59 min

Nada más que música - Héroes del Silencio NADA MÁS QUE MÚSICA

    • Musica

Un día más vamos a repasar un poco de la historia de la música, en este caso española, y para más precisión, zaragozana. Este programa estaba en deuda con el grupo más internacional que ha dado esta ciudad. Por supuesto, nos son otros que Héroes del Silencio. Hoy saldaremos esta deuda.

Esto ha sido “Apuesta por el rock and roll”, un corte de Rarezas, uno de sus discos recopilatorios.
Pero para Héroes del Silencio todo terminó el 10 de febrero de 1996, en una habitación de hotel de Tijuana, México. Enrique invitó inesperadamente a sus compañeros a una reunión y, ante su sorpresa, puso encima de la mesa un par de folios, escritos por las dos caras, en los que se resumía el futuro “modus operandi” que el grupo debería asumir desde ese momento. El mensaje era imperativo y no dejaba lugar a dudas: no más guitarras eléctricas, canciones cortas, obligatoriedad para todos de investigar en las nuevas tecnologías, …
Juan Valdivia, guitarrista de la banda, se levantó y se fue. Punto y final.
Claro que, para llegar a este punto, habían pasado muchas cosas. Nos remontamos a 1980, ciudad de Zaragoza. Pedro y Juan Valdivia, batería y guitarra respectivamente, comenzaron a dar sus primeros paso en el mundo de la música, junto con su primo Javier Guajardo, cantante, formando el grupo de pop Zumo de vidrio. Era la época de la movida madrileña donde cortaban el bacalao grupos como Alaska y Dinarama, Radio Futura, Nacha Pop, Gabinete Galigari o Los Secretos. Del extranjero nos llegaban músicas diversas como Michael Jackson, The Police o Dire Straits. En este contesto nació el proyecto Héroes.
Entre dos tierras, quizá su mayor éxito.

Al poco tiempo, entró en escena Enrique Ortiz de Landázuri, más tarde conocido como Enrique Búnbury, que por entonces tocaba el bajo y cantaba en Proceso Entrópico y le invitaron a unirse al proyecto. Con formato de trío, el cantante anterior ya había abandonado la banda, comenzaron sus primera actuaciones y grabaron su primera maqueta. Las nuevas canciones tenían un estilo oscuro y simbólico, con claras influencias post punk, muy distinto al pop de Zumo de Vidrio, así que decidieron cerrar esta etapa y empezar de cero. En 1985, se incorporó al trío un nuevo bajista, Joaquín Cardiel, para que Bunbury se dedicara a cantar con más libertad. También por esas fechas abandonó el grupo Pedro Valdivia para centrarse en sus estudios y fue sustituido por el bateria zaragozano Pedro Andreu. Y con todos estos movimientos, se completó la banda, una banda que… todavía no tenía nombre.
Maldito duende.

El nombre llegó, como suele pasar casi siempre, por azar. Estaban promocionando su primera maqueta y tenía que acudir a una entrevista en Radio Zaragoza y seguían sin nombre. Alguien sugirió “Héroes del Silencio”, el título de una de sus canciones, que posteriormente cambiaron por Héroe de leyenda, y la idea gustó a todos y así quedó la cosa.
A partir de este momento, todo se aceleró: ganadores de la fase regional del Festival de Benidorm, finalistas del concurso “Nuevo Pop Español”, bombazo en las Fiestas del Pilar y primeros contactos con los ejecutivos de las discográficas.
Uno de ellos, Gustavo Montesano, productor y guitarrista de Olé Olé, se acercó a Zaragoza para verles en directo y quedó impresionado e inmediatamente se los recomendó a la multinacional EMI.
A pesar de todo, EMI no lo tenía del todo claro y decidió empezar con un EP con cuatro temas que se grabó a finales de 1987. El trabajo vendió 30,000 copias, un récord absoluto para un lanzamiento debut.
Con las cosas un poco más claras, la discográfica se atrevió ya con un nuevo lanzamiento, un LP que Héroes tuvo que componer en tiempo récord para publicarse en octubre de 1988. El mar no cesa fue disco de platino y vendió más de 150,000 copias. En la gira correspondiente, Héroes del Silencio dejó definitivamente constancia de su calidad y de la contundencia de sus

Un día más vamos a repasar un poco de la historia de la música, en este caso española, y para más precisión, zaragozana. Este programa estaba en deuda con el grupo más internacional que ha dado esta ciudad. Por supuesto, nos son otros que Héroes del Silencio. Hoy saldaremos esta deuda.

