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Este estudio es la continuación de "Reconstruyendo con Nehemías", basado en el Libro del mismo nombre. Después de la reconstrucción de nuestras vidas, ahora tenemos que mantener avivada nuestra vida espiritual, y con principios basados en la Palabra de Dios vamos a descubrir cómo hacerlo.

Atizando Fuego con Nehemías Ministerio UMCD

    • Religion & Spirituality

Este estudio es la continuación de "Reconstruyendo con Nehemías", basado en el Libro del mismo nombre. Después de la reconstrucción de nuestras vidas, ahora tenemos que mantener avivada nuestra vida espiritual, y con principios basados en la Palabra de Dios vamos a descubrir cómo hacerlo.

    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 01) - Intencionalmente en Su Palabra [Nehemías 7:53 - 8:8]

    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 01) - Intencionalmente en Su Palabra [Nehemías 7:53 - 8:8]

    01 – Intencionalmente en Su Palabra

    Nehemías 7:73 – 8:8
    “… Venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades; y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel. Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender, el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y el escriba Esdras estaba sobre un púlpito de madera que habían hecho para ello, y junto a él estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías a su mano derecha; y a su mano izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías y Mesulam. Abrió, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo estuvo atento. Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra. Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.”

    1.Poco a poco la vida del pueblo de Judá estaba recobrando vida, y la ciudad estaba adquiriendo confianza, pero faltaba algo que encendería por completo un despertar espiritual después de décadas de frialdad: Necesitaban de la Palabra de Dios.
    2.Todo el pueblo se junta para escuchar la Palabra, y para ello preparan un escenario adecuado para poder escuchar sin interrupciones la lectura; levantan un púlpito de madera que sobresalía del piso para que todos escuchen con claridad.
    3.Mientras el pueblo se prestaba a escuchar, Esdras levanta una oración de adoración, en la cual todos se postran humillados reconociendo a Dios.
    4.Los levitas que acompañaban Esdras en la lectura explicaban al pueblo lo que se leía para que ellos lo entendiesen.

    Todo el pueblo estaba ya establecido en sus casas, pero faltaba volver a la comunión espiritual con Dios. Si bien, Nehemías mantenía una relación íntima con Dios, el pueblo aún estaba necesitado de la enseñanza para que los cambios dados sean permanentes. Habían pasado muchos años sin una vida espiritual vibrante, habían estado muy alejados de Dios, y solo la Palabra podía reavivar al pueblo. (He. 4:12)

    Lo que produjo un avivamiento nacido del aprendizaje fue que:

    -Tuvieron ánimo pronto de aprender: Todos se reunieron para escuchar a Esdras.
    -Sacaron tiempo para escuchar: Desde muy temprano en la mañana hasta el mediodía, todos estaban atentos a la enseñanza.
    -Pusieron toda su atención: No solo que se sentaron a oír, sino que estaban atentos a todo lo que se decía, ponían todos sus sentidos a la lectura.

    El resultado de esta actitud conjunta fue un avivamiento grande en la vida del pueblo.

    ¿Cuál es nuestra actitud cuando nosotros vamos a la Palabra de Dios? ¿Leemos simplemente con el propósito de cumplir un requisito, o ponemos mucha atención a lo que leemos para que la Biblia nos transforme? ¿Se produce adoración antes y después de la lectura de las Escrituras, o solo cerramos las páginas y seguimos nuestra cotidiana vida?

    No hagamos de la lectura de la Biblia un hábito frío en nosotros, pongamos nuestro corazón y mente en esta actividad si queremos que nuestras vidas sean avivadas por la Palabra de vida.

    «La intención con la que se lee la Biblia se reflejará en la manera como...

    • 9 min
    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 02) - Los frutos del convencimiento [Nehemías 8:9-18]

    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 02) - Los frutos del convencimiento [Nehemías 8:9-18]

    02 – Los frutos del convencimiento

    Nehemías 8:9-12, 17-18
    “Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado. […] Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande. Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne por siete días, y el octavo día fue de solemne asamblea, según el rito.”

