Historias para sanar Fabian Garella

Nuestra vida es únicamente nuestra y nadie mas puede intervenir para que podamos cambiarla. Somos nosotros quien tenemos todo el poder y el derecho de vivir nuestra propia vida.
Por lo tanto no hay nadie mas que tenga que hacerlo por nosotros. Cuando nos damos la oportunidad, nos damos el permiso, todo comienza a cambiar.
Raúl, un joven empresario pyme, saca su cita para poder ver una problemática relacionada con el dinero; no le iba mal con la empresa ni el dinero, pero tenía un problema con la relación de que le falte el dinero hacia el futuro y la necesidad del reconocimiento que no lograba con el trabajo, no sólo de sus clientes, también con su padre.

Viajamos a sus 13 años de edad, Raúl quería ser piloto de avión pero el padre no coincidía con el y lo fue llevando y, según sus palabras, manipulando, para que estudiara otra cosa.

Roberto, un joven de 35 años que había atravesado muchas terapias psicoanalíticas; repetía  permanentemente un síntoma que no podía revertir: miedos. Pero no cualquier miedo: era como si fuera a ocurrir una catástrofe.
Sabemos que cuando nos comentan sus conflictos o problemas que quieren sanar el inconsciente es el que se expresa y nos ofrece las pistas por donde va a ser acompañado el sanante en el proceso de sanación.

En este episodio contamos la historia de Mica, quien tenía un problema muy importante con su hijo Leo.
Leo desde muy chico, cuando empezó el jardín y luego su escolaridad, comenzó a tener conductas impulsivas, violentas; le pegaba a los demás compañeros, se enojaba, se exteriorizaba con mucha ira.
Cuando Mica viene a verme, Leo ya tenía al rededor de 9 años, pero esta problemática la sufría desde sus 3 años.
Cuando tenemos un caso de este tipo, de un niño/a que desde muy chico se manifiestan con conductas, síntomas o enfermedades, sabemos, desde la BD, que se esta manifestando en ese niño/a las emociones y conflictos de la madre y/o del padre, de los momentos previos a embarazarse, durante el embarazo, el parto y el después del embarazo. Dónde hay una revolución de hormonas en el cuerpo y las emociones se intensifican de una manera inhabitual.

Hoy les traigo la historia de Carmen, ella fue una consultante muy especial.
Cuando nos vimos por primera vez, consultaba por asma y tenía broncoespasmos desde muy pequeña.
Su primer episodio se remontaba a los 12 años y cada mes tenía una crisis que le llevaba varias semanas poder recuperarse. Esto se fue prolongando durante toda su vida y hoy aunque no estaba con crisis de asma, tenía broncoespasmos muy repetidos.

Hoy quiero compartirte la historia de Violeta.
La conozco hace mas o menos dos años, cuando vino por primera vez a una sesión por sus problemas de caída del cabello y tiroides.
No recordaba mucho de Violeta hasta que revise su ficha y vi todo el trabajo que había hecho en aquella sesión.
Pero me sorprendió al saber que había tomado un nuevo turno: esperaba ansioso el encuentro.

Apareció Violeta en la sesión y le pregunte como fue el proceso de aquella vez.
Me dijo que sus patologías dejaron de estar presentes y que había cambiado la relación con su familia. Ésto nos daba un gran lugar de trabajo para lo que venía a sanar ahora: cada vez que Violeta tenía una relación con una pareja seria, dónde ponía expectativas aparecía una candidiasis vaginal.

Hoy te traigo la historia de Sergio. Cuando se comunica con nosotros para solicitarnos una sesión, nos comenta que tiene un pequeño tumor en el pulmón derecho.

Siempre que vamos a atender a una persona tenemos que saber cuales son los síntomas que viene a trabajar el sanante, de esa manera podemos prepararnos y generar el campo de confianza para que el proceso pueda cumplirse completamente.

El pulmón es un órgano que maneja el aire, que nos da la vida. Por lo tanto el pulmón es el aire, el ahogo, la asfixia, la libertad para vivir o el desaliento en la vida. Pero también sabemos que el cerebro maneja muchos simbolismos y el aire tiene que ver con el padre.

Así que de antemano sabíamos que Sergio tenía alguna cuestión con un padre (real o simbólico) y con la imposibilidad de vivir libremente su vida.