Olucast Lucía Fierro

Desde que empecé a estudiar un poco más de la Biblia a través de su contexto y a tomar más en serio el conocimiento de la misma he escuchado en varias ocasiones de boca de cercanos el decir "tanta letra mata" para rechazar la invitación. Hoy junto con el Pastor Omar Villacres estaremos charlando sobre este tema y dejando claridad de lo que el Apostol Pablo estaba diciendo en su carta a los corintios al referirse a este versículo tan conocido. Esperamos que te sientas como en la sala de tu casa y pueda ser de edificación y motivación para la iglesia. 

En esta ocasión, nos vamos con una conversación más interna. he estado estudiando el libro de Romanos en los utimos dos meses y esta enseñanza me ayudó a comprender algunas situaciones. Me encanta saber que Romanos 13 no es solo de deberes ciudadanos ante el Estado sino que podemos entender otros asuntos que tienen que ver con prepararnos para el gobierno perfecto que traerá Cristo cuando regrese. 

Empezamos una nueva temporada donde hablaremos como en la sala de la casa con amigos y nuestros propios pensamientos. Hoy el turno es para los amigos, en este caso la Familia Palacio, residentes en Florida, un colombiano y una ecuatoriana apasionados por el evangelismo y la escatología que serán sacados de su zona de confort para contarnos como fue su historia de amoy y otros temas sobre las relaciones. 

Este mensaje estuve compartiéndolo en el primer encuentro de mujeres que hicieron nuestros amigos de El Café de los Miércoles, tenía pendiente compartilo con ustedes y aunque fue mi primer mensaje como speaker y me siento un poco insegura de todo lo que intenté articular espero sea de bendición. Desde mi habitación oscura fue escrito y ahora con más luz en mi vida puedo hablarles de esa luz que es Cristo.  

Un alto en el camino para que me conozcan un poco más y conozcan además algo de mi familia. Junto con mi esposo nos arriesgamos a responder algunas preguntas que a través de instagram los seguidores del olucast hicieron. Espero que les guste. 

Por fin llega ese milagro a mi vientre, pero mi parto no sería el parto soñado ni el que todos esperan tener. Dios me recordaría la pregunta que me había hecho a los 19 años a través de Juan 21,  esta vez no para mostrarme el propósito con el que me quería en esta tierra, sino literalmente para saber si yo le amaba a pesar de lo que estaba viviendo.