Obras de repertorio Changua Pódcast

Puesto en un ambiente controlado y aséptico, ¿puede un hombre inacabado enfrentarse al rechazo de un espejismo cibernético?

Para ser aceptados intentamos encajar en los patrones de comportamiento que nos asignan. Pero nada es espontáneo. Cada reacción y drama, cada esperanza y duda, cada prueba y error, todo aparece en la hoja de respuestas de una breve guía de laboratorio.

Si la perfecta racionalidad habitara el cerebro de una máquina humanoide, ¿podríamos convivir con ella? ¿Podríamos escogerla y amarla aunque haya en su lógica una inequívoca predestinación? ¿O estamos condenados a elegir, una y otra vez, al monstruo orgánico que nos habita?

Las palabras son armas punzantes capaces de dar muerte a una víctima. Ante un peligro semejante, el de la muerte, tenemos dos únicos caminos, dos posibles reacciones que se contraponen y que emergen de nuestro origen animal: la evasión y la confrontación.

Puestos dos iguales, uno frente al otro, ¿qué fuerza determina quién huye y quién agrede? ¿Depende acaso del poder real que tenemos sobre los demás, de la autoridad que ponen en nuestras manos las instituciones que hemos aceptado o basta, para someternos, una estrategia simple de simulación?

Para enfrentar lo inevitable, los débiles deben hacerse cargo de sus propios miedos, disfrazados de semidioses y divagando entre la razón, la magnanimidad y el desenfreno, en busca de todo lo que nos hace humanos. Si logran sobreponerse, podrán mostrarnos el camino. ¿Pero será suficiente la provocación? ¿Podrá una mascarada detener el Apocalipsis?