    1.La exposición del pueblo a la Palabra de Dios trajo un profundo convencimiento de pecado. (Neh. 8:8, 9)
    2.Este convencimiento los movió a la compunción de todos, y esto quebranto al pueblo. Ellos reconocían que no sus mismos pecados, sino, sus pecados como nación habían traído el castigo de Dios.
    3.El arrepentimiento sincero toca las entrañas del mas duro corazón y lo quebranta hasta quebrantar todo su ser.
    4.Los levitas recuerdan al pueblo que el Señor estaba con ellos, y que, a pesar de todo, la fidelidad y bondad de Dios, junto a Su misericordia para perdonar les estaba brindando una nueva oportunidad. En el gozo que el Señor tenía por restaurar la nación hallarían la fuerza para seguir adelante.
    5.Deciden no detenerse en la aflicción, sino en celebrar las bondades de Dios, reconociendo que Él era un Dios de segundas oportunidades. Preparan comida para compartirla, y celebran con gratitud el amor del Señor.
    6.Al otro día, mientras seguían leyendo la ley, se dan cuenta que no habían celebrado la fiesta de los tabernáculos, y como era el mes séptimo (Neh. 7:73; Lv. 23:34), deciden hacerlo des pues de mucho tiempo.

    La lectura de la ley trajo un convencimiento profundo en todo el pueblo, lo que tuvo que ser controlado mediante el aliento que los levitas dan al pueblo para que no se detengan en la tristeza, sino que celebren el perdón de Dios y la restitución de la comunión.

    Para quienes hemos pasado por procesos de pecados prolongados, el arrepentimiento solo viene cuando Dios nos convence de pecado por obra de Su Espíritu y Su Palabra (Jn. 16:8; 2 Ti. 3:16). Pero el gozo lo hallamos cuando recordamos que “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Jn 1:9)

    Si usted ha pecado, y ha reconocido ante Dios su error pidiendo perdón, no deje que ese sentimiento de culpa lo mantenga oprimido, sin que pueda celebrar el gozo del perdón del Señor. Dios es “bueno y perdonador, y grande en misericordia” (Sal. 86:5); si Él ya lo ha perdonado, pues vaya con confianza a Su presencia y continúe edificando su relación con nuestro Padre Celestial, Él está presto, como el padre del hijo prodigo a restituir su vida sin reparos.

    «En el inmenso amor de Dios no hay límites para Su perdón ante un corazón plenamente arrepentido» ¡Celebre Su misericordia! –Ministerio UMCD–

    #AtizandoFuego #Perdón #Arrepentimiento #Avivamiento #Misericordia #Fidelidad #Convencimiento #Pecado #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios

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    • 9 min
    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 03) - Una retrospección saludable [Nehemías 9:1-37]

    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 03) - Una retrospección saludable [Nehemías 9:1-37]

    03 – Una retrospección saludable

    Nehemías 9:1-8
    “El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos de Israel en ayuno, y con cilicio y tierra sobre sí.
    2 Y ya se había apartado la descendencia de Israel de todos los extranjeros; y estando en pie, confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres.
    3 Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios.
    4 Luego se levantaron sobre la grada de los levitas, Jesúa, Bani, Cadmiel, Sebanías, Buni, Serebías, Bani y Quenani, y clamaron en voz alta a Jehová su Dios.
    5 Y dijeron los levitas Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías: Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bendígase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza.
    6 Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.
    7 Tú eres, oh Jehová, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos, y le pusiste el nombre Abraham;
    8 y hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste pacto con él para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo.”

    1.La fiesta de los tabernáculos ya había terminado, y ya muchos se habían separado de la relación pecaminosa con las personas paganas, aunque no todos (Neh. 9:2. Comp. Esdras 10).
    2.Aun en claro sentir de arrepentimiento se reúnen para adorar a Dios en “ayuno, y con cilicio y tierra”, que era una señal de temor y vergüenza por los pecados pasados.
    3.Vuelven a leer la ley entre todo el pueblo, y mientras estaban leyendo comparaban todo lo que sus padres habían hecho, y confesaban sus pecados. Era un proceso de duelo sincero, que nacía de un corazón que deseaba estar alineado con Dios.
    4.Hacen un análisis de los mayores eventos del pueblo, desde que fue elegido Abraham como el patriarca, hasta las veces que pecaron en el desierto. Recordaron la misericordia de Dios, Su paciencia, guía, provisión y justicia. Mirando hacia atrás pudieron ver su propio pecado, pero también la fidelidad y misericordia de Dios en su favor. Esto les ayudaría a mirar hacia adelante, sabiendo de donde vienen, para no volver a estar en el mismo lugar.
    5.Como resultado de todo este inventario adoraron a Dios por quien Él había sido con Su pueblo. (Neh. 9:31-33)

