The Fartlek Athletics George

Javier Carriqueo tuvo una trascendencia como pocos para el atletismo argentino. Olímpico dos veces en Beijing y Londres, en 1500 y 5000m, múltiple campeón argentino y sudamericano, dueño de muchos de los récords argentinos hasta hace poco tiempo (sin super zapatillas), Javier descubrió en el trail hace algunos años atrás, como él dirá, un paso hacia la jubilación. Una verdad a medias, porque en realidad a sus 44 años sigue siendo igual de competitivo que en sus épocas doradas, sólo que en vez de correr a 2:28 el kilómetro, ahora busca esa exigencia en un kilómetro vertical o en unos 21k. Viene de ganar en esa distancia en Patagonia Run y se anima a coquetear con distancias mayores y, por qué no, alguna vez con el ultra.

En este nuevo podcast de The Fartlek, conversamos con Javier sobre el impacto de las redes sociales en el deporte, los valores de la generación anterior frente a los desafíos de las generaciones actuales. El mundo del trail y sus particularidades, la necesidad de buscar en pruebas de exigencia en la montaña un sentido de pertenencia con el compromiso de siempre, con el mismo con el que entraba a una cámara de llamada antes de competir en una serie olímpica. También hablamos de lo que le entrega la montaña, una conexión diferente.

Podría haber sido el Javier Carriqueo todavía obnubilado con las luces del Estadio Nacional de Beijing o el London Stadium, pero en cambio Javier es el de hoy, humilde y simple, alguien que disfruta del día a día, de la paternidad y del entrenamiento más relajado. Hasta tal vez disfruta de que los jóvenes de hoy no lo reconozcan. Hay algo en el anonimato, percibo, que le atrae, que le permite disfrutar de la inmensidad del paisaje en la montaña en una especie de soledad que le trae paz.

Hablamos de la importancia de mantenerse activo, de hacer vida sana, de la importancia de escuchar el cuerpo. Como una metáfora del momento que atraviesa, Javier Carriqueo cuenta que tuvo su primer impacto con la montaña cuando subió a un cerro corriendo en su San Martín de los Andres natal, miró hacia atrás y se dio cuenta de lo que estaba viendo: volcanes, lagos, bosques, más montañas. De no mirar hacia atrás para abrazar el proceso completo, con lo bueno y con lo malo, sin prestar tanta atención a los resultados, a los logros, a lo que fue y a lo que significó, a pesar de que confiesa que extraña la pista y que todavía se prende cada vez que hay un mundial o unos juegos Olímpico.

Apreciar, vivir el momento presente, ser coherente entre lo que dice y lo que hace. Espero que disfruten este nuevo episodio de los Fartlek Talks.

A Juan Dutari, ese emergente atleta argentino que prometía aniquilar récords y ganar títulos, el destino le tenía reservado otro camino.

Una de sus mayores habilidades, junto con la de ser un talentoso entrenador juvenil en Córdoba, Argentina, lo condenó a un proceso de deterioro de salud mental que hizo tambalear, desde el sentido más simbólico hasta el más literal, su vida. En el episodio 60 de los Fartlek Talks, “Juani” rememora aquellos días más oscuros, pero esta vez con una sonrisa y lágrimas en la cara, y con la certeza de haberlos atravesado.

Desde su internación a sus pensamientos suicidas, pasando por las señales que recibía permanentemente desde su internación, hasta la esperanza de aferrarse a la vida que le devolvían sus médicos, el trote-caminata, su pareja, sus amigos, sus alumnos. También de la necesidad de abrazar la vulnerabilidad, del aprendizaje estoico y de la resiliencia.

Hoy Juan Dutari está recuperado, ya no se obsesiona con récords (aunque este año logró el récord de su provincia en 1500m, con 3:48) ni con resultados, aunque sus experiencias en 2023 hayan incluido un campeonato sudamericano y un 10k en 30 minutos cortos, por mencionar tan solo unos ejemplos. Simplemente se divierte y disfruta el camino.

Hablamos de correr, pero también de salud mental y la necesidad de abordarla correctamente, sin prejuicios y a corazón abierto. Para coleccionar, esta entrega va desde lo más honesto de nuestro invitado, tal vez como un recordatorio que la vida va más allá de cualquier resultado y que puede ser muy finita.

