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Reflexiones diarias de las lecturas por parte del presbítero Juan Diego Ruiz Arango.
Todos los días subimos la palabra de Dios y su reflexión.

Reflexiones diarias Padre Juan Diego Ruiz Arango. Medellín. Colombia‪.‬ Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    • Religion & Spirituality

Reflexiones diarias de las lecturas por parte del presbítero Juan Diego Ruiz Arango.
Todos los días subimos la palabra de Dios y su reflexión.

    Reflexión Domingo 9 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Reflexión Domingo 9 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura
    Gn 3, 9-15

    Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer

    Lectura del libro del Génesis

    CUANDO Adán comió del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:
    «¿Dónde estás?».
    Él contestó:
    «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
    El Señor Dios le replicó:
    «Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
    Adán respondió:
    «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
    El Señor Dios dijo a la mujer:
    «¿Qué has hecho?»
    La mujer respondió:
    «La serpiente me sedujo y comí».
    El Señor Dios dijo a la serpiente:
    «Por haber hecho eso, maldita tú
    entre todo el ganado y todas las fieras del campo;
    te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida;
    pongo hostilidad entre ti y la mujer,
    entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza
    cuando tú la hieras en el talón».

    Palabra de Dios.

    Salmo
    Sal 130(129),1-2.3-4.5-6ab.7-8 (R. cf. 7)

    R. Del Señor viene la misericordia,
    la redención copiosa

    V. Desde lo hondo a ti grito, Señor;
    Señor, escucha mi voz;
    estén tus oídos atentos
    a la voz de mi súplica. R.

    V. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
    ¿quién podrá resistir?
    Pero de ti procede el perdón,
    y así infundes temor. R.

    V. Mi alma espera en el Señor,
    espera en su palabra;
    mi alma aguarda al Señor,
    más que el centinela la aurora.
    Aguarde Israel al Señor,
    como el centinela la aurora. R.

    V. Porque del Señor viene la misericordia,
    la redención copiosa;
    y él redimirá a Israel
    de todos sus delitos. R.

    Segunda lectura
    2Co 4, 13–5,1

    Creemos y por eso hablamos

    Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

    HERMANOS :
    Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con ustedes ante él.
    Pues todo esto es para bien de ustedes, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.
    Por eso, no nos acobardamos, sino que, aun cuando nuestro hombre exterior se vaya desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día a día.
    Pues la leve tribulación presente nos proporciona una inmensa e incalculable carga de gloria, ya que no nos fijamos en lo que se ve, sino en lo que no se ve; en efecto, lo que se ve es transitorio; lo que no se ve es eterno.
    Porque sabemos que si se destruye esta nuestra morada terrena, tenemos un sólido edificio que viene de Dios, una morada que no ha sido construida por manos humanas, es eterna y está en los cielos.

    Palabra de Dios.
    Aclamación
    R. Aleluya, aleluya, aleluya.
    V. Ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera- dice el Señor-.
    Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. R.

    Evangelio
    Mc 3, 20-35

    Satanás está perdido

    Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

    EN aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer.
    Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
    Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
    «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
    Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
    «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? un reino dividido internamente no puede subsistir; está perdido.
    Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para saquear su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá saquear la casa.
    En verdad les digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
    Se refería a los que decían que tenían dentro

    • 8 min
    Reflexión sábado 8 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Reflexión sábado 8 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura
    2Tm 4, 1-8

    Cumple tu tarea de evangelizador. Pues yo estoy apunto de ser derramado en libación y el Señor me dará la corona de la justicia.

    Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

    QUERIDO hermano:
    Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y a muertos, por su manifestación y por su reino: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina.
    Porque vendrá un tiempo en que no soportarán la sana doctrina, sino que se rodearán de maestros a la medida de sus propios deseos y de lo que les gusta oír; y, apartando el oído de la verdad, se volverán a las fábulas.
    Pero tú sé sobrio en todo, soporta los padecimientos, cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu ministerio.
    Pues yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.
    He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.

    Palabra de Dios.

    Salmo
    Sal 71(70), 8-9.14-15ab.16-17.22 (R. cf. 15)

    R. Mi boca contará tu salvación, Señor.

    V. Llena estaba mi boca de tu alabanza
    y de tu gloria todo el día.
    No me rechaces ahora en la vejez;
    me van faltando las fuerzas, no me abandones. R.

    V. Yo, en cambio, seguiré esperando,
    redoblaré tus alabanzas;
    mi boca contará tu justicia,
    y todo el día tu salvación. R.

    V. Contaré tus proezas, Señor mío,
    con el arpa por tu lealtad;
    tocaré para ti la cítara,
    Santo de Israel. R.

    Evangelio
    Mc 12, 38-44

    Conservaba todo esto en su corazón

    Lectura del santo Evangelio según san Lucas

    Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
    Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
    Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
    A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
    Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
    -«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
    Él les contestó:
    -«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?».
    Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
    Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.
    Su madre conservaba todo esto en su corazón.

    Palabra del Señor.

