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Aqui encontrarás los mejores cuentos clásicos y tambien historias de aventuras y aprendizaje para disfrutar con tus amigos y familia.
Cada semana encontraras nuevos cuentos.

NAME y sus Amigos NAME y sus Amigos

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Aqui encontrarás los mejores cuentos clásicos y tambien historias de aventuras y aprendizaje para disfrutar con tus amigos y familia.
Cada semana encontraras nuevos cuentos.

    El Patito Feo

    El Patito Feo

    Hola Amigos!! Hoy les dejamos este hermoso cuento clásico que todos concemos y amamos! El Patito Feo. SI esta genial aventura llena de enseñanzas al mejor estilo de NAME y Sus Amigos! Que lo disfruten y no olviden alimentar su imaginación todos los dias!

    El Patito Feo:

    Al igual que todos los años, en los meses de verano, la Señora Pata se dedicaba a empollar. El resto de las patas del corral siempre esperaban con muchos deseos que los patitos rompiesen el cascarón para poder verlos, pues los patitos de esta distinguida pata siempre eran los más bellos de todos los alrededores.
    El momento tan esperado llegó, lo que causó un gran alboroto ya que todas las amigas de mamá pata corrieron hacia el nido para ver tal acontecimiento. A medida que iban saliendo del cascarón, tanto la Señora Pata como sus amigas gritaban de la emoción de ver a unos patitos tan bellos como esos. Era tanta la algarabía que había alrededor del nido que nadie se había percatado que aún faltaba un huevo por romperse.
    El séptimo era el más grande de todos y aún permanecía intacto lo que puso a la expectativa a todos los presentes. Un rato más tarde se empezó a ver como el cascarón se abría poco a poco, y de repente salió un pato muy alegre. Cuando todos lo vieron se quedaron perplejos porque este era mucho más grande y larguirucho que el resto de los otros patitos, y lo que más impresionó era lo feo que era.
    Esto nunca le había ocurrido a la Señora Pata, quien para evitar las burlas de sus amigas lo apartaba con su ala y solo se dedicaba a velar por el resto de sus hermanitos. Tanto fue el rechazo que sufrió el patito feo que él comenzó a notar que nadie lo quería en ese lugar.
    Toda esta situación hizo que el patito se sintiera muy triste y rechazado por todos los integrantes del coral e incluso su propia madre y hermanos eran indiferentes con él. Él pensaba que quizás su problema solo requería tiempo, pero no era así pues a medida que pasaban los días era más largo, grande y mucho más feo. Además se iba convirtiendo en un patito muy torpe por lo que era el centro de burlas de todos.
    Un día se cansó de toda esta situación y huyó de la granja por un agujero que se encontraba en la cerca que rodeaba a la propiedad. Comenzó un largo camino solo con el propósito de encontrar amigos a los que su aspecto físico no les interesara y que lo quisieran por sus valores y características.
    Después de un largo caminar llegó a otra granja, donde una anciana lo recogió en la entrada. En ese instante el patito pensó que ya sus problemas se habían solucionado, lo que él no se imaginaba que en ese lugar sería peor. La anciana era una mujer muy mala y el único motivo que tuvo para recogerlo de la entrada era usarlo como plato principal en una cena que preparaba. Cuando el patito feo vio eso salió corriendo sin mirar atrás.

    Pasaba el tiempo y el pobrecillo continuaba en busca de un hogar. Fueron muchas las dificultades que tuvo que pasar ya que el invierno llegó y tuvo que aprender a buscar comida en la nieve y a refugiarse por sí mismo, pero estas no fueron las únicas pues tuvo que esquivar muchos disparos provenientes de las armas de los cazadores.
    Siguió pasando el tiempo, hasta que por fin llegó la primavera y fue en esta bella etapa donde el patito feo encontró por fin la felicidad. Un día mientras pasaba junto a estanque diviso que dentro de él había unas aves muy hermosas, eran cisnes. Estas tenían clase, eran esbeltas, elegantes y se desplazaban por el estanque con tanta frescura y distinción que el pobre animalito se sintió muy abochornado por lo torpe y descuidado que era él.
    A pesar de las diferencias que él había notado, se llenó de valor y se dirigió hacia ellos preguntándole muy educadamente que si él podía bañarse junto a ellos. Los cisnes con mucha amabilidad le respondieron todos juntos:
    – ¡Claro que puedes, como uno de los nuestros no va a poder disfrutar de este maravillo