Clara Baiocchi habla pausada, suena madura a los 23 años, con una vida por delante y otra atrás. Precisamente, suena como si en su vida hubiera corrido muchos kilómetros. O saltado muchas barreras. Especialista en los 3000m con obstáculos, en donde ostenta campeonatos y medallas representando a Argentina en eventos desde nacionales a sudamericanos, Clara es uno de los mejores prospectos del atletismo de este lado del mundo.

Sin embargo, esa evolución como deportista vino de la mano de su crecimiento como persona, del carácter que forjó en las vallas pero también de su acercamiento con la fe. En este episodio de los podcasts Fartlek Talks conversamos con ella sobre eso, pero también de la importancia de la pausa, de respetar los procesos, del lugar que ocupan los resultados, de la ansiedad y la salud mental en los atletas, entre muchos otros temas.

La complejidad para definir a Pablo Ureta se hace evidente al consultar su currículum, que incluye hitos deportivos de tamaños siderales, como correr el Ironman de Kona en 15 ocasiones, correr los maratones de Malvinas o ganar el de la Muralla China, hacer 12 maratones en un año, correr más de 500 en toda su carrera, tres ultra en tres días…pero también por fuera del deporte, como el posgrado que posee en management, como licenciado en administración, y que ahora le permite despuntar un nuevo vicio, el de organizar carreras de ultra trail. Suponemos que una cosa alimenta a la otra en este tipo que encontró su lugar en el mundo en las sierras cordobesas y también en Suiza, pero que no se siente de ningún lugar o mejor dicho, se siente del lugar en donde sus piernas -y sus brazos- puedan moverse.

Eso vamos a corroborar en este podcast, que además es un extenso repaso de su vida, una reivindicación a la escucha del cuerpo, una revalorización de la experiencia a través del paso del tiempo, con buenas y malas. Además, Pablo cuenta sobre cómo los obstáculos lo volvieron más fuerte, qué piensa de la vida y de la muerte y revela cuál es su secreto para poder competir en un nivel tan alto pero sobre todo a través de una extensa versatilidad que incluye desde el maratón hasta las aguas abiertas. Radiografía de un caso excepcional.



Algunas de sus frases más destacadas:



"Cuando dormís en el bosque, con miedo a que te agarre la policía, con frío, después correr se vuelve un placer porque me sentía acompañado, no me sentía solo. Así que todas esas dificultades han marcado mi vida y me han hecho disfrutar cada minuto y cada oportunidad de mi vida. Sé que la vida no es eterna, sé que somos una estrella fugaz en este mundo"



"Los obstáculos se pueden transformar en oportunidades. Depende de la percepción y de cómo afrontes cada proyecto, cada meta, cada problema de la vida."



"Veo mucha más ansiedad en la gente, mucho más hoy que hace 20, 25 años. Y bueno, esa ansiedad , es un poco el mundo moderno en el que vivimos, donde todo tiene que ser rápido, todo ya. Y cuando uno no tiene ese consuelo de ser rápido ya, que lo tiene , genera ansiedad, genera miedo. Y ese miedo a veces inmoviliza a la gente.



"No tengo miedo, pero soy consciente de que hoy estamos sanos. Y la salud no es algo que siempre se tiene. No creo en la suerte , no sé cómo llamarla , que no me enfermo, que no me lesiono. Pero realmente, bueno, eso es todo. no me gusta ver gente sufrir, no me gustaría sufrir una enfermedad, pero no, no. En general no tengo miedo, voy adelante y voy aceptando la vida como es"



"Bueno, en realidad no tengo 31 años, tengo 44. Y lo que a veces llama un poco la atención, que he estado en más de 600 carreras, 60 Ironman, y muchas carreras de todo tipo, es que mi pasión por el deporte no ha disminuido. Tal vez voy en diferentes direcciones, a veces miro para más retos personales, a veces más competición, a veces entreno más. Pero creo que una de las cosas que tengo, es que el deporte es como un estilo de vida"

