365 con Dios Wenddy Neciosup

Hay bendiciones que vendrán a tu vida envueltas en un papel de regalo llamado problema. Confía en lo que dice el Salmos 65:11 “Llega el año a su fin y está lleno de bendiciones; por dondequiera que pasas dejas gran abundancia.”

Formúlese la siguiente pregunta ¿A qué estoy apuntando en esta nueva realidad? Lo cierto es que hay demasiadas personas yendo a muchas direcciones pero no llegan a ningún lado. No podemos darnos el lujo de malgastar el tiempo. Pablo decía. “una cosa hago… prosigo a la meta” Filipenses 3:13 

Recuerda, cuando las dificultades lleguen, enfócate en el hecho que Dios te da tranquilidad y confianza. No permitas que el temor te paralice; mejor pon tu fe y esperanza en Dios. Esas cosas que tus enemigos hicieron para tu mal, Dios las convertirá para tu bien.

Necesitamos respirar ESPERANZA para esta nueva normalidad a la que ingresamos después de la cuarentena. La falta de esperanza afecta toda nuestra vida, afecta cómo vemos el pasado, cómo enfrentamos el presente y cómo nos proyectamos al futuro.

La única manera de conquistar el temor es confrontarlo y hacer aquello que te da miedo. Cuando confrontamos cosas, siempre descubrimos que la peor parte del temor estaba en nuestra mente.

Cuando te encuentras afrontando una crisis es fácil renunciar a tu felicidad, tener temor y desmoronarse, pero tienes que entender que esa crisis no es una sorpresa para Dios. Puede que para nosotros sea inesperado, pero Dios conoce el fin desde el principio.