42 min

Creciendo conforme al propósito de Dios Palabra Viva Stereo

    • Christianity

Los principios básicos para hacer crecer su relación con Dios.


Establecer una relación con Dios a través de Su hijo es un comienzo maravilloso, pero tan solo es eso: un comienzo. A pesar de que puede parecer el fin de un viaje llamado “la llegada de la fe”, es tan solo el comienzo de otro viaje que podría llamarse “creciendo en Dios”. El apóstol Pablo clamó que “crecer” en Jesucristo era una gran meta de esta vida. Dijo: “a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos” (Filipenses 3:10-11). ¡Pablo veía a creciendo en Dios como un emprendimiento que lo consumiría hasta que la muerte lo guié ante la presencia del mismísimo Dios!

Entonces, ¿cómo llegamos a conocer a nuestro gran salvador Dios y crecer en Él? Existen distintas maneras, pero el tiempo ha demostrado que algunas son clave. Nuestro conocimiento sobre Dios puede que no nos ayude, pero el crecimiento a medida que estudiamos Su palabra, nuestra comunicación a través de la oración, compartir la vida con otros creyentes, le dice a otros lo que Dios hizo por nosotros, y a su vez seguirlo a diario con fe y obediencia. Examinaremos cada una de estas maneras brevemente.

1). Estudie la palabra de Dios

Usted nunca esperará que un niño crezca y desarrolle para transformarse en un adulto saludable sin la alimentación correspondiente. Los niños se alimentan para crecer. A si mismo, la palabra de Dios es la comida de alimenta el crecimiento de cada Cristiano. El apóstol Pedro alentó a los fieles de Jesús, como a bebés recién nacidos, “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (I Pedro 2: 2-3). Así como existen muchas maneras de alimentarse, también existen muchas maneras de “aceptar” las palabras de alabanza de Dios. Para comenzar, considere lo siguiente:

Lectura de la Biblia a diario. Existen muchos planes de lectura para leer partes de la Biblia cada día. Si usted es un nuevo seguidor de Cristo, puede comenzar por leer algunos versos del evangelio de Juan a diario hasta que haya terminado el libro. Luego pase a otro evangelio (Mateo, Marcos o Lucas), o algunas de las cartas misioneras de Pablo como a los Efesios o Filipenses. También puede encontrar una Biblia “devocional” que selecciona porciones de escritura para que lea a diario que incluye reflexiones a tener en cuenta para cada pasaje en particular.

La Palabra de Dios está repleta de promesas para usted. Memorícelas y medítelas. A su vez, algunas Biblias tienen por lo menos un listado parcial de las promesas de Dios en el sector de referencias.
Estudio grupal de la Biblia. Estudiar la Palabra de Dios junto a otros Cristianos es una manera maravillosa de crecer dentro de una comunidad. Busque un líder en una iglesia creyente de la Biblia en su barrio y consulte sobre grupos de estudio que puedan estar disponibles.

En cada instancia, el énfasis en el estudio Bíblico no debe ser simplemente académico, o estudiar por estudiar. Usted está no estudiando para obtener “conocimiento primordial” sino para conocer en profundidad al Dios que dice que el plan lo incluye a usted. ¡Ahora usted es parte de esta historia!

2). Comuníquese con Dios

La oración es simplemente la comunicación con Dios, la cual es muy importante. A veces puede parecer una comunicación unidireccional pero no lo es. La oración involucra hablar con Dios y a su vez escuchar Su voz, a medida que Él habla a través de Su palabra, a través de Sus servidores, y a través de la baja pero constante voz del Espíritu Santo. Es a través de la oración que le agradecemos a Dios por su bondad para con nosotros, confesamos nuestros pecados, lo alabamos por quien es, y le hacemos...

Los principios básicos para hacer crecer su relación con Dios.


Establecer una relación con Dios a través de Su hijo es un comienzo maravilloso, pero tan solo es eso: un comienzo. A pesar de que puede parecer el fin de un viaje llamado “la llegada de la fe”, es tan solo el comienzo de otro viaje que podría llamarse “creciendo en Dios”. El apóstol Pablo clamó que “crecer” en Jesucristo era una gran meta de esta vida. Dijo: “a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos” (Filipenses 3:10-11). ¡Pablo veía a creciendo en Dios como un emprendimiento que lo consumiría hasta que la muerte lo guié ante la presencia del mismísimo Dios!

Entonces, ¿cómo llegamos a conocer a nuestro gran salvador Dios y crecer en Él? Existen distintas maneras, pero el tiempo ha demostrado que algunas son clave. Nuestro conocimiento sobre Dios puede que no nos ayude, pero el crecimiento a medida que estudiamos Su palabra, nuestra comunicación a través de la oración, compartir la vida con otros creyentes, le dice a otros lo que Dios hizo por nosotros, y a su vez seguirlo a diario con fe y obediencia. Examinaremos cada una de estas maneras brevemente.

1). Estudie la palabra de Dios

Usted nunca esperará que un niño crezca y desarrolle para transformarse en un adulto saludable sin la alimentación correspondiente. Los niños se alimentan para crecer. A si mismo, la palabra de Dios es la comida de alimenta el crecimiento de cada Cristiano. El apóstol Pedro alentó a los fieles de Jesús, como a bebés recién nacidos, “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor” (I Pedro 2: 2-3). Así como existen muchas maneras de alimentarse, también existen muchas maneras de “aceptar” las palabras de alabanza de Dios. Para comenzar, considere lo siguiente:

Lectura de la Biblia a diario. Existen muchos planes de lectura para leer partes de la Biblia cada día. Si usted es un nuevo seguidor de Cristo, puede comenzar por leer algunos versos del evangelio de Juan a diario hasta que haya terminado el libro. Luego pase a otro evangelio (Mateo, Marcos o Lucas), o algunas de las cartas misioneras de Pablo como a los Efesios o Filipenses. También puede encontrar una Biblia “devocional” que selecciona porciones de escritura para que lea a diario que incluye reflexiones a tener en cuenta para cada pasaje en particular.

La Palabra de Dios está repleta de promesas para usted. Memorícelas y medítelas. A su vez, algunas Biblias tienen por lo menos un listado parcial de las promesas de Dios en el sector de referencias.
Estudio grupal de la Biblia. Estudiar la Palabra de Dios junto a otros Cristianos es una manera maravillosa de crecer dentro de una comunidad. Busque un líder en una iglesia creyente de la Biblia en su barrio y consulte sobre grupos de estudio que puedan estar disponibles.

En cada instancia, el énfasis en el estudio Bíblico no debe ser simplemente académico, o estudiar por estudiar. Usted está no estudiando para obtener “conocimiento primordial” sino para conocer en profundidad al Dios que dice que el plan lo incluye a usted. ¡Ahora usted es parte de esta historia!

2). Comuníquese con Dios

La oración es simplemente la comunicación con Dios, la cual es muy importante. A veces puede parecer una comunicación unidireccional pero no lo es. La oración involucra hablar con Dios y a su vez escuchar Su voz, a medida que Él habla a través de Su palabra, a través de Sus servidores, y a través de la baja pero constante voz del Espíritu Santo. Es a través de la oración que le agradecemos a Dios por su bondad para con nosotros, confesamos nuestros pecados, lo alabamos por quien es, y le hacemos...

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