23 min

El megapuerto de Ponce En qué quedó

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El megapuerto, el Puerto de las Américas, el Puerto de Ponce… Su nombre y las leyes que le dan forma fueron cambiando con los años y con las administraciones de turno, pero su destino no. Era el proyecto que prometía evitar la caída económica y llevar prosperidad a los pueblos del sur de Puerto Rico. Tras estudios que avalaban su construcción y una millonaria inversión, ¿en qué falló la propuesta? ¿En qué quedó el proyecto que haría de Ponce y Puerto Rico la conexión de la industria marítima del Caribe?



Anfitrionas



Valeria Collazo Cañizares
Adriana De Jesús Salamán



Edición



Víctor Ramos



Música original



Rigoazulado



Transcripción



Desde el aire, se ve como un juego de tetris gigante. Siguen bajando los rectángulos de colores, formando filas y filas… en una dirección y en otra. El puerto no descansa.



Para este anuncio especial, todos se vistieron con guayaberas blancas. Se pusieron cascos y chalecos de seguridad para la foto clásica. Se trata de una inversión de 114 millones de dólares para un proyecto de expansión que duplicará la capacidad de contenedores. Esto sumará cientos de empleos.



Está en ruta a convertirse en el principal centro logístico de las Américas. 



Pero no, este megapuerto no está en Ponce. Los planes se materializaron en Caucedo, Boca Chica, República Dominicana, mientras aquí nos apuntábamos con el dedo mutuamente como el meme de Spider-Man.



Esta es otra trama de sueños grandes y peleas pequeñas. De tiempo y millones perdidos… y del Puerto Rico que nunca fue.



INTRO



En sus 111 x 36 millas de extensión, aunque rodeada por agua, Puerto Rico tiene un puerto principal, ubicado en San Juan. Es ahí donde ingresa el 80% de lo que comemos y gran parte de lo que compramos o necesitamos para construir, para movernos, para funcionar. En fin, que la supervivencia en esta isla-archipiélago está amarrada a la carga marítima y aérea.



La idea y necesidad de un puerto adicional al de San Juan se comentaba desde la década de los ochenta, pero no fue hasta el 2002, con el gobernador Pedro Rosselló, que se aprobó la Ley de la Autoridad del Puerto de las Américas para desarrollar un puerto de trasbordo. Luego del debate público entre el gobierno central y el exalcalde Rafael “Churumba” Cordero Santiago, se decidió que fuera en Ponce.



Archivo Churumba: “Tenemos que ganar para que el megapuerto se comience el próximo año, antes de que Puerto Rico pierda esa oportunidad”.



La ventana de tiempo para actuar era corta. Ya lo había advertido el experto en industria marítima, Ernst Frankel, en su estudio sobre la viabilidad de un puerto de trasbordo para Puerto Rico en el año 2000. Si no se construía con urgencia, la competencia se adueñaría del mercado. Si se hacía rápido, el proyecto significaría una gran oportunidad no solo para Ponce, sino para toda la Isla. Puerto Rico se convertiría en un HUB importante, o punto de conexión, para el comercio por mar. Pedro Rosselló reconoció el potencial de la propuesta.



Rolando Emmanuelli: “Él vio como una oportunidad de negocios para Puerto Rico el aumento del tráfico de contenedores, particularmente de y hacia Estados Unidos y la oportunidad que había en el hemisferio de puerto de hondo calado para poder darle servicio a los buques llamados post panamax, que son los que no pueden pasar por el Canal de Panamá antes de la esclusa que se abrió ahora”.



Este es el licenciado Rolando Emmanuelli. En la década del 2000, presidió la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y estuvo involucrado en el impulso del puerto como centro de desarrollo económico. En ese entonces, se hablaba de la necesidad de puertos de hondo calado en esta parte del hemisferio americano. Hondo calado quiere decir que caben barcos más grandes.



