Milicia de la Inmaculada Hipana Milicia de la Inmaculada Hispana
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- Religion & Spirituality
Espiritualidad Kolbeana
Milicia de la Inmacualada
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Triduo a Sagrado Corazón de Jesús - Día 1
Triduo a Sagrado Corazón de Jesús - Día 1
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Abriendo la puerta del Alma
"Impenetrables son los caminos admirables de la Divina Providencia y la acción en las almas a través de la Inmaculada. Ella entra en un alma a través de una inspiración interior o mediante el uso de un ambiente particular. Cuando logra entrar, o incluso cuando las puertas del alma están levemente abiertas, penetra en el interior del alma, purificándola de pecados y defectos, adornándola de virtudes y llevándola al amor ardiente". (EK 1170)
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Confía en Ella y haz todo lo que puedas
Es tan hermoso el leer un consejo como el que hoy el P. Kolbe nos presenta, más aún cuando nos encontramos en lucha contra una tentación.
Si confiamos en Ella, no existe lucha, ya que será Ella quien nos defiende de los ataques del enemigo.
Pero antes, debemos dejar de ser obstinados y creer que somos nosotros los que tenemos el control de todo. -
Ser cada vez más propiedad de la Inmaculada
El acto de salvación, como gracia dada por Dios a cada persona, tiene elementos individuales y comunales. Es decir, así como cada persona debe desarrollar su potencial individual con su relación con Dios, pedir y administrar las gracias dadas para el fin principal; de la misma manera debe estar al servicio de los demás, como dentro del campo de acción donde aplica su relación con Dios, pero también como el lugar donde sirve de guía a aquellos que aún no encuentran el camino.
Es por eso que el ser propiedad de la Inmaculada nos hace mejores cristianos en nuestro ámbito individual, pero donde con mayor empeño debemos actuar es en el ámbito comunitario. -
Actos de amor por Jesús y María
¿Qué tanto pertenece nuestra vida al Señor?
¿Qué tan cerca de la Madre permanecemos?
Ojalá que todo en nuestro entorno sea consciente que somos propiedad de María y que hacemos valer nuestra condición de bautizados. Ya que es posible andar por la vida despreciando esta realidad o bien no creyendo en la misma. -
Permíteme alabarte, oh Virgen
Caminamos en la Semana Santa con una consigna: hacerlo de la mano de la testigo que mejor comprendía estos momentos pero que aún así no podría ocultar su dolor al ver a su hijo sufrir de la manera más profunda.
Que en la escuela de María aprendamos a seguir a su hijo de la misma forma que Ella lo hizo.