    • 6 min
    Juan Sin Miedo - Cuentos Clásicos

    Juan Sin Miedo - Cuentos Clásicos

    Hola Amigos!! Hoy les traemos este hermoso cuento clásico que seguro ya conocen!! Juan Sin Miedo. Este lindo cuento narrado cal mejor estilo de NAME y sus Amigos esta lleno de emociones y también enseñanzas!

    No olviden escuchar cada dia estos cuentos y asi alimentar su imaginacion!!

    Juan Sin Miedo:

    Había una vez, en una aldea que contaba con pocos habitantes, un hombre que tenía dos hijos. El mayor jamás lo disgustaba pues era un muchacho trabajador, asentado y muy emprendedor, mientras que el segundo era todo lo contrario pues aún no lograba establecerse decentemente. Ya el padre mayor y enfermo se acerca al joven y le dice:
    – Sabes que nuestra situación económica no es muy favorables, así que el día que falte no podrás heredar mucho de mí. Yo noto que nada te motiva y que no has sido capaz aún de encontrar un trabajo que te permita vivir modestamente. ¿No hay nada en la vida que te gustaría aprender hacer?
    – Si padre quiero aprender a sentir miedo. Hasta el momento ninguna de las historias de monstruos que he escuchado me han causado temor, mientras que a todos los que la escuchan alrededor mío se aterran.
    El padre decepcionado por la respuesta de su hijo le dijo que se marchara de la casa en busca del miedo, para ver si de ese modo su hijo encontraba el camino correcto de la vida. Y así hizo Juan, se despidió de su única familia, su padre y su hermano, y comenzó su largo recorrido el cual no tenía rumbo pero si un propósito, encontrar al miedo. Durante la travesía se encontró a un sacristán con el que instauró una amena conversación.
    – Buenas, mi nombre es Juan Sin Miedo.
    Ante tal presentación el sacristán le respondió:
    – Es tu nombre muy poco usual.
    – Mi nombre se debe a que siempre he vivido sin miedo y es por eso que he abandonado mi casa y he llegado hasta tan lejos. ¿Podría usted decirme dónde puedo hallarlo?
    – Tal vez pueda ayudarte- fue la respuesta del sacristán, quien posteriormente comenzó a narrarle una historia muy antigua.
    – Hace muchos, pero muchos años en un lugar que está más allá del valle existía un castillo que era gobernado por un mago maléfico. Ahora el dueño del castillo es un pobre rey que ha ofrecido grandes riquezas al que logre liberar a su castillo de ese malvado mago. Hasta el momento todos habían fracasado y tenían que huir muy aterrados. Estoy seguro de que en ese lugar encontrarás eso que tanto deseas.
    Una vez que el hombre terminó la historia, Juan partió en busca de este castillo y de su terrible maldición. Cuando llegó a la puerta del lugar les dijo a los guardias que se encontraban allí:
    – Mi nombre es Juan Sin Miedo y necesito conversar con vuestro rey.
    Uno de los guardias lo llevó al salón del trono donde se encontraba el rey. En ese preciso instante el rey le explicó las condiciones que debía cumplir para poder liberar al castillo de este terrible poder malvado.
    – Serás un hombre muy rico pues si logras pasar tres noches allí y liberas a mi castillo de esta maldición, te entregaré todo el oro de mi reino.
    Asombrado del ofrecimiento, Juan le respondió:
    – Es usted muy amable, y le agradezco mucho lo que pretende hacer, pero mi único objetivo es poder descubrir que es sentir miedo.
    A pesar de sus palabras, el rey tenía pocas esperanzas pues muchos habían intentado y habían fracasado.
    Y llegó la primera noche de Juan en el castillo; ya estaba durmiendo cuando un quejido aterrador proveniente de un sombrío fantasma lo despertó.
    – ¿Quién eres tú que has tenido la osadía de despertarme?- Preguntó Juan sin temor alguno.
    A Juan no le importó ninguno de los chillidos de ese fantasma, y continuó con su sueño. Al día siguiente cuando el rey visitó al muchacho en el castillo conversó con él, siempre recordándole que para poder cumplir su acuerdo aún le quedaban dos noches más. Y llegó la segunda noche, cuando nuevamente Juan volvió a sentir los alaridos de ese espectro y comenzó a buscar

