4 min

–¿Cómo contamos lo que contamos‪?‬ Coaching para escena - Un podcast de Leo Cosentino

    • Performing Arts

Cuando tenía apenas 15 años un día, en la escuela, se me complicó.

Me llamaron y me dijeron que me habían descubierto. Que se habían dado cuenta que era un pillo y que estaban seguros de que no me iba a servir para la vida ese comportamiento. 

Me dijeron también que me daban una oportunidad más para que intente manejarme de otra forma y así obtenga beneficios en lugar de complicaciones.

A partir de ese momento resolví estar más atento a lo que esas personas creían que era bueno para mí y me sorprendió bastante descubrir que unas cuantas de esas cosas me interesaban.

Después me empecé a aburrir, pero eso ya corresponde a otro asunto.

Lo que me interesa compartir es que esa vez descubrí a un hombre (de los que formaba parte de ese plantel docente) que no era específicamente docente sino, ingeniero.

El tenía una forma de explicar los fenómenos de la Física que era un placer escucharlo. Lo complejo para ese grupo de adolescentes con las hormonas revueltas era justamente eso: Escucharlo. Ya que hablaba de una forma muy monótona y a un volumen extremadamente bajo.

Hoy puedo estar seguro de que, si a ese hombre le hubieran enseñado a ver cosas tales como lo mal que manejaba su voz, el status que desempeñaba frente al curso o la falta de musicalidad de su relato y le hubieran ofrecido herramientas para aplicar esos principios a sus clases, sin duda habría despertado un interés muy claro y apasionado en el grupo que ese del que yo formaba parte.

Sigo observando este tipo de cosas en un montón de personas que comparten sus conocimientos acerca de diversos temas haciendo uso de distintas modalidades y plataformas y se me repite esa sensación muchas veces.

Encuentro especialistas en cuestiones muy interesantes con un gran volumen de material para entregar al mundo, que no encuentran la manera de llegar a donde quieren, ni a desarrollar al máximo su potencial, porque aburren con su forma de hablar o distraen con gestos innecesarios entre otras formas de boicotearse inconscientemente.

Estas cuestiones se modifican con un plan de trabajo diseñado por alguien que cuenta con sensibilidad en ese sentido y aporta su mirada de manera amable para que se pueda visualizar la problemática y trabajar directamente sobre ella ampliando la mirada y empoderándose, en lugar de recurrir a la defensa.

Solo resulta necesario atreverse y tomar en cuenta estos detalles como algo importante para nuestra tarea. 

Del mismo modo que, resulta necesario trabajar para atraer clientes, debemos asegurarnos de que nuestro mensaje llegue hasta donde queremos que llegue y que sea contundente.

Podemos tener un auditorio repleto y un discurso genial, pero si no tomamos en cuenta el cómo vamos a compartirlo, es posible que no surta el efecto esperado.

Si esto que comparto ahora te resuena y sentís que te vendría bien trabajar estos asuntos, te invito a que me conectes para que veamos por dónde es que se está fugando la energía que hace que se dificulte la comunicación.

Si mientras leías o escuchabas te acordaste de alguien, a quien crees, que le podría venir bien esta info por favor compartírsela.

Alegría para quienes están de ese otro lado y Salú!!!

Cuando tenía apenas 15 años un día, en la escuela, se me complicó.

Me llamaron y me dijeron que me habían descubierto. Que se habían dado cuenta que era un pillo y que estaban seguros de que no me iba a servir para la vida ese comportamiento. 

Me dijeron también que me daban una oportunidad más para que intente manejarme de otra forma y así obtenga beneficios en lugar de complicaciones.

A partir de ese momento resolví estar más atento a lo que esas personas creían que era bueno para mí y me sorprendió bastante descubrir que unas cuantas de esas cosas me interesaban.

Después me empecé a aburrir, pero eso ya corresponde a otro asunto.

Lo que me interesa compartir es que esa vez descubrí a un hombre (de los que formaba parte de ese plantel docente) que no era específicamente docente sino, ingeniero.

El tenía una forma de explicar los fenómenos de la Física que era un placer escucharlo. Lo complejo para ese grupo de adolescentes con las hormonas revueltas era justamente eso: Escucharlo. Ya que hablaba de una forma muy monótona y a un volumen extremadamente bajo.

Hoy puedo estar seguro de que, si a ese hombre le hubieran enseñado a ver cosas tales como lo mal que manejaba su voz, el status que desempeñaba frente al curso o la falta de musicalidad de su relato y le hubieran ofrecido herramientas para aplicar esos principios a sus clases, sin duda habría despertado un interés muy claro y apasionado en el grupo que ese del que yo formaba parte.

Sigo observando este tipo de cosas en un montón de personas que comparten sus conocimientos acerca de diversos temas haciendo uso de distintas modalidades y plataformas y se me repite esa sensación muchas veces.

Encuentro especialistas en cuestiones muy interesantes con un gran volumen de material para entregar al mundo, que no encuentran la manera de llegar a donde quieren, ni a desarrollar al máximo su potencial, porque aburren con su forma de hablar o distraen con gestos innecesarios entre otras formas de boicotearse inconscientemente.

Estas cuestiones se modifican con un plan de trabajo diseñado por alguien que cuenta con sensibilidad en ese sentido y aporta su mirada de manera amable para que se pueda visualizar la problemática y trabajar directamente sobre ella ampliando la mirada y empoderándose, en lugar de recurrir a la defensa.

Solo resulta necesario atreverse y tomar en cuenta estos detalles como algo importante para nuestra tarea. 

Del mismo modo que, resulta necesario trabajar para atraer clientes, debemos asegurarnos de que nuestro mensaje llegue hasta donde queremos que llegue y que sea contundente.

Podemos tener un auditorio repleto y un discurso genial, pero si no tomamos en cuenta el cómo vamos a compartirlo, es posible que no surta el efecto esperado.

Si esto que comparto ahora te resuena y sentís que te vendría bien trabajar estos asuntos, te invito a que me conectes para que veamos por dónde es que se está fugando la energía que hace que se dificulte la comunicación.

Si mientras leías o escuchabas te acordaste de alguien, a quien crees, que le podría venir bien esta info por favor compartírsela.

Alegría para quienes están de ese otro lado y Salú!!!

4 min