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Administrando Lo Que Debes Un Minuto Con Dios - Dr. Rolando D. Aguirre

    • Spirituality

Thomas Carlyle dijo una vez: “Solo hay dos medios de pagar las deudas: por el trabajo y por el ahorro”. Esta sabiduría resalta la responsabilidad que tenemos de manejar nuestras finanzas de manera diligente y respetuosa con los demás.

Dios espera que aquellos que toman prestado sean cuidadosos en devolver lo que deben, ya que retener el dinero legítimamente adeudado equivale a robar al prestamista, lo que puede afectar nuestro testimonio cristiano. No obstante, la tarea de reducir las deudas puede parecer desalentadora, pero Dios desea nuestra liberación de ellas y nos guiará en el proceso. A menudo, esto implica un enfoque lento y constante que nos prepara para evitar futuras deudas. Requiere de reconocer nuestros errores financieros, comprometernos a hacer sacrificios y trabajar diligentemente para alcanzar nuestras metas. Pero, sobre todo, implica confiar en el Señor, quien es fiel y nos proveerá.
¿Te parece que tu deuda es más grande que la ayuda de tu Padre celestial Todopoderoso? Aquellos que se acercan a Dios con arrepentimiento y total entrega, encontrarán los recursos y la perseverancia necesarios para pagar sus deudas. Confía en Él, quien nunca nos abandona en nuestras necesidades financieras. La Biblia dice en Romanos 13:8, “8 No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios” (NTV).

Thomas Carlyle dijo una vez: “Solo hay dos medios de pagar las deudas: por el trabajo y por el ahorro”. Esta sabiduría resalta la responsabilidad que tenemos de manejar nuestras finanzas de manera diligente y respetuosa con los demás.

Dios espera que aquellos que toman prestado sean cuidadosos en devolver lo que deben, ya que retener el dinero legítimamente adeudado equivale a robar al prestamista, lo que puede afectar nuestro testimonio cristiano. No obstante, la tarea de reducir las deudas puede parecer desalentadora, pero Dios desea nuestra liberación de ellas y nos guiará en el proceso. A menudo, esto implica un enfoque lento y constante que nos prepara para evitar futuras deudas. Requiere de reconocer nuestros errores financieros, comprometernos a hacer sacrificios y trabajar diligentemente para alcanzar nuestras metas. Pero, sobre todo, implica confiar en el Señor, quien es fiel y nos proveerá.
¿Te parece que tu deuda es más grande que la ayuda de tu Padre celestial Todopoderoso? Aquellos que se acercan a Dios con arrepentimiento y total entrega, encontrarán los recursos y la perseverancia necesarios para pagar sus deudas. Confía en Él, quien nunca nos abandona en nuestras necesidades financieras. La Biblia dice en Romanos 13:8, “8 No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios” (NTV).

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