitió la vieja práctica política de cada nuevo
sexenio, es decir, eliminar los programas estrella de las
administraciones anteriores para crear una versión
similar de los servicios pero bajo control político del
nuevo gobierno. El despido masivo de más de 20 mil
funcionarias y funcionarios federales representó diversas
crisis institucionales por desconocimiento de los
procedimientos administrativos, pérdida del calendario de
procesos y perfiles profesionales con escasa experiencia
en sus nuevas funciones. Las más evidentes fueron en el
sector salud y el ámbito cultural.
Niñas, niños y adolescentes se volvieron invisibles para
esta nueva administración al no formar parte de ninguno
de los 25 proyectos estratégicos que presentó Andrés
Manuel López Obrador, los cuales apuestas a estimular
el consumo interno, desarrollo de infraestructura nacional
y programas asistenciales para los segmentos de
población adulta más empobrecidos.
Dejar fuera a la niñez de los programas prioritarios
responde una mirada adultocéntrica que considera a
niñas, niños y adolescentes como ‘objetos de protección’
de su grupo familiar. Es decir, no se logra reconocer su
“equivalencia humana” frente a las personas adultas, por
lo que continúan recibiendo un trato desigual en todas las
acciones del Estado y al interior de sus núcleos
familiares. Al tiempo de limitar su participación en los
temas que les afectan, impidiendo la construcción de
ciudadanía temprana.
El nuevo gobierno federal tiene la oportunidad histórica
de lograr un cambio profundo en el país al priorizar el
interés superior de la niñez como lo establece el Art. 4o
Constitucional, por lo que una alternativa sería construir
el programa estratégico 26 con los nueve compromisos
por los derechos de la niñez que firmó el pasado 30 de
abril del 2018, cuando era candidato a la Presidencia.
REDIM realiza desde 2010 un balance del año que
concluye para identificar los avances y retrocesos en el
cumplimiento de las leyes mexicanas y el cumplimiento
de los compromisos internacionales en derechos
humanos e igualdad de género. El análisis se realiza a
través de los principios rectores de la Convención sobre
los Derechos del Niño (ONU,1989): supervivencia y
desarrollo, no discriminación, participación e interés
superior de la niñez.

https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=10&ved=2ahUKEwj-3OWi8rHnAhUNWq0KHQbNC8IQFjAJegQIARAB&url=http%3A%2F%2Fderechosinfancia.org.mx%2Fdocumentos%2FREDIM_Balance_Anual_2019.pdf&usg=AOvVaw2atwgT2O9juGrmNxBmdKUT

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