Esto ha sido “Apuesta por el rock and roll”, un corte de Rarezas, uno de sus discos recopilatorios.
Pero para Héroes del Silencio todo terminó el 10 de febrero de 1996, en una habitación de hotel de Tijuana, México. Enrique invitó inesperadamente a sus compañeros a una reunión y, ante su sorpresa, puso encima de la mesa un par de folios, escritos por las dos caras, en los que se resumía el futuro “modus operandi” que el grupo debería asumir desde ese momento. El mensaje era imperativo y no dejaba lugar a dudas: no más guitarras eléctricas, canciones cortas, obligatoriedad para todos de investigar en las nuevas tecnologías, …
Juan Valdivia, guitarrista de la banda, se levantó y se fue. Punto y final.
Claro que, para llegar a este punto, habían pasado muchas cosas. Nos remontamos a 1980, ciudad de Zaragoza. Pedro y Juan Valdivia, batería y guitarra respectivamente, comenzaron a dar sus primeros paso en el mundo de la música, junto con su primo Javier Guajardo, cantante, formando el grupo de pop Zumo de vidrio. Era la época de la movida madrileña donde cortaban el bacalao grupos como Alaska y Dinarama, Radio Futura, Nacha Pop, Gabinete Galigari o Los Secretos. Del extranjero nos llegaban músicas diversas como Michael Jackson, The Police o Dire Straits. En este contesto nació el proyecto Héroes.
Entre dos tierras, quizá su mayor éxito.

Al poco tiempo, entró en escena Enrique Ortiz de Landázuri, más tarde conocido como Enrique Búnbury, que por entonces tocaba el bajo y cantaba en Proceso Entrópico y le invitaron a unirse al proyecto. Con formato de trío, el cantante anterior ya había abandonado la banda, comenzaron sus primera actuaciones y grabaron su primera maqueta. Las nuevas canciones tenían un estilo oscuro y simbólico, con claras influencias post punk, muy distinto al pop de Zumo de Vidrio, así que decidieron cerrar esta etapa y empezar de cero. En 1985, se incorporó al trío un nuevo bajista, Joaquín Cardiel, para que Bunbury se dedicara a cantar con más libertad. También por esas fechas abandonó el grupo Pedro Valdivia para centrarse en sus estudios y fue sustituido por el bateria zaragozano Pedro Andreu. Y con todos estos movimientos, se completó la banda, una banda que… todavía no tenía nombre.
Maldito duende.

El nombre llegó, como suele pasar casi siempre, por azar. Estaban promocionando su primera maqueta y tenía que acudir a una entrevista en Radio Zaragoza y seguían sin nombre. Alguien sugirió “Héroes del Silencio”, el título de una de sus canciones, que posteriormente cambiaron por Héroe de leyenda, y la idea gustó a todos y así quedó la cosa.
A partir de este momento, todo se aceleró: ganadores de la fase regional del Festival de Benidorm, finalistas del concurso “Nuevo Pop Español”, bombazo en las Fiestas del Pilar y primeros contactos con los ejecutivos de las discográficas.
Uno de ellos, Gustavo Montesano, productor y guitarrista de Olé Olé, se acercó a Zaragoza para verles en directo y quedó impresionado e inmediatamente se los recomendó a la multinacional EMI.
A pesar de todo, EMI no lo tenía del todo claro y decidió empezar con un EP con cuatro temas que se grabó a finales de 1987. El trabajo vendió 30,000 copias, un récord absoluto para un lanzamiento debut.
Con las cosas un poco más claras, la discográfica se atrevió ya con un nuevo lanzamiento, un LP que Héroes tuvo que componer en tiempo récord para publicarse en octubre de 1988. El mar no cesa fue disco de platino y vendió más de 150,000 copias. En la gira correspondiente, Héroes del Silencio dejó definitivamente constancia de su calidad y de la contundencia de sus

59 min

Top podcast nella categoria Musica

The Story of Classical
Apple Music
ASCOLTARE e COMPRENDERE la MUSICA
Alessandro D'Argento
I Miss... Radio
Apple Music
Long Playing Stories
Virgin Radio
Helvete/Inferno
OnePodcast
A Casa di Tommy - Racconti musicali
Tommaso Cassano