Seres y estares EITB Radio Televisión Pública Vasca

Mertxe Guillén madruga y, con su grabadora, se acerca al mercado de mayoristas de Vitoria. Un podcast  sobre los currelas, los sonidos y el bullicio de un mercado que no para. 

Oier tiene 36 años, vive con sus padres en el barrio de Arambizkarra. Estudió en la ikastola Odon de Apraiz y en el instituto Koldo Mitxelena. En la actualidad no trabaja, aunque le gustaría conseguir un empleo para poder independizarse.
El primer obstáculo que se encontró Oier en su vida fue al nacer. En el caso de Oier su discapacidad es física, con cierta atrofia muscular en manos y piernas.
En este viaje con Oier, que empezamos en su casa, nos lleva hasta el centro de Hipoterapia integrada Zaldiharana.
 

El sonido del despertador que cada mañana nos atrona y que hace que brinquemos de la cama. El agua que corre por el grifo y que anuncia una ducha, un baño despertador. El goteo del café que cae en la taza que nos va a acabar de espabilar. Los motores a toda velocidad de esos coches que nos llevan a nuestro puesto de trabajo. El sonido de las teclas del ordenador que machaconamente aporreamos ultimando las crónicas informativas. El bullicio de los comensales en un restaurante lleno hasta los topes.
Pero hay sonidos que nos pueden condicionar nuestra vida.

Leidy Aldana, Julio Avila  y Javier Rojas  un día dejaron de ver, pero no de vivir !
En el podcast conocemos tres historias de superación y un canto a la esperanza y a las ganas de vivir. A pesar de que la sociedad  les deja muchas veces de lado. siguen con el día a día, sorteando las dificultades que les pone el camino.
Mertxe Guillen les acompaña en un da normal para contarlo en  el podcast  Seres y Estáres.





 

Hay muchos servicios itinerantes en el ámbito rural, y uno de ellos es el que realiza un cartero que trabaja repartiendo en dieciséis pueblos. Mertxe Guillen ha realizado un reportaje con el cartero Jokin Carrascal y en un día repartieron más de 20 paquetes y alrededor de 400 cartas.
Hace falta que te guste conducir por carreteras secundarias, entre campos de cereal o praderas, con sol, lluvia o nieve, si toca. Para ser cartero o cartera rural hace falta saber que en la mayoría de pueblos que te encuentres, sus calles no tendrán nombre o, si acaso, alguna calle mayor, simple.

Con 253 cabezas de ganado, 113 de ellas de ordeño, la granja Ribatxenta de Ollavarre, utiliza un sistema de ordeño robotizado durante 24 horas siete días a la semana.  
Esta explotación cumple con las condiciones de bienestar animal, en un sistema de camacaliente, las vacas viven estabuladas en un recinto cerrado y diariamente el suelo que pisan se renueva con paja.
Mertxe Guillén se acerca a la granja Ribatxenta de Ollavarre para conocer cómo es esta granja con 253 cabezas de ganado. Allí le recibe los hermanos Blanca y Txema López de Abetxuko.