    • 7 min
    Reflexión viernes 7 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Reflexión viernes 7 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura
    Os 11,1.3-4.8c-9

    Mi corazón está perturbado

    Lectura de la profecía de Oseas

    ESTO dice el Señor:
    «Cuando Israel era joven lo amé,
    y de Egipto llamé a mi hijo.
    Era yo quien había criado a Efraín,
    tomándolo en mis brazos;
    y no reconocieron que yo los cuidaba.
    Con lazos humanos los atraje,
    con vínculos de amor.
    Fui para ellos como quien alza
    un niño hasta sus mejillas.
    Me incliné hacia él
    para darle de comer.
    Mi corazón está perturbado,
    se conmueven mis entrañas.
    No actuaré en el ardor de mi cólera,
    no volveré a destruir a Efraín,
    porque yo soy Dios,
    y no hombre;
    santo en medio de ustedes,
    y no me dejo llevar por la ira».

    Palabra de Dios.
    Salmo
    Sal Is 12,2-3. 4bcd.5-6 (R. cf. 3)

    R. Sacarán aguas con gozo de las fuentes de la salvación.

    V. «Él es mi Dios y Salvador:
    confiaré y no tenmeré,
    porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
    él fue mi salvación».
    Y sacarán aguas con gozo
    de las fuentes de la salvación. R.

    V. «Den gracias al Señor,
    invoquen su nombre,
    cuenten a los pueblos sus hazañas,
    proclamen que su nombre es excelso».R.

    V. Tañan para el Señor, que hizo proezas,
    anúncielas a toda la tierra;
    griten jubilosos, habitantes de Sion,
    porque es grande en medio de ti el Santo de Israel. R.
    Segunda lectura
    Ef 3,8-12.14-19

    Comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento

    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios


    HERMANOS: a mí, el más insignificante de los santos, se me ha dado la gracia de anunciar a los gentiles la riqueza insondable de Cristo; e iluminar la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.
    Así, mediante la Iglesia, los principados y potestades celestes conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios por la fe en él.
    Por eso doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda paternidad en el cielo y en la tierra, pidiéndole que les conceda, según la riqueza de su gloria, ser robustecidos por medio de su Espíritu en su hombre interior: que Cristo habite por la fe en sus corazones; que el amor sea su raíz y su cimiento; de modo que así, con todos los santos, logren abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento.
    Así llegarán a su plenitud, según la plenitud total de Dios.

    Palabra de Dios.

    Aclamación
    R.Aleluya, aleluya, aleluya
    V.Tomen mi yugo sobre ustedes - dice el Señor -, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón. R.
    Evangelio
    Jn 19,31-37

    Le traspasó el costado, y salió sangre y agua

    Lectura del santo Evangelio según san Juan.

    LOS judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran.
    Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
    El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también ustedes crean.
    Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron».

    Palabra del Señor.

    • 7 min
    Reflexión jueves 6 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Reflexión jueves 6 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Hb 10,12-23

    Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios

    Lectura de la carta a los Hebreos

    HERMANOS:
    Cristo ofreció por los pecadores, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.
    Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
    Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: «Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días – dice el Señor-: Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente». añade: «Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes». Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
    Hermanos, teniendo entrada libre al santuario, en virtud de la sangre de Jesús, contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina, o sea, de su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe, con el corazón purificado de mala conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura.
    Mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa.

    Palabra de Dios.

    Salmo
    Sal 40(39),6.7.8-9.10.11 (R. 8a.9a)

    R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

    V. Cuántas maravillas has hecho,
    Señor, Dios mío,
    cuántos planes en favor nuestro;
    nadie se te puede comparar.
    Intento proclamarlas, decirlas,
    pero superan todo número. R.

    V. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
    y, en cambio, me abriste el oído;
    no pides sacrificio expiatorio. R.

    V. Entonces yo digo: «Aquí estoy
    -como está escrito en mi libro-
    para hacer tu voluntad».
    Dios mío, lo quiero,
    y llevo tu ley en las entrañas. R.

    V. He proclamado tu salvación
    ante la gran asamblea;
    no he cerrado los labios;
    Señor, tú lo sabes. R.

    V. No me he guardado en el pecho tu defensa,
    he contado tu fidelidad y tu salvación,
    no he negado tu misericordia y tu lealtad
    ante la gran asamblea. R.
    Aclamación
    R. Aleluya, aleluya, aleluya.
    V. Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. R.
    Evangelio
    Lc 22,14-20

    Esto es mi cuerpo. Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre

    Lectura del santo Evangelio según san Lucas

    Llegada la hora, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo:
    -«He deseado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer, hasta que se cumpla en el reino de Dios».
    Y, tomando una copa, pronunció la acción de gracias y dijo:
    -«Tomad esto, repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios».
    Y, tomando pan, pronunció la acción de gracias, lo partió y se lo dio, diciendo:
    -«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; haced esto en memoria mía».
    Después de cenar, hizo lo mismo con la copa, diciendo:
    -«Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros».

    Palabra del Señor.

