Mi negro del Pacifico Marta García

Cuando hablamos de afrocolombianidad, hablamos de   raza negra, de gastronomía del pacifico, de palenqueras de frutas tropicales,   de sonrisa con dientes blancos y felices, de pies descalzo, de venta de   pescao, venta de plátano, venta de caimito, guaba, y otros productos que nos   identifican como verdaderos afroraizales.

Cuando   un negro escucha un cununo, una marimba, aiiiiiiiiidio mio, se me alborota el   yo no sé qué, aiiiiiidio mio, me muevo pa yyyya y pa caaa, pa ya y paca,,,   muevo mis caderas al ritmo del tambor, del wasa, de las maracas, y de la   marimba.

Cuando un negro enamora, Dios mido no hay sonrisa   más fresca y pesodica, no hay más amabilidad sincera, y sobre todo, no hace   falta la dulzura, el arreglo de sus cabellos, la armoniosidad de su cuerpo   esbelto, grueso, y sobre todo, la chabacanería de su jovial vestuario, y la   sutileza de sus frases al decir, “Negra llego tu negro”,!!! ahora si nos   vamos de fiesta!!!

Ahora cuando un negro de Tumaco se enferma, me duele   aquí, me duele acá, caramba vamos donde el curandero, vamos donde doña   carolina, ella lee las carta y adivina que es lo que la negra tiene, y me   comienza la receta, me baña con aguardiente, me fuma, me encinta, me mide, me   da aceite de bacalao, y más si tengo cangrina, me mete una bola, por donde no   se lo deseo a nadie, entonces ese es mi relato, de mi negro azabache, de mi   negro todo corazón, y de mi vida de negro, libre, con una playa hermosa, y   con pecao en la mañana, pecao al medio día y pecao sabroso en la noche.

VIVA MI PACIFICO COLOMBIANO, Y MI GENTE DE TODAS LAS   REGIONES DE MI TUMBAO NARIÑENSE.