    Para poder seguir adelante en nuestra vida espiritual, siempre es bueno mirar en retrospectiva para mirar todo lo que ha pasado con nosotros. Este análisis espiritual nos ayuda a recordar sanamente todo lo sucedido con una mente analítica, de esta forma podremos mirar las causas de nuestros errores, los daños que nuestras desobediencias produjeron, pero también nos ayudará a mirar a Dios, quien ha venido obrando con misericordia, fidelidad y paciencia en nuestra vida.

    El pueblo que estaba en Judá se había reunido para considerar todo lo pasado, para saber donde ellos han estado, pero también encontraron todos los rastros de la bondad de Dios visto en Su guía, provisión, corrección y eterno amor. Esta retrospección los llevó a analizar con prudencia toda la obra de Dios y las diversas respuestas del pueblo, y el resultado final fue el de adoración.

    Busquemos en estos días un tiempo sano, prudente, para poder mirar hacia atrás, al pasado de nuestras vidas, y podremos mirar en todas las cosas que hemos hecho mal, y nos sorprenderemos las veces en que Dios obró de muchas formas. Cuando mire hacia el pasado verá la mano de Dios en todo el tiempo, y se fijará como este examen le dará como resultado un corazón que...

    • 9 min
    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 04) - Es hora de hacer compromiso [Nehemías 9:32 - 10:39]

    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 04) - Es hora de hacer compromiso [Nehemías 9:32 - 10:39]

    04 – Es hora de hacer compromiso

    Nehemías 9:32 – 10:1, 28-29
    “Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, temible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento que ha alcanzado a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día. Pero tú eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo. Nuestros reyes, nuestros príncipes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no pusieron por obra tu ley, ni atendieron a tus mandamientos y a tus testimonios con que les amonestabas. Y ellos en su reino y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra espaciosa y fértil que entregaste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras. He aquí que hoy somos siervos; henos aquí, siervos en la tierra que diste a nuestros padres para que comiesen su fruto y su bien. Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se enseñorean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestros ganados, conforme a su voluntad, y estamos en grande angustia. A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes. Los que firmaron fueron: Nehemías el gobernador, hijo de Hacalías, y Sedequías, […] Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros y cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de las tierras a la ley de Dios, con sus mujeres, sus hijos e hijas, todo el que tenía comprensión y discernimiento, se reunieron con sus hermanos y sus principales, para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios, que fue dada por Moisés siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos, decretos y estatutos de Jehová nuestro Señor.”

    1.Mientras más leían la ley de Moisés, y entre más hallaban todas las faltas que habían cometido como pueblo, más se incrementaba el deseo de no querer fallar más al Señor. Un deseo profundo se levantaba en el corazón del pueblo reunido en Jerusalén. (Neh. 9)
    2.Este sentimiento se generaba por el reconocimiento de quién era Dios y su relación con el pueblo. (Neh. 9:32, 33)
    3.Deciden hacer un pacto público de todo el pueblo “para protestar y jurar que andarían en la ley de Dios… y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos…” (Neh. 10:29)
    4.En ese juramento especificaron las principales áreas que deseaban obedecer para dejar en claro como nación todo lo que deseaba cambiar, y cual había sido su gran error. (Neh. 10:30-39)

    Cuando reconocemos sinceramente nuestro error, y cuando nos arrepentimos de corazón, es cuando nuestro compromiso al Señor va a darse como un profundo deseo de cambio completo. En ese instante un compromiso debe hacerse para no fallarle. Este acto es una manifestación real de arrepentimiento.

    Este pacto debe ser una consagración a vivir una vida santa, digna de Aquel que nos perdona todas nuestras iniquidades.

