TodoEstaráBien TodoEstaraBien

Muchas veces escuchamos decir que ”adoramos” a la Virgen María, o algunos dicen que no nos entienden cuando nos ven rezando frente a imágenes de la Virgen o de los santos, cuando en realidad “la Biblia lo prohíbe”. 

Pero, ¿sabías que existen fundamentos biblícos, para aclarar todas estas dudas?

Conociendo más a María, podemos reconocerla como un gran modelo a seguir.

Y si nuestro reto como discípulos de Cristo es alcanzar la santidad en las cosas sencillas y ordinarias de cada día, justamente es María quien nos enseña a través de sus virtudes, qué sencillo es el camino si no perdemos de vista a Jesús.

Entonces, ¿qué mejor que poder mirarla e imitarla a ELLA?

La cultura del encuentro y el diálogo, la solidaridad, la trascendencia, el respeto, la comprensión y el amor, tienen origen en ella. La familia no surge ni se sostiene en emociones pasajeras. No es fruto del “capaz que”, no se vive “mientras tanto”, ni se piensa “hasta que dure”, sino que es un llamado de Dios a la vida, y a la realización de la plena y eterna felicidad compartida. Y, ¿qué tal si pensamos la familia como “la vocación al amor”?

Existe algo urgente a ser realizado en este mundo; algo que NO PUEDE ser dejado para después, porque debe alcanzar a todos, en todo lugar. Ya lo dijo San Pablo: “Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe: Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio!” Hoy recordemos que Juntos somos Misión y que evangelizar es cosa de todos.

Algunas de las historias bíblicas tienen anécdotas poco usuales, llenas de acontecimientos difíciles y grandes dramas.

No quiere decir que Dios permita estas desventuras, sino que algunas historias contienen grandes enseñanzas para nuestra vida, como en estas dos que te compartimos hoy

Nos presenta el amor de Dios a la humanidad.

Nos ayuda a responder a su llamado.

Nos enseña las verdades importantes de nuestra fe cristiana.

Y también nos cuestiona sobre cómo vivimos y nos relacionamos con los demás.

Hoy te invitamos a pensar juntos cómo podemos llevarnos mejor con uno de nuestros pilares de fe.