    • 8 min
    Blancanieves Y Los Siete Enanitos

    Blancanieves Y Los Siete Enanitos

    Hola amigos!!! Hoy les traemos este hermoso cuanto clásico para que disfruten en familia. Blancanieves Y Los Siete Enanitos!

    No olviden escuchar este tipo de cuentos siempre que puedan y asi alimentarán su imaginacion. Sabemos que los videos son divertidos, pero estos cuentos son mucho mejores para su crecimiento!! Disfrútenlos!!

    Blancanieves Y Los Siete Enanitos:


    Blancanieves era una bella niña que tenía grandes sentimientos. Siendo aún muy pequeña su madre murió y, tiempo después, su padre volvió a rehacer su vida al lado de otra mujer. La madrasta de Blancanieves era una terrible mujer y la envidiaba muchísimo a causa de su belleza. La madrasta de Blancanieves poseía un espejo mágico que era capaz de decirle quien era la mujer más guapa del reino. Ella siempre muy confiada le decía:
    – Ohhh espejito mágico, ¿podrías decirme tu quién es la más guapa?
    – Eres tú mi señora, la más bella de todas – el espejo respondía ante la petición de su ama.
    Hubo una ocasión en que la respuesta del espejo no fue la que ella acostumbraba a escuchar sino que en su lugar dijo:
    – Mi señora eres tú muy guapa pero, siento decirle que hoy Blancanieves es más guapa.
    Al escuchar aquella respuesta la mujer enfureció muchísimo pues no entendía que Blancanieves fuese la más hermosa. Debido a esto reunió a todos sus sirvientes con prisa y les dijo:
    – Hace unos instantes el espejo mágico me ha revelado que ahora Blancanieves es más guapa que yo. Es por esto que les ordeno que la capturen, la lleven al bosque y la maten, y para estar segura de que cumplieron la orden, me traen en una caja su corazón.
    Todos los sirvientes, ante tal orden, fueron en busca de la joven y al encontrarla le propusieron ir a dar un paseo por el bosque. Mientras daban el paseo, todos los empleados iban comentando que no podían hacer eso porque la pequeña Blancanieves era muy buena y noble y no se merecía ese castigo.
    Después de un rato caminando llegaron a las profundidades del bosque, y ahí todos los sirvientes le contaron que su madrastra los había enviado a matarla pero que ellos no podía hacer eso, la dejaron ahí y le pidieron que huyera. En su lugar, le llevaron a la madrastra un corazón de un jabalí para que no sospechara.

    La pobre muchacha empezó a caminar por el bosque hasta que encontró una pequeña casita y entró. En el interior todo era muy pequeño, había una mesa muy chiquitica, 7 sillitas y 7 camitas. La pobre Blancanieves tenía mucha hambre y estaba un poco cansada así que se comió todo lo que había en los siete platitos y después se acostó sobre las siete camitas.
    Esta pequeña casita que Blancanieves había invadido tenía dueños, y no eran nada más y nada menos que siete enanitos. Al llegar estos a la casa se percataron como la niña dormía tan placenteramente sobre sus camas. Uno de los presentes al verla dijo:
    – ¡Nunca había visto tanta belleza! Vean que linda es.
    – Si es muy bella – respondió otro de los enanos – Podría quedarse a vivir con nosotros.
    Y así sucedieron las cosas, al despertar ella les contó todo lo que había sucedido y las terribles cosas que su madrastra pretendía. Al terminar le pidieron que se quedara con ellos y ella accedió muy contenta.
    La madrasta no se daba por vencida y seguía preguntándole a su espejo que quien era la más guapa de todas, y el espejo como no podía mentir, respondía una y otra vez:
    – Mi señora eres tú muy guapa pero, siento decirle que hoy Blancanieves es más guapa.
    La madrastra muy enfadada decía – esto no puede ser, ella está muerta, yo vi su corazón.
    El espejo ante tal exclamación le dijo a su señora:
    – Siento decirle que fue engañada, ella no está muerte, sino que vive aún, y está en una pequeña casa en el bosque junto a siete enanitos.
    La madrastra muy enfadad, al descubrir que había sido engañada y que la joven aún vivía, se disfrazó de vieja y se dirigió hacia donde estaba la pequeña. Par