    «El arrepentimiento sincero debe llevar al creyente al compromiso verdadero a no querer fallarle, sino, no ha existido arrepentimiento» –Ministerio UMCD–

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    • 9 min
    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 05) - En el crecimiento está el fortalecimiento [Neh. 11-12]

    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 05) - En el crecimiento está el fortalecimiento [Neh. 11-12]

    05 – En el crecimiento está el fortalecimiento

    Nehemías 11:1-6
    “Habitaron los jefes del pueblo en Jerusalén; mas el resto del pueblo echó suertes para traer uno de cada diez para que morase en Jerusalén, ciudad santa, y las otras nueve partes en las otras ciudades. Y bendijo el pueblo a todos los varones que voluntariamente se ofrecieron para morar en Jerusalén. Estos son los jefes de la provincia que moraron en Jerusalén; pero en las ciudades de Judá habitaron cada uno en su posesión, en sus ciudades; los israelitas, los sacerdotes y levitas, los sirvientes del templo y los hijos de los siervos de Salomón. En Jerusalén, pues, habitaron algunos de los hijos de Judá y de los hijos de Benjamín. De los hijos de Judá: Ataías hijo de Uzías, hijo de Zacarías, hijo de Amarías, hijo de Sefatías, hijo de Mahalaleel, de los hijos de Fares, y Maasías hijo de Baruc, hijo de Colhoze, hijo de Hazaías, hijo de Adaías, hijo de Joiarib, hijo de Zacarías, hijo de Siloni. Todos los hijos de Fares que moraron en Jerusalén fueron cuatrocientos sesenta y ocho hombres fuertes.”

    1.En la ciudad de Jerusalén había muy poca población a causa de las deportaciones o los exilios. La ciudad “era espaciosa y grande, pero poco pueblo dentro de ella, y no había casas reedificadas” (Neh. 7:4), por lo que tenían que repoblarla para lograr una seguridad.
    2.Deciden repoblar la ciudad, con el propósito de incrementar el numero de habitantes, pero también traería vida comercial y social a una ciudad, que un par de meses atrás batallaba por subsistir.
    3.Deciden traer a la décima parte de la población que se encontraba en las afueras por sorteo, mientras que otros voluntarios se animaron a quedarse para fortalecer la vida de Jerusalén.
    4.Los líderes son los primeros en ser considerados como habitantes de la ciudad, y los que ya habitaban ahí.
    5.Esto levantaría más el ánimo del pueblo y los llevaría a ser una ciudad importante.

    En el resto del relato, hasta la mitad del capítulo 12, se lee una lista de todas las personas que fueron los habitantes de la gran Sion. Nehemías veía como poco a poco, la ciudad que casi un año atrás había conmovido su corazón para buscar el favor de Dios (Neh. 1:1-4), ahora estaba teniendo vida real, pero necesitaba incrementar el número de habitantes para fortalecerse más.

    La decisión fue repoblarse, y así lograron ser una ciudad estable, hasta la venida del Mesías. Este acontecimiento trajo bendición a toda Jerusalén y Judá. Desde ese día se dedicarían amar al único Dios, y no ir en pos de dioses ajenos.

    En nuestra vida espiritual, el avivamiento puede traer un gran movimiento que nos lleve a buscar a Dios, pero si no trabajamos en nuestro crecimiento espiritual, esas emociones temporales de la búsqueda de Dios se ven cortas cuando el creyente no busca crecer espiritualmente.

    El Señor va a obrar en nosotros para producir el crecimiento espiritual (Fil. 2.13), pero somos nosotros quienes debemos desarrollar esta área (Fil. 3:12-16). A través de la lectura de la Biblia, la oración, la obediencia, el estudio profundo de Su Palabra, el servicio, y la disciplina espiritual de alejarnos de cualquier tentación lo lograremos.

    Muchos se quedan cortos en este fortalecimiento porque no continúan en su crecimiento, lo que los llevará nuevamente a caer en una vida espiritual monótona, y aún más, a un retroceso.

    ¿Qué está haciendo hoy para crecer espiritualmente? ¿En qué áreas de su vida no ha forjado un crecimiento constante? Recuerde, en el crecimiento estará nuestro fortalecimiento. (Is. 54:2, 3)

    «El avivamiento espiritual es el inicio a una vida de cambio, pero debemos mantenernos constantes en nuestro crecimiento para que podamos ser fuertes, y no volver a caer de donde salimos» –Ministerio UMCD–

    #AtizandoFuego #Fortalecimiento #Crecimiento #Avivamiento #Disciplina #Meta #ObraDeDios #Voluntad #MinisterioUMCD...

