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1930 – Bonnie Parker le envía desesperadas y conmovedoras cartas. También intentaba hacerlo Clyde que, inteligente, se dirige a ella como si fueran marido y mujer para que la policía no intercepte sus cartas. Un espacio de Bárbara Espejo.

1930 - Coincidieron en la casa de un amigo, ella jovencísima y menuda, separada de su marido, se dejó encantar por el carisma de Clyde y la pasión que compartían por las armas. Aunque no son todavía el espectáculo de huidas y balas que serán, Barrow está en la cárcel por delitos menores y Bonnie lo extraña, le escribe poemas y largas cartas desesperadas y tristes, extrañándolo y asfixiada por una vida de estrecheces. Un espacio de Bárbara Espejo.

1967 -Adolfo Bioy Casares tenía once años menos que Silvina Ocampo. Se casaron en 1940 sin avisar a nadie. Bioy, rescataba o iniciaba romances que, se supone Silvina conocía y aceptaba, pero, de todos modos, sufría. Cuentan que cuando salía y tardaba (porque siempre volvía) ella lo esperaba sentada en un sillón que había mandado poner en la puerta de la casa. Se ponía nerviosa también cuando Bioy viajaba. Sabía que no era de estar solo pero él, nunca dejaba de escribirle. Un espacio de Bárbara Espejo.

1967 - Nacen Kurt Cobain, Carla Bruni y la editora, periodista, pero sobre todo poeta Enzia Verduchi en Italia, pero a los cuatro años se traslada a México con su familia y se declararía ella escritora mexicana. Traducidos sus poemas al inglés, francés, hindi, polaco, se aleja aquí de los versos para escribir una carta de amor concentrada en los besos y la memoria. Un espacio de Bárbara Espejo.

1932 - Y algunos escritores de la generación del 27 que han sobrevivido a la Guerra Civil Española, han huído, como Pedro Salinas, que se refugia en Estados Unidos y conocería ese verano a Katherine Whitmore, de quien se enamoraría perdidamente y le enviaría más de 300 cartas de amor, como esta. Un espacio de Bárbara Espejo.

2006 – Stephen Fry protagoniza un documental llamado: “La vida secreta del maníaco depresivo” donde revela con franqueza los efectos en su vida diaria de su diagnóstico de bipolaridad. Quería romper tabúes y estigmas y se convirtió, cómo no, en una especie de embajador de la salud mental. Un día recibe una carta de Crystal, una joven admiradora de su trabajo que atravesaba un período de depresión. Como buen conocedor del infierno. Fry le contesta con empatía y humor a través de esta carta. Un espacio de Bárbara Espejo.