Ponce buscaba convertirse en el “parking”, el estacionamiento de contenedores, de las Américas. El concepto de trasbordo es algo as

El megapuerto, el Puerto de las Américas, el Puerto de Ponce… Su nombre y las leyes que le dan forma fueron cambiando con los años y con las administraciones de turno, pero su destino no. Era el proyecto que prometía evitar la caída económica y llevar prosperidad a los pueblos del sur de Puerto Rico. Tras estudios que avalaban su construcción y una millonaria inversión, ¿en qué falló la propuesta? ¿En qué quedó el proyecto que haría de Ponce y Puerto Rico la conexión de la industria marítima del Caribe?



Anfitrionas



Valeria Collazo Cañizares
Adriana De Jesús Salamán



Edición



Víctor Ramos



Música original



Rigoazulado



Transcripción



Desde el aire, se ve como un juego de tetris gigante. Siguen bajando los rectángulos de colores, formando filas y filas… en una dirección y en otra. El puerto no descansa.



Para este anuncio especial, todos se vistieron con guayaberas blancas. Se pusieron cascos y chalecos de seguridad para la foto clásica. Se trata de una inversión de 114 millones de dólares para un proyecto de expansión que duplicará la capacidad de contenedores. Esto sumará cientos de empleos.



Está en ruta a convertirse en el principal centro logístico de las Américas. 



Pero no, este megapuerto no está en Ponce. Los planes se materializaron en Caucedo, Boca Chica, República Dominicana, mientras aquí nos apuntábamos con el dedo mutuamente como el meme de Spider-Man.



Esta es otra trama de sueños grandes y peleas pequeñas. De tiempo y millones perdidos… y del Puerto Rico que nunca fue.



INTRO



En sus 111 x 36 millas de extensión, aunque rodeada por agua, Puerto Rico tiene un puerto principal, ubicado en San Juan. Es ahí donde ingresa el 80% de lo que comemos y gran parte de lo que compramos o necesitamos para construir, para movernos, para funcionar. En fin, que la supervivencia en esta isla-archipiélago está amarrada a la carga marítima y aérea.



La idea y necesidad de un puerto adicional al de San Juan se comentaba desde la década de los ochenta, pero no fue hasta el 2002, con el gobernador Pedro Rosselló, que se aprobó la Ley de la Autoridad del Puerto de las Américas para desarrollar un puerto de trasbordo. Luego del debate público entre el gobierno central y el exalcalde Rafael “Churumba” Cordero Santiago, se decidió que fuera en Ponce.



Archivo Churumba: “Tenemos que ganar para que el megapuerto se comience el próximo año, antes de que Puerto Rico pierda esa oportunidad”.



La ventana de tiempo para actuar era corta. Ya lo había advertido el experto en industria marítima, Ernst Frankel, en su estudio sobre la viabilidad de un puerto de trasbordo para Puerto Rico en el año 2000. Si no se construía con urgencia, la competencia se adueñaría del mercado. Si se hacía rápido, el proyecto significaría una gran oportunidad no solo para Ponce, sino para toda la Isla. Puerto Rico se convertiría en un HUB importante, o punto de conexión, para el comercio por mar. Pedro Rosselló reconoció el potencial de la propuesta.



Rolando Emmanuelli: “Él vio como una oportunidad de negocios para Puerto Rico el aumento del tráfico de contenedores, particularmente de y hacia Estados Unidos y la oportunidad que había en el hemisferio de puerto de hondo calado para poder darle servicio a los buques llamados post panamax, que son los que no pueden pasar por el Canal de Panamá antes de la esclusa que se abrió ahora”.



Este es el licenciado Rolando Emmanuelli. En la década del 2000, presidió la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y estuvo involucrado en el impulso del puerto como centro de desarrollo económico. En ese entonces, se hablaba de la necesidad de puertos de hondo calado en esta parte del hemisferio americano. Hondo calado quiere decir que caben barcos más grandes.



Ponce buscaba convertirse en el “parking”, el estacionamiento de contenedores, de las Américas. El concepto de trasbordo es algo as

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