    • 8 min
    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 06) - Es tiempo de nuestra dedicación [Nehemías 12:27-47]

    Atizando Fuego con Nehemías (Episodio 06) - Es tiempo de nuestra dedicación [Nehemías 12:27-47]

    06 – Es tiempo de nuestra dedicación

    Nehemías 12:27-31
    “Para la dedicación del muro de Jerusalén, buscaron a los levitas de todos sus lugares para traerlos a Jerusalén, para hacer la dedicación y la fiesta con alabanzas y con cánticos, con címbalos, salterios y cítaras. Y fueron reunidos los hijos de los cantores, así de la región alrededor de Jerusalén como de las aldeas de los netofatitas; y de la casa de Gilgal, y de los campos de Geba y de Azmavet; porque los cantores se habían edificado aldeas alrededor de Jerusalén. Y se purificaron los sacerdotes y los levitas; y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro. Hice luego subir a los príncipes de Judá sobre el muro, y puse dos coros grandes que fueron en procesión; el uno a la derecha, sobre el muro, hacia la puerta del Muladar.”

    Nehemías 12:44-47
    “En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para recoger en ellas, de los ejidos de las ciudades, las porciones legales para los sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con respecto a los sacerdotes y levitas que servían. Y habían cumplido el servicio de su Dios, y el servicio de la expiación, como también los cantores y los porteros, conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo. Porque desde el tiempo de David y de Asaf, ya de antiguo, había un director de cantores para los cánticos y alabanzas y acción de gracias a Dios. Y todo Israel en días de Zorobabel y en días de Nehemías daba alimentos a los cantores y a los porteros, cada cosa en su día; consagraban asimismo sus porciones a los levitas, y los levitas consagraban parte a los hijos de Aarón.”

    1.El pueblo estaba tan agradecido con el Señor que decidieron hacer una celebración para consagrar el muro.
    2.El gozo era tal que decidieron hacer una ceremonia llena de alabanza, por lo que organizan dos coros que recorrerían todo el muro en forma separada, para encontrarse al final en “la casa de Dios.” (Neh. 12:40).
    3.Hicieron gran fiesta, sacrificando un gran número de animales para agradecer a Dios por todas sus bondades. Trajeron tal cantidad de ofrendas, que tuvieron que disponer de personas que recibieran todos los diezmos y ofrendas que el pueblo traía. (Neh. 12:43-44)
    4.Y se entregaron de tal manera, que ofrecían especialmente a los sacerdotes y cantores. Se dieron todo a Dios en adoración como señal de agradecimiento por la reconstrucción de Jerusalén y de sus vidas.

    Todo el pueblo reconocía que Dios había sido bueno, que todo lo que tenían había sido fruto de la mano bondadosa de Dios. Él fue quien había permitido la reconstrucción de la ciudad, obrando en el corazón de Ciro, Darío y Artajerjes para que pudieran salir los tres grupos que volvieron a Jerusalén (2 Cr. 36.22-23; Esd. 6:1-12; Neh. 2:1-10). Él les había provisto del material y de las fuerzas para lograr tal obra de reconstrucción, y Él mismo les había ayudado a enfrentar a sus enemigos. Todo había sido obra del Señor.

    Cuando miramos hacia atrás, y podemos ver toda la mano poderosa y bondadosa de Dios en favor de nuestra vida, lo que debe salir de un corazón agradecido es una consagración de todo lo que somos y tenemos a Dios.

    En un mundo caído, donde nuestro ego y el mundo nos dicen que debemos hacerlo todo para nosotros mismos, el encuentro con nuestra carne nos llevará a negar nuestra entrega a Dios. Pero cuando hacemos un reconocimiento de la mano buena del Señor en nuestro favor, es cuando nuestro agradecimiento debe terminar en nuestra dedicación entera de todo lo que soy a Él.

    «La entrega a Dios nace de un corazón agradecido que reconoce que todo lo que somos y tenemos es resultado de la bondadosa y poderosa mano del Señor» –Ministerio UMCD–

    #AtizandoFuego #Agradecimiento #Consagración #Avivamiento #ObraDeDios #Voluntad #MinisterioUMCD #UnMomentoConDios

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    • 10 min

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