Podliciaco‪.‬ Andrés R.

No es una sorpresa que el ser humano puede llegar a niveles de crueldad inimaginables; la situación se complica aún mas cuando vives en un país donde estas completamente olvidado por el gobierno, además de ello la guerra se llega a normalizar e incluso llegas a vivir el día a día, por supuesto no por que esta típica frase motivacional sea acuñada por los Nigerianos, sino por que el entorno se complica tanto, que sencillamente no sabes si amanecerás con vida, pues la muerte gira su ruleta y las posibilidades quedan puestas sobre la mesa, ¿será que te tocara morir por la escases de comida?, ¿por un ataque terrorista? o por lo que nos reúne el día hoy, secuestros y rituales vudú.

Las guerras de independencia dejaron grandes secuelas en los paises que las lucharon , en la mayoría de los casos son situaciones adversas que con el pasar de los años se pueden ir solucionando, sin embargo, Irlanda del Norte tendría un final distinto, pues si bien ellos no querían independizarse había una parte de la población que si lo buscaba, esto generó que se desatara una violencia durante décadas que terminaría cobrando la vida de cientos de inocentes entre ellos Jean McConville, quien seria acusada de informante, siendo esta su sentencia de muerte.

Los sistemas judiciales no dejan de sorprendernos, cada día hay cientos de inocentes purgando una pena por crímenes que no cometieron, personas que pasan toda una vida en prisión producto de un actuar negligente de las autoridades; precisamente en esta situación se vieron inmersos tres jóvenes de West Memphis en el Estado de Arkansas, acusados de cometer un crimen horrible sin una prueba solida que los pudiera vincular al caso, con una fiscalía empeñada en obtener una sentencia basada en la apariencia y actuar de los adolescentes, que su único delito, era ser los diferentes del pueblo.

Pertenecer a la comunidad LGBT ha representado multitud de dificultades a lo largo del tiempo, sobre todo si vives en Latinoamérica, pues según lo informa Forbes “En países donde hay menor desarrollo humano, más desigualdad y corrupción existe una tendencia a no castigar los crímenes contra la comunidad”. Si bien es cierto diversos países han despenalizado la homosexualidad y otros han creado leyes para eliminar y sancionar la discriminación por orientación sexual estas medidas aún se quedan muy cortas. Por otra parte, En América, Brasil específicamente es el país en el que más asesinatos de personas homosexuales se producen, habiéndose registrado 122 en 20007 y desde allí las cifras han aumentado drásticamente pues en el 2017 se estimaron cerca de 450, en el 2018 422 y en el 2019 a mayo iban más de 140 personas asesinadas.
El día de hoy como ya pudieron notar, nos centraremos en Brasil, conoceremos esa parte oscura y alejada de la alegría transmitida por el futbol y la samba, abordaremos la historia de un asesino conocido para la policía como el “Maniaco del arco iris” mientras que los medios lo denominaron los asesinatos del “Parque dos Paturis” en Sao Pablo. Este individuo tenía una antipatía muy notoria por cierto hacia personas homosexuales lo que llevo a desencadenar su reinado de terror desde febrero de 2007 hasta agosto de 2008

Vivir en una granja es a lo mejor el sueño de muchos, el contacto con la naturaleza y la lejanía con el caos de las urbes sin duda alguna se convierte en un atractivo difícil de rechazar, para algunos puede ser una opción mientras que para otros se convirtió en una tradición familiar donde por décadas se de han dedicado a explotar y vivir de la tierra.
Este panorama nos hace pensar que el mudarnos a una región apartada donde la vida se vive con más calma es una gran idea pues nada malo puede pasar, pese a ello la vida nos demuestra que podemos estar muy equivocados … es allí, en estos sitios donde la jornada empieza a las 5 am, se respira aire puro y por momentos solo se escucha el ruido que producen los animales donde ocurren tragedias como la que les voy a contar el día de hoy, enseñándonos que en cualquier momento esa tranquilidad puede convertirse en horror.
Nos trasladamos a Alemania, año: 1922. Muchas cosas pasaron, la primera guerra mundial había llegado a su fin años atrás y aun se respiraba ese ambiente de humillación, decepción e inconformidad por los resultados obtenidos, sin embargo, la gente trata de retomar su vida con normalidad entre ellos la familia Grueber, granjeros bávaros que sin saberlo se convertirían en los protagonistas de un horrible suceso.

Han pasado más de 50 años desde que este horrible suceso tomó portada en los periódicos norteamericanos y resonó por el mundo entero, un asesino que se dedicaría a atormentar a los habitantes del norte de california entre diciembre de 1968 y octubre de 1969, este sujeto se atribuyó a si mismo 37 asesinatos, sin embargo, solo se consideraron 7 como casos oficiales.
En un momento, la policía de San Francisco llegó a tener 2.500 sospechosos. Una cifra altísima que jamás pudieron reducir, porque nunca tuvieron un dato correcto de qué auto utilizaba y mucho menos lograron encontraron huellas del asesino, o por lo menos no fueron claras pues sólo una huella parcial y una pisada de bota militar fueron descubiertas por los investigadores