    • 8 min
    Reflexión miércoles 5 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Reflexión miércoles 5 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura
    2Tm 1, 1-3.6-12

    Reaviva el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos

    Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

    PABLO, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
    Doy gracias a Dios, a quien sirvo, como mis antepasados, con conciencia limpia, porque te tengo siempre presente en mis oraciones noche y día.
    Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y templanza.
    Así, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.
    Él nos salvó y nos llamó con una vocación santa, no por nuestras obras, sino según su designio y según la gracia que nos dio en Cristo Jesús desde antes de los siglos, la cual se ha manifestado ahora por la aparición de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que destruyó la muerte e hizo brillar la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio.
    De este Evangelio fui constituido heraldo, apóstol y maestro.
    Esta es la razón por la que padezco tales cosas, pero no me avergüenzo, porque sé de quien me he fiado, y estoy firmemente persuadido de quien tiene poder para velar por mi depósito hasta aquel día.

    Palabra de Dios.
    Salmo
    Sal 123(122),1-2a. 2bcd (R. 1a)

    R. A ti, Señor, levanto mis ojos.

    V. A ti levanto mis ojos,
    a ti que habitas en el cielo.
    Como están los ojos de los esclavos
    fijos en las manos de sus señores. R.

    V. Como están los ojos de la esclava
    fijo en las manos de su señora,
    así están nuestros ojos
    en el Señor, Dios nuestro,
    esperando su misericordia. R.
    Aclamación
    R. Aleluya, aleluya, aleluya
    V. Yo soy la resurrección y la vida -dice el Señor-; el que cree en mí no morirá para siempre. R.
    Evangelio
    Mc 12,18-27.

    No es Dios de muertos, sino de vivos

    Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

    EN aquel tiempo, se acercan a Jesús unos saduceos, los cuales dicen que no hay resurrección, y le preguntan:
    «Maestro, Moisés nos dejó escrito: "Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, que se case con la viuda y dé descendencia a su hermano".
    Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo que el tercer; y ninguno de los siete dejo hijos. Por último murió la mujer.
    Cuando llegue la resurrección y resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella».
    Jesús le respondió:
    «¿No están equivocados, por no entender la Escritura ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten, ni los hombres se casarán ni a las mujeres serán dadas en matrimonio, serán como ángeles del cielo.
    Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: "Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob"? No es Dios de muertos, sino de vivos.
    Están muy equivocados».

    Palabra del Señor.

    • 7 min
    Reflexión martes 4 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Reflexión martes 4 de junio de 2024. Padre Juan Diego Ruiz Arango.

    Primera lectura
    2P 3,12-15a.

    Esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva.

    Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro.

    QUERIDOS hermanos:
    ¡Ustedes esperan y apresuran la llegada del Día de Dios! Ese día los cielos se disolverán incendiados y los elementos se derretirán abrasados.
    Pero nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia.
    Por eso, queridos míos, mientras esperan estos acontecimientos, procuren que Dios los encuentre en paz con él, intachables e irreprochables, y consideren que la paciencia de nuestro Señor es nuestra salvación.
    Así pues, queridos míos, ya que están prevenidos, estén en guardia para que no los arrastre el error de esa gente sin principios ni decaiga su firmeza. Por el contrario, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él la gloria ahora y hasta el día eterno. Amén.

    Palabra de Dios.
    Salmo
    Sal 90(89), 2.3-4.10.14 y 16 (R. 1)

    R. Señor, tú has sido nuestro refugio
    de generación en generación.

    V. Antes que naciesen los montes
    o fuera engendrado el orbe de la tierra,
    desde siempre y por siempre tú eres Dios. R.

    V. Tú reduces el hombre a polvo,
    diciendo: «Retornen, hijos de Adán».
    Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
    una vela nocturna. R.

    V. Aunque uno viva setenta años,
    y el más robusto hasta ochenta,
    la mayor parte son fatiga inútil,
    porque pasan a prisa y vuelan. R.

    V. Por la mañana sácianos de tu misericordia,
    y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
    Que tus siervos vean tu acción
    y sus hijos tu gloria. R.
    Aclamación
    R. Aleluya, aleluya, aleluya.
    V. El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón,
    para que comprensamos cuál es la esperanza a la que nos llama. R.
    Evangelio
    Mc 12,13-17

    Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios

    Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

    EN aquel tiempo, enviaron a Jesús algunos de los fariseos y de los herodianos, para cazarlo con una pregunta.
    Se acercaron y le dijeron:
    «Maestro, sabemos que eres veraz y no te preocupa lo que digan; porque no te fijas en apariencias, sino que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad. ¿Es lícito pagar el impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?».
    Adivinando su hipocresía, les replicó:
    «¿Por qué me tientan? Tráiganme un denario, que lo vea».
    Se lo trajeron. Y él les preguntó:
    «¿De quién es esta imagen y esta inscripción?».
    Le contestaron:
    «Del César».
    Jesús les replicó:
    «Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».
    Y se quedaron admirados.

    Palabra del Señor.

    • 6 min

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