Dedicar los primeros minutos de mi día a hablar con Dios, y permitirme hablarme, ha sido una bella costumbre que practico desde muchos años atrás. Recibir tanta fuerza y aliento a través de sus palabras y maravillarme continuamente al ver como Él utilizaba cualquier medio para confortar mi alma, se convirtió en una rutina tan gratificante y sorprendente que quise sacarla de la intimidad par compartirla con todos mis seguidores.
Y así fue como nació Decisiones de Vida, un compendio de pensamientos, reflexiones y meditaciones personales, sobre diversos temas y tópicos de la vida cotidiana.