Maternidad Luminosa Maternidad Luminosa

No entras en la maternidad solo por ti. También lo hacemos por la comunidad. La madre es el regalo. La comunidad reconoce que la vieja identidad de la mujer ha muerto y la nueva está emergiendo. 

Durante los primeros años tras el parto es el sostén y apoyo y cuidados y reconocimiento de la comunidad que nos ayuda a reintegrar, vincularnos, sanar. Y nos ayuda a emerger de la experiencia misma sintiéndonos dignas, honradas, empoderadas y reconocidas.

Todas las que no han tenido la comunidad reflejándole y reconociendo todo el trabajo que han hecho, la iniciación tan profunda que han pasado, su lugar y rol sagrados siguen adelante porque tenemos un sistema de supervivencia increíble. Sin eso la reciprocidad está rota y las madres se sienten no vistas ni honradas y totalmente desorientadas, y eso a menudo se llama la depresión.

Sin cuidados de la comunidad, la sanación de la madre se prolonga y a menudo no llega a recoger y unir a toda su fuerza materna. 

Sin la presencia de la comunidad, nuestra gente pierde toda la información, la sabiduría que la madre recolectó en su iniciación.

La comunidad es la parte más importante después del parto. Para ayudar a nuestro sistema nervioso sentirse seguro y a salvo. Y a nuestra psique sentirse vista, escuchada y sostenida. Estamos diseñados para co-regularnos, y necesitamos a otros, especialmente después del parto. 

No puede ser cualquiera, sin embargo, tiene que ser alguien con quien la mdre se siente segura y bien.

Lee más en: www.maternidadluminosa.com 

Las madres somos las místicas modernas. Tú y yo lo somos. Llevo tiempo llamándote en silencio, y ahora le pongo voz a este anhelo profundo.

Te invito a la cena secreta de las místicas modernas para liberarnos y celebrarnos juntas.

Porque el parto y los primeros años son una iniciación. Para que un rito de paso sea completo y tú salgas empoderada, brillante, con claridad en tu nuevo rol, tus nuevos privilegios y responsabilidades en tu vida hace falta otro pilar: la comunidad, la tribu.

Es imprescindible.

La comunidad es el testigo de este tránsito de poder, y reconoce a la mujer en su nueva identidad, privilegios, poder y responsabilidades.

La reconoce como una mujer profundamente diferente que antes.

Sin ese reconocimiento la mujer sale del rito de paso desorientada, fragmentada, desempoderada y perdida...

Y es lo que está pasando a la mayoría de las madres.

Es una tensión interna y externa que nos afecta de múltiples formas.

¿Qué haces con esa tensión?

¿Cómo la negocias en tu día a día y en tu ética interna?

¿Cuál es la información que te trae y cómo la integras?

Vamos a explorarlo juntas, y descubrir el significado del hecho de que formamos parte de un manto invisible y activo. Sabiendo que si solo le das importancia a lo visible y dejas lo invisible marginado, la vida que construyes, creas y vives será muy frágil.

Estoy a la espera de momento idóneo para la fecha de la primera cena secreta.

En mi wiseletter (si no estás suscrita, te invito a hacerlo ya hoy en la página web: https://www.maternidadluminosa.com) anunciaré primero los detalles en cuanto el universo nos da el aviso.

¡Gracias por estar aquí y querer hacerlo de otra manera! 

Un abrazo enorme, alma bella, y seguimos caminando 

Este episodio fue grabado en uno de estos días en los que me cuesta poner palabras a lo que ocurre en mi interior y alrededor.

Es esta época mágica del año, es mi ciclo, es haber participado en las constelaciones familiares hace una semana, es el ritual que hicimos el domingo para traer aquí, para honrar a los que no están y a los que nunca llegaron a estar en cuerpo... Herman@s y niñ@s no nacidos.

Hablamos de constelaciones, de hermanos y de cómo honrar los abortos.

Me costó hablar hoy. Cuando por fin lo hice se fue la conexión de internet. Era una señal, claro. Para esperar, darle tiempo a las cosas para aterrizar, integrar. Lo sé, el universo me lo está diciendo desde hace diez días...

Y sin embargo, hay algo mágico, profundamente sagrado en ser testigo en procesos vitales en marcha. Así que aquí estoy, en carne viva.

¡Gracias por tu trabajo sagrado como madre!

¡Gracias por traer belleza al mundo como mística moderna!

¡Gracias por este espacio íntimo y especial!

Un abrazo enorme y seguimos caminando

Durante demasiado tiempo la maternidad interesaba solo por su impacto sobre los bebés, por las generaciones futuras del sistema. De ahí su excesiva intelectualización y medicalización. La falta de tribu. Y su consecuencia más evidente y dolorosa: la soledad. No una soledad nutritiva sino una soledad sufrida.

Que la maternidad sea una experiencia transformadora de descubrimiento, expansión y sabiduría profunda para la mujer comienza a tener relevancia en las conversaciones entre madres y sobre la maternidad solo ahora. Y de ahí la necesidad de la tribu como sostén para la madre experimentándose, explorando y atravesando este camino sería lo ideal. Por qué, lo cuento en el episodio de hoy.

Sí, la maternidad es un camino de maestría. Las tribus de hace 30 000 años lo sabían. Yo lo subrayo y lo reitero aquí y allá porque no suele hacerse en las sociedades occidentales. Y nos sentimos solas y es por la falta de tribu adecuada.

Ahora, también digo que la maternidad no es el único camino de maestría para la mujer. Pero de esto ya hablan otras grandes mujeres.

(Este episodio fue grabado en verano 2021 para el grupo privado de Maternidad Luminosa en Telegram).

Aquí hablamos de locura. Locura entendida como un grito de dolor y un deseo de libertad. 

(episodio grabado en junio 2021 en el grupo privado de Maternidad Luminosa en Telegram)