HistoriArte Luis Felipe Tovar Martinez

Japón es un país que evoca una gran cantidad de cosas. Su alto desarrollo tecnológico convive con su tradición formando una amalgama particular. De ahí que las ciudades centenarias como Kioto, Kamakura y Nara coexistan con las grandes urbes de Tokio, Yokohama, Sapporo y Osaka. Además, ha conquistado al mundo a través de sus productos que año con año arrasan con el mercado internacional. Su cultura pop proyectada y masificada mediante la música, el manga y el anime se fusionan con subculturas occidentales.

Pero Japón no siempre tuvo esa apertura al mundo ni el amplio desarrollo tecnológico como lo conocemos. Desde mediados del siglo XVII hasta la primera mitad del siglo XIX, evitó el contacto con Occidente bajo la política del sakoku o de aislamiento.Sin embargo, el alto desarrollo tecnológico que potencias occidentales como Inglaterra, Francia y Estados Unidos, que obtuvieron gracias a la Revolución Industrial, les permitió expandirse en busca de un mayor mercado. Fue así como se acercaron hacia las costas de un Japón cerrado.