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Hay un algo hermoso en emprender un viaje hacia tu identidad que se traduce en un encuentro hermoso contigo mismo. Dicho viaje lo hizo Yessica Borroto a través de sus raíces familiares procedentes de Jamaica y Barbados, descubriendo música, religión, comida, tradición, cultura y cabello y comprendiendo el por qué de muchos aspectos de su educación. Sin tener otro familiar dedicado al arte, Yessica encontró en esta su realización y a sus actuaciones se une el reflejo de una identidad que defiende desde su actitud y su cabello. No fue sencillo el paso, el acoso la esperó en algunas esquinas pero defender lo que era unido a su talento, la ha llevado a ser una de las actrices jóvenes más respetadas de los medios cubanos y a encontrarse entre las 10 mejores modelos cubanas. Esta es su historia.

Hay una manera desenfada en los jóvenes de asumirse con valentía y adueñarse de los espacios solo con estar en ellos. Así sucede con Pedrito Martínez, joven actor que supo ganarse el cariño del público cubano al representar en el espacio estelar de la novela, a un adolescente negro que sortea los caminos del racismo del padre blanco de su novia blanca y que predica con el ejemplo siendo el estudiante brillante y el amigo solidario. Sobre los puntos de conexión entre Lucas, su personaje, y él mismo, nos cuenta Pedrito Martínez; sobre cómo su cabello afro natural se ha vuelto una especie de suerte para encontrar trabajo y par de anécdotas relacionadas con su cabello y sus personajes en televisión, podrás escuchar durante estos 20 minutos y más.

 ¿Cómo comenzó su trabajo teatral y en televisión para niños? ¿Por qué la encontramos recientemente como una de las caras de la Campaña Evoluciona por la no violencia hacia las mujeres y las niñas? Sobre esto y más nos cuenta esta actriz, madre y activista por la no violencia de género,  de manera íntima, qué causas la mueven y cómo atravesó el camino de descubrir su identidad afro mediante su cabello y su inserción en el mundo del arte.

Jorge Enrique no iba a ser actor, iba a ser cantante, pero no cualquier cantante, él cantaba como Benny Moré. Por esos azares maravillosos de la vida, terminó matriculando en el Instituto Superior de Arte y graduándose del perfil actuación, dándole vida en tiempos recientes a personajes negros bien visibles en televisión nacional en horarios estelares. Para alguien sin formación artística previa alguna y con la idiosincrasia de un barrio habanero bien metido adentro, el camino a recorrer estuvo marcado por los enfrentamientos como único diálogo y forma de expresión, los retrocesos, por el reconocer los estereotipos que rodean a las personas negras y por el re-conocimiento de sí mismo.
Sobre el papel de la representatividad en los medios, sobre su proceso de crecimiento personal mediante la investigación de la historia negra cubana y sus más recientes proyectos artísticos, conversamos en esta entrevista donde el cabello no fue más que el pretexto para seguir dialogando y construyendo comunidad.

‌Desde un cañaveral matancero a las grandes galerías de arte de Estados Unidos, la historia de Magda Campos Pons atraviesa y une la pintura, la fotografía, el performance, la escultura y el sonido para contarnos sus  raíces chinas y africanas, su condición de mujer negra, cubana y artista y sus vivencias desde la distancia y el exilio. "El exilio es como un espejo" y desde este espejo Magda refleja su amor por una Cuba que recuerda con una precisión hermosa. Magda y sus dreadlocks, Magda negra, Magda mujer inteligente y activista, inmensa en su arte, nos habla de la búsqueda del amor.

De estudiar medicina a perseguir su sueño como músico, de su mudanza desde su natal Pinar del Río a la capital de todos los cubanos y de su viaje entre el reggaetón y la trova para llegar a ese funk que lo distingue en el panorama musical cubano, nos habla Cimafunk con una naturalidad y sencillez que enamora. Sus letras ya son parte del habla popular y no hay quien diga “Me voy” sin que alguien le responda sonriendo, “pa mi casa”. 

Durante esta casi hora vamos a conocer cómo este músico y productor que puso a bailar a Cuba y a buena parte del mundo con sus ritmos y visualidad afro y setentera, echó pa´ lante su arte partiendo de la idea de que no hay que esperar a que te descubran, hay que trabajar, crear, confiar en ti y mostrar tu música.

Cimafunk se volvió fenómeno y no es difícil entender por qué: su mezcla de funk con ritmos cubanos, sus letras directas y sencillas que le hablan a la gente como ella habla, su peinado afro y sus pantalones campana son el sello distintivo de un artista que reconoce y resalta su ascendencia afro y su negritud con un orgullo que se adivina en su nombre, cimarrón y musical.