    • 7 min
    Hansel Y Gretel

    Hansel Y Gretel

    Hansel Y Gretel es un cuento clásico amado por todos. Hoy pueden disfrutarlo con sus hijos con NAME y sus amigos. Ayudemos a nuestros chicos a alimentar su imaginación.

    Hansel Y Gretel:

    Habia una vez dos niños llamados Hansel y Gretel, quienes vivían con su padre leñador y su madrastra cerca de un espeso bosque. La situación de la familia era precaria, vivían con mucha escasez y apenas tenían para alimentarse.
    Una noche la cruel madrastra le dijo al buen leñador que se encontraba atormentado pensando que sus hijos morirían de hambre. – “Debemos abandonarlos en el bosque, ya no hay suficiente comida. A lo mejor se encuentran a alguien que se apiade y les dé de comer”.

    Al principio el padre se opuso rotundamente a la idea de abandonar a sus hijos a la merced del bosque. – “¿Cómo se te puede ocurrir semejante idea mujer? ¿Qué clase de padre crees que soy?” – le respondió enfadado.
    La mujer que estaba dispuesta a deshacerse de la carga de los niños, no descansó hasta convencer al débil leñador de que aquella era la única alternativa que le quedaba.
    Los niños no estaban realmente dormidos, por lo que escucharon junto a la puerta de su habitación toda la conversación. Gretel lloraba desconsoladamente, pero Hansel la consoló asegurándole que tenía una idea para encontrar el camino de regreso.
    A la mañana siguiente cuando los niños se disponían a acompañar a su padre al bosque como hacían a menudo, la madrastra les dio un pedazo de pan a cada uno para el almuerzo. Así fue como los niños siguieron a su padre hasta la espesura al bosque, sabiendo que este los iba a dejar allí. Hansel iba detrás, dejando caer migas de su pan para marcar el camino por el que debían regresar a la casa.
    Cuando llegaron a un claro, el padre les dijo con una tristeza profunda. – “Esperen aquí hijos míos, iré a cortar algo de leña y luego vendré a buscarlos”.
    Hansel y Gretel se quedaron tranquilos como su padre les había pedido, creyendo que tal vez había cambiado de opinión. Se quedaron profundamente dormidos hasta que los sorprendió la noche y siguiendo la luz de la luna, intentaron encontrar el camino de regreso. Pero por más que buscaron y buscaron no lograron encontrar las migas de pan que indicaban el camino, ya que antes los pájaros del bosque se las habían comido.
    Así vagaron sin rumbo durante la noche y el día siguiente por el bosque, y con cada paso que daban se alejaban más de la cabaña donde vivían. Pensaban que iban a morir de hambre cuando encontraron a un pajarillo blanco que cantaba y movía sus alas, como invitándoles a seguirle. Siguieron el vuelo de aquel pajarillo hasta que llegaron a una casita, que para su sorpresa estaba construida completamente de dulces. El tejado, las ventanas e incluso las paredes estaban recubiertas de jengibre, chocolate, bizcochos y azúcar.
    De inmediato se abalanzaron hacia la casita y mientras mordisqueaban todo lo que podían, oyeron la voz de una viejecita desde el interior que los invitaba a pasar. Se trataba de una bruja malvada que usaba aquel hechizo para atraer a los niños y luego comérselos.
    Una vez adentro fue muy tarde para Hansel y Gretel, quienes no lograron escapar. La bruja decidió que Gretel le era más útil en las labores domésticas y a Hansel se lo comería luego de engordarlo, porque estaba muy delgado. Lo metió en una jaula donde lo alimentaba a diario y como estaba media ciega, cuando le pedía que le sacase la mano para ver si había engordado algo, Hansel la engañaba con un hueso.
    Pasó el tiempo y la bruja finalmente se aburrió, por lo que decidió comérselo así mismo. Le ordenó a Gretel que prepara el horno para cocinarlo. Mientras la bruja estaba distraída viendo si el horno estaba lo suficientemente caliente, Gretel aprovechó la oportunidad para empujarla a su interior.
    Gretel corrió y liberó a su hermano, pero antes de marcharse tomaron las joyas y diamantes que mantenía escondidos la bruj

