2 min

EPISODIO 3 CUENTO INFANTIL

    • Books

Otro de los vagones de mi tren, contiene todas las cosas que me dan alegría. Un beso al despertar. Un abrazo cuando estoy triste. Una mano que me ayuda a terminar de pintar mi dibujo. Alguien que me cuenta un cuento. Mi comida preferida. Jugar con mis amigos. Dormir abrigado en las noches de frío. Festejar mi cumpleaños. Comer una porción de torta. Tomar helado un día de mucho calor. Abrazar a mi mascota. Sentir el perfume de una flor. Descubrir un arcoíris. Encontrar formas en las nubes. Ir de paseo al zoológico. Los recreos en la escuela. Una felicitación de mi maestra. Las carreras de caracoles. Seguir un camino de hormigas. Jugar a la mancha y a las escondidas. Ir de campamento. Nadar en el río. Saltar charcos. Hacer barcos de papel. Remontar barriletes. Tocar la guitarra. Contar chistes y adivinanzas. Armar rompecabezas. Escuchar o cantar una canción que me gusta. ¡Y muchas, muchas cosas más!

¿Cómo sé qué cosas cargar en este vagón? ¡Muy fácil! Es todo lo que me da ganas de reír, bailar o celebrar. Son las cosas que me ponen contento, que me hacen bailar el corazón en el pecho y me dibujan una sonrisa.

Este vagón tiene que estar siempre lleno, porque las cosas que me dan alegría son las que alimentan al motor de la locomotora y permiten que mi tren avance. Así, a mi tren no le preocupará si tiene que subir una montaña muy alta, o si tiene que hundirse en un túnel largo y oscuro. Todos los días busco las cosas que me dan alegría, aunque sean simples y pequeñas, y las guardo en este vagón para que mi tren siempre, siempre siga andando.

Otro de los vagones de mi tren, contiene todas las cosas que me dan alegría. Un beso al despertar. Un abrazo cuando estoy triste. Una mano que me ayuda a terminar de pintar mi dibujo. Alguien que me cuenta un cuento. Mi comida preferida. Jugar con mis amigos. Dormir abrigado en las noches de frío. Festejar mi cumpleaños. Comer una porción de torta. Tomar helado un día de mucho calor. Abrazar a mi mascota. Sentir el perfume de una flor. Descubrir un arcoíris. Encontrar formas en las nubes. Ir de paseo al zoológico. Los recreos en la escuela. Una felicitación de mi maestra. Las carreras de caracoles. Seguir un camino de hormigas. Jugar a la mancha y a las escondidas. Ir de campamento. Nadar en el río. Saltar charcos. Hacer barcos de papel. Remontar barriletes. Tocar la guitarra. Contar chistes y adivinanzas. Armar rompecabezas. Escuchar o cantar una canción que me gusta. ¡Y muchas, muchas cosas más!

¿Cómo sé qué cosas cargar en este vagón? ¡Muy fácil! Es todo lo que me da ganas de reír, bailar o celebrar. Son las cosas que me ponen contento, que me hacen bailar el corazón en el pecho y me dibujan una sonrisa.

Este vagón tiene que estar siempre lleno, porque las cosas que me dan alegría son las que alimentan al motor de la locomotora y permiten que mi tren avance. Así, a mi tren no le preocupará si tiene que subir una montaña muy alta, o si tiene que hundirse en un túnel largo y oscuro. Todos los días busco las cosas que me dan alegría, aunque sean simples y pequeñas, y las guardo en este vagón para que mi tren siempre, siempre siga andando.

2 min