Reflexionando desde Auckland, NZ Alejandro De la Sotta
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- Religion & Spirituality
Hola mi nombre es Alejandro De la Sotta, soy chileno, soy sacerdote de la Congregación del Verbo Divino, estoy trabajando en Mount Wellington, Auckland, Nueva Zelanda en la Parroquia St Bernadette. Soy parte, como capellán, de la comunidad católica Hispanoamericana de Auckland donde nos reunimos en la Parroquia Sacred Heart (16 Vermont Street, Ponsonby, Auckland 1011) el segundo y cuarto Domingo de cada mes para celebrar la Eucaristía a las 12:30. Acá estoy proclamando y reflexionando el evangelio de cada Domingo. Espero que les guste!
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Domingo 12 del Tiempo Ordinario
Fe puesta a prueba
Mi fe se pone a prueba muchas veces cada día, y más veces de las que me gustaría confesar, soy incapaz de mantener en alto la bandera de la fe.
Si no se cumple una promesa, o si se traiciona un secreto, o si experimento un dolor prolongado, empiezo a dudar de Dios y del amor de Dios.
Caigo en el abismo de la incredulidad y grito en desesperación.
Pero entonces el Espíritu me levanta de nuevo, y una vez más estoy firme en la fe.
No sé cómo sucede eso, salvo que cuando clamo con sinceridad, se me responde de inmediato y vuelvo a la fidelidad.
Una vez más estoy lleno del Espíritu y firmemente plantado en tierra firme.
Maya Angelou (No cambiaría nada de mi viaje ahora, 1993, Nueva York, Bantam Books) -
Domingo 11 del Tiempo Ordinario
La semilla que crece por sí sola
En muchos días ociosos me he lamentado por el tiempo perdido. Pero nunca se pierde, mi Señor. Has tomado cada momento de mi vida en tus propias manos. Oculto en el corazón de las cosas, estás nutriendo semillas para que broten, capullos para que florezcan, y flores maduras para que den fruto. Yo estaba cansado y dormido en mi lecho ocioso, imaginando que todo el trabajo había cesado. Por la mañana desperté y encontré mi jardín lleno de maravillas y flores.
Rabindranath Tagore -
Domingo 10 del Tiempo Ordinario
Un Reino dividido
Un reino que está dividido dentro de sí mismo no puede permanecer en pie.
Yo mismo soy un reino dividido; estoy dividido dentro de mí mismo.
El bien que quiero hacer, no lo hago; el mal que quiero evitar, me encuentro haciéndolo.
Soy como un campo en el que el trigo y las malas hierbas luchan por la supremacía.
¿Quién me salvará de mí mismo?
¿Quién mantendrá mi reino de no caer?
Tú, Señor, que venciste a Satanás, sanarás la división dentro de mí y me ayudarás a tomar completo control de mi casa.
Entonces seré libre, unido y en paz. -
Corpus Christi
Ante el Santísimo Sacramento
Fuera de la iglesia fluye el ruido del tráfico. La gente corre de aquí para allá. Pero he dejado ese mundo atrás y estoy aquí ante ti, Señor. No excluyo a mis hermanos y hermanas. Los traigo conmigo, porque sé que son igualmente queridos por ti. No tengo nada. Sin embargo, sé que porque te tengo a ti, lo tengo todo. Cierro mi mente y abro mi corazón, y así encuentro paz. Aquí experimento mi verdadero valor, que no consiste en mis posesiones o logros, sino en saber que soy amado por ti. -
Santísima Trinidad
Oración de un Nativo Americano
Oh Gran Espíritu, cuya voz oigo en los vientos y cuyo aliento da vida al mundo, escúchame. Vengo a ti como uno de tus muchos hijos. Soy pequeño y débil; necesito tu fuerza y tu sabiduría. Haz que mis ojos siempre contemplen el atardecer rojo y púrpura. Haz que mis manos respeten las cosas que has creado y mis oídos estén atentos para escuchar tu voz. Hazme sabio para que pueda conocer las cosas que has enseñado a tus hijos, las lecciones que has escondido en cada hoja y roca. Hazme fuerte, no para ser superior a otras personas, sino para poder luchar contra mi mayor enemigo, que soy yo mismo. Hazme siempre dispuesto a venir a ti con los ojos claros, para que cuando la vida se desvanezca como el atardecer que se apaga, mi espíritu pueda llegar a ti sin vergüenza. -
Pentecostés
Dejen que los guíe el Espíritu de Dios
No se dejen llevar por el espíritu de la autocomplacencia.
Observen el legado que la autocomplacencia produce: mal genio, peleas, celos, crueldad, mezquindad, venganza, idolatría y embriaguez.
Estas son cosas feas y hacen la vida miserable.
En cambio, déjense guiar por el Espíritu de Dios.
Observen el legado que trae el Espíritu: amor, alegría, paz, paciencia, bondad, bondad, fidelidad, gentileza y autocontrol.
Estas son cosas hermosas y hacen la vida alegre.
Son un anticipo de la alegría del cielo.
Espíritu del Dios viviente, cae fresco sobre nosotros.