11 min.

La Oración Eficaz en la vida diaria‪.‬ El Poder de la Oración Intercesora

    • Religie

El valor de la oración eficaz, se distingue en nuestra vida diaria, porque nos lleva a asumir una postura correcta, pero es verdaderamente  eficaz cuando podemos dejarnos guiar por El Espíritu Santo y como intercesores nos sometemos a vivir plenamente  en comunión íntima con el Padre en el  Nombre de su Hijo Jesucristo. 

Podemos reflexionar sobre los siguientes interrogantes:

« ¿Contesta Dios de verdad la oración?», es una pregunta que sale con frecuencia de los labios de la gente, y más veces aún, de dentro del corazón. « ¿Es la oración verdaderamente útil?» 

Tengamos en cuenta que Dios pide nuestras oraciones, valora nuestras oraciones, necesita nuestras oraciones. Y si estas oraciones fallan, no podemos dar a nadie la culpa sino a nosotros mismos. No quiero decir por ello que la oración efectiva siempre consigue exactamente lo que pide El camino más seguro, mejor y más elevado es «pedir sin dudar nada».

La oración hace lo imposible posible 

. Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré»

 (Juan 14: 12•14).

«Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis, así, mis discípulos» ||h(Juan 15:7,8).

El valor de la oración eficaz, se distingue en nuestra vida diaria, porque nos lleva a asumir una postura correcta, pero es verdaderamente  eficaz cuando podemos dejarnos guiar por El Espíritu Santo y como intercesores nos sometemos a vivir plenamente  en comunión íntima con el Padre en el  Nombre de su Hijo Jesucristo. 

Podemos reflexionar sobre los siguientes interrogantes:

« ¿Contesta Dios de verdad la oración?», es una pregunta que sale con frecuencia de los labios de la gente, y más veces aún, de dentro del corazón. « ¿Es la oración verdaderamente útil?» 

Tengamos en cuenta que Dios pide nuestras oraciones, valora nuestras oraciones, necesita nuestras oraciones. Y si estas oraciones fallan, no podemos dar a nadie la culpa sino a nosotros mismos. No quiero decir por ello que la oración efectiva siempre consigue exactamente lo que pide El camino más seguro, mejor y más elevado es «pedir sin dudar nada».

La oración hace lo imposible posible 

. Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré»

 (Juan 14: 12•14).

«Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis, así, mis discípulos» ||h(Juan 15:7,8).

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