La complejidad para definir a Pablo Ureta se hace evidente al consultar su currículum, que incluye hitos deportivos de tamaños siderales, como correr el Ironman de Kona en 15 ocasiones, correr los maratones de Malvinas o ganar el de la Muralla China, hacer 12 maratones en un año, correr más de 500 en toda su carrera, tres ultra en tres días…pero también por fuera del deporte, como el posgrado que posee en management, como licenciado en administración, y que ahora le permite despuntar un nuevo vicio, el de organizar carreras de ultra trail. Suponemos que una cosa alimenta a la otra en este tipo que encontró su lugar en el mundo en las sierras cordobesas y también en Suiza, pero que no se siente de ningún lugar o mejor dicho, se siente del lugar en donde sus piernas -y sus brazos- puedan moverse. Eso vamos a corroborar en este podcast, que además es un extenso repaso de su vida, una reivindicación a la escucha del cuerpo, una revalorización de la experiencia a través del paso del tiempo, con buenas y malas. Además, Pablo cuenta sobre cómo los obstáculos lo volvieron más fuerte, qué piensa de la vida y de la muerte y revela cuál es su secreto para poder competir en un nivel tan alto pero sobre todo a través de una extensa versatilidad que incluye desde el maratón hasta las aguas abiertas. Radiografía de un caso excepcional.



Algunas de sus frases más destacadas:



"Cuando dormís en el bosque, con miedo a que te agarre la policía, con frío, después correr se vuelve un placer porque me sentía acompañado, no me sentía solo. Así que todas esas dificultades han marcado mi vida y me han hecho disfrutar cada minuto y cada oportunidad de mi vida. Sé que la vida no es eterna, sé que somos una estrella fugaz en este mundo"



"Los obstáculos se pueden transformar en oportunidades. Depende de la percepción y de cómo afrontes cada proyecto, cada meta, cada problema de la vida."



"Veo mucha más ansiedad en la gente, mucho más hoy que hace 20, 25 años. Y bueno, esa ansiedad , es un poco el mundo moderno en el que vivimos, donde todo tiene que ser rápido, todo ya. Y cuando uno no tiene ese consuelo de ser rápido ya, que lo tiene , genera ansiedad, genera miedo. Y ese miedo a veces inmoviliza a la gente.



"No tengo miedo, pero soy consciente de que hoy estamos sanos. Y la salud no es algo que siempre se tiene. No creo en la suerte , no sé cómo llamarla , que no me enfermo, que no me lesiono. Pero realmente, bueno, eso es todo. no me gusta ver gente sufrir, no me gustaría sufrir una enfermedad, pero no, no. En general no tengo miedo, voy adelante y voy aceptando la vida como es"



"Bueno, en realidad no tengo 31 años, tengo 44. Y lo que a veces llama un poco la atención, que he estado en más de 600 carreras, 60 Ironman, y muchas carreras de todo tipo, es que mi pasión por el deporte no ha disminuido. Tal vez voy en diferentes direcciones, a veces miro para más retos personales, a veces más competición, a veces entreno más. Pero creo que una de las cosas que tengo, es que el deporte es como un estilo de vida"

A Fedra Luna Sambrán talento le sobra: tiene 26 años y ya cuenta con una medalla de plata en los Iberoamericanos, una victoria en los Juegos Odesur, entre otras victorias resonantes, además de un puñado de récords nacionales y sudamericanos, los últimos logrados en apenas quince días, tanto en los 1500m como en los 3000m indoor, un lugar que eligió para demostrarse -probablemente sin saberlo- a ella misma que estaba nuevamente en un estado de forma excelso.

Sin embargo, lo que le faltaba a Luna Sambrán, que eligió el pueblito de Soria para afincarse (su lugar en el mundo) junto a su pareja, el también corredor chileno Carlos Díaz del Río, era la paz necesaria para reconciliarse consigo misma, para volver a conocerse y adaptarse a aquello que no podía controlar.

Desde su proceso exterior con los resultados deportivos hasta lo más profundo e introspectivo, como el hecho de haber tocado fondo y pensado en dejar de correr, de todo eso conversamos con Fedra en un nuevo episodio de los Fartlek Talks.