Sebastián Forero y María Camila Morales viajaron hasta Tibú para reportear sobre conflicto y reclutamiento en el Catatumbo, pero pronto se encontraron con una crisis humanitaria que se convertiría en la historia. ¿La apuesta? Quitarle el estigma a los campesinos y a los migrantes venezolanos que trabajaban la coca en la frontera, a quienes el ministro de Defensa llamó “narcococaleros” y “narcocampesinos”.