    • 6 min
    El Gato Con Botas

    El Gato Con Botas

    Hoy les traemos este hermoso cuento cláciso! El Gato Con Botas!

    A quien no le divierte esta genial aventura del gato y su amo el molinero? Bien, entonces a escucharla y también imaginar cada uno de los detalles del cuento!! Asi alimentamos nuestra imaginación!

    El Gato Con Botas:

    Habia una vez un viejo molinero que tenía tres hijos. El molinero solo tenía tres posesiones para dejarles cuando muriera: su molino, un asno y un gato. Un dia llamó a sus hijos para hacer el reparto de su herencia.
    –“Hijos míos, quiero dejarles lo poco que tengo antes de morir”, les dijo. Al hijo mayor le tocó el molino, que era el sustento de la familia. Al mediano le dejó al burro que se encargaba de acarrear el grano y transportar la harina, mientras que al más pequeño le dejó el gato que no hacía más que cazar ratones. Dicho esto, el padre murió.

    El hijo más joven estaba triste e inconforme con la herencia que había recibido. –“Yo soy el que peor ha salido ¿Para qué me puede servir este gato?”, – pensaba en voz alta.
    El gato que lo había escuchado, decidió hacer todo lo que estuviese a su alcance para ayudar a su nuevo amo. – “No te preocupes joven amo, si me das un bolso y un par de botas podremos salir a recorrer el mundo y verás cuántas riquezas conseguiremos juntos”.
    El joven no tenía muchas esperanzas con las promesas del gato, pero tampoco tenía nada que perder. Si se quedaba en aquella casa moriría de hambre o tendría que depender de sus hermanos, así que le dio lo que pedía y se fueron a recorrer el mundo.
    Caminaron y caminaron durante días hasta que llegaron a un reino lejano. El gato con botas había escuchado que al rey de aquel país le gustaba comer perdices, pero como eran tan escurridizas se hacían casi imposibles de conseguir. Mientras que el joven amo descansaba bajo la sombra de un árbol, el gato abrió su bolsa, esparció algunos granos que le quedaban sobre ella y se escondió a esperar.
    Llevaba un rato acechando cuando aparecieron un grupo de perdices, que encontraron el grano y se fueron metiendo una a una en el saco para comérselo. Cuando ya había suficientes, el gato tiró de la cuerda que se encontraba oculta, cerrando el saco y dejando atrapadas a las perdices. Luego se echó el saco al hombro y se dirigió al palacio para entregárselas al rey.
    Cuando se presentó ante el rey le dijo: – “Mi rey, el Marqués de Carabás le envía este obsequio. (Este fue el nombre que se le ocurrió darle a su amo)”. El rey complacido aceptó aquella oferta y le pidió que le agradeciera a su señor. Pasaron los días y el gato seguía mandándole regalos al rey, siempre de parte de su amo.
    Un día el gato se enteró de que el rey iba a pasear con su hermosa hija cerca de la ribera del río y tuvo una idea. Le dijo a su amo: – “Si me sigues la corriente podrás hacer una fortuna, solo quítate la ropa y métete al río”. Así lo hizo el hijo del molinero hasta que escuchó a su gato gritando: – “¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Se ahoga el Marqués de Carabás! ¡Le han robado sus ropas!”.

