Lo Mejor Del Da Vinci pelukaporlachucha

En este capítulo lleno de desgracias tenemos la triste historia del niño traumado de Chimofle. El Pelusa cuenta cómo quiso ser feliz y no pudo. También recapitulamos lo que pasó en el exitoso segundo asao del Da Vinci, ese evento social al que llegaron 3 personas pero que estuvo la raja.

En esta ocasión tuvimos que grabar por computación así que aviso altiro que no hay 20%.

El señor de las Flores salió del closet, pero no para superar el 20% de forma permanente, si no para confesarle al mundo que es argentino. Oh mejor dicho, QUIERE SER argentino. Más bien, tampoco es que quiera ser argentino porque qué paja hacer cosas, no más le gusta como son los argentinos porque bueno... fue un fin de semana a Mendoza.

También tenemos un análisis profundo del real significado de "tirar la toalla" que el gallo de las Flores no entendió, y para finalizar este hermoso capítulo también tenemos una triste historia de un viejo curao y solo.

Así es niños, hoy celebramos un logro monumental para la historia de Chimofle, y es que hemos podido mantenernos sin pelear lo suficiente como para acumular 100 Capítulos! ehhhhhh!!!! *tu tu tu tuuuu*

No le pusimos especial porque la verdad que de especial no tiene nada. Tiene las mismas malas costumbres que hace 100 capítulos atrás. Tiene copete, palabras mal decías, tiene historias que en el papel son como graciosas o bonitas, pero terminan siendo tristes. Y de tristeza igual hay harto.

Pero no se queden con lo que les cuento yo, sáquense la ropita, vayan a juntarse con su persona favorita y escuchen como dios los mandó al mundo un capítulo más del programa favorito del alcalde de Chimofle: Lo Mejor del Da Vinci.

Esta es segunda vez que escribo la descripción porque Ivoox me está peleando brígido. Pero el resumen es que acá venía una historia pendiente de las vacaciones del Pelusa que se hizo famosa en Pichilemu y alrededores: la dramática historia del Gato Agustín.

También tenemos el lado bullying del Gallo de las Flores que le aflora cuando sale a vender sus cachivaches a las ferias donde van disfrazaos de monos chinos. También tenemos una historia más rara que la cresta de por qué el podcast es jazz y por qué el jazz es jazz, y de por qué al gallo de las flores le dio vergüenza haber ido a una wea de jazz. No se qué quiso decir con eso al compararlo con el podcast. Pero queda a criterio de ustedes. (yo creo que igual no es algo bueno parece)

Eso sería todo si no fuera porque también falta mencionar que hay por ahí alguien que no sabe ni escribir pico en la paré.

La verdad de las cosas es que son contadas las ocasiones en las que me quedo sin palabras. No porque este capítulo sea realmente una brutalidad imperdible, si no que es porque meleolvidó de que se trataba y el gallo de las Flores ya se acostó a hacer la durmición.

Así que los dejo con la sorpresa no más, parece que aquí es donde Pelukin se iba de vacaciones pero no me acuerdo a pito de qué cresta era lo del metal tetón, pero de que es weno, es weno.

Chimofle no es un pueblo muy a la vanguardia ni dado a la contingencia (quizás porque sus habitantes no saben lo que significa), por lo que todavía estamos contando historias de cosas que pasaron el año pasado, o quizás de antes. Probablemente de antes.

En este capítulo Pelukin recuerda el asado que hicieron en su pega pa fin de año, El gallo de las flores explica para todos los niños de la computasion lo que es quedar plomo. La más mejor señora apareció en un cumpleaños al que asistió el Pelusa y el tío Sergio en una de las memorias que aún le quedan intactas al de las Flores.

Suena poco, pero los reímos harto.