    El rey atraído por los gritos se acercó a ver qué pasaba. Al ver que se trataba del Marqués que tantos obsequios le había enviado, lo envolvió en ropas delicadas y lo subió en su carruaje para que les acompañara en el paseo.
    El astuto gato se adelantó a la comitiva real y se dirigió a las tierras de un temido ogro, donde se encontraban trabajando unos campesinos. Los amenazó diciéndoles: – “Cuando el rey pase por aquí y les pregunte de quién son estas tierras, deberán responder que pertenecen al Marqués de Carabás, sino morirán”.
    De esta manera cuando el rey cruzó con su carruaje y preguntó a quién pertenecían aquellas tierras, todos los campesinos contestaron: – “Son del señor Marqués de Carabás”.
    El gato con botas que se sentía muy complacido con su plan, se dirigió luego al castillo del ogro, pensando en reclamarlo para su amo. Ya había esc

    • 7 min
    La Liebre Y La Tortuga

    La Liebre Y La Tortuga

    Hola Amigos!! Hoy junto con NAME les traemos un hermoso cuento con moraleja. La liebre y la Tortuga, seguro ya lo conocen, pero nunca lo escucharon con el estilo de NAME y sus amigos :) Lleno de sonidos y ambientes que los transportarán al mismo lugar que los protagonistas.

    La liebre y la Tortuga:


    Un día, una tortuga iba pasito a pasito por un camino, cuando se le acercó una liebre brincando y le dijo:
    -¡Hola tortuga! Ya veo que caminas muy despacio, como siempre. ¿Por qué no vas más deprisa?
    Puede que ande despacio, pero cuando se trata de resistencia, nadie me gana -replicó la tortuga-.
    Si quieres, hacemos una carrera hasta lo alto de aquella colina.
    La liebre se echó a reir:
    -¡Ja, ja! ¡Estupendo! ¡No tienes ninguna posiblidad de ganarme!
    La liebre convocó a todos sus amigos. Pensó que pondría en ridículo a la tortuga y que todos se reirían de ella.
    -¡Vamos a ver quién es más veloz, si la pesada tortuda o yo!
    A la señal de la zorra ¡Preparados, listos, ya!, la tortuga y la liebre salieron juntas. La liebre pasó zumbando a la tortuga, y no tardó mucho en llegar a la mitad del recorrido. 
    "Me pregunto por dónde irá la tortuga". Se detuvo para mirar atrás y vio que la tortuga estaba aún a mucha distancia.
    Todos los espectadores se reían de la tortuga, diciendo:
    -¡Tortuga! ¡Eres la criatura más lenta del mundo!
    A pesar de las risas, la tortuga continuó caminando despacio, pero sin pausa, colina arriba.
    La liebre se cansó de contemplar el lento paso de la tortuga.
    ¿Todavía está ahí? Creo que me voy a echar una siestecita, pensó.
    Y dicho y hecho, la liebre se puso a dormir en mitad de la ladera.
    Mientras la liebre dormía, la tortuda continuó caminando lentamente pero sin descansar.
    "Tal vez sea lenta, pero siempre gano cuando se trata de resistencia. ¡Vamos!", se dijo.
    Cuando finalmente llegó a la mitad del camino, oyó unos ronquidos y dijo:
    -¡Vaya! ¡Ahí está la liebre durmiendo!
    Entonces la tortuga se esforzó todo lo que pudo en subir la colina y pasar a la liebre, que estaba profundamente dormida.
    Después de una larga siesta, la liebre se despertó: ¿Cuánto habrá avanzado la tortuga?
    Miró hacia abajo, pero no se veía a la tortuga por ninguna parte.
    -¡No puede ser!
    Entonces miró hacia la cima de la colina. ¡Allí estaba la tortuga gritando de alegría por haber ganado la carrera!
     
    Moraleja: Todos tenemos que esforzarnos al máximo para conseguir nuestros objetivos, y trabajar sin parar, como hizo la tortuga.

    • 3 min

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