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La Imposibilidad de Maldecir (Parte 1)-EP71-Números Viandas de Vida

    • Christianity

3 Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto. 4 Y vino Dios al encuentro de Balaam, y este le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero. 5 Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así. 



8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?

¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?

9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré,

Y desde los collados lo miraré;

He aquí un pueblo que habitará confiado,

Y no será contado entre las naciones.



11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones. 12 Él respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?



Números 23:3-5 / 8-9 / 11-12



¿Alguna vez has querido mover un camión de carga con un sólo dedo? O ¿Qué tal saltar el crater de un volcán de un sólo impulso? O quizá correr a la velocidad de la luz? No? Lo más probable es que tu respuesta a todas estas afirmaciones sean negativas, porque sencillamente son imposibles. No tiene el más mínimo sentido intentarlo.



De la misma forma, no tiene el más mínimo sentido intentar maldecir lo que Dios ya bendijo. Es imposible cambiar, quitar o cancelar lo que Dios ya determinó en su soberano plan.

3 Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto. 4 Y vino Dios al encuentro de Balaam, y este le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero. 5 Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así. 



8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?

¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?

9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré,

Y desde los collados lo miraré;

He aquí un pueblo que habitará confiado,

Y no será contado entre las naciones.



11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones. 12 Él respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?



Números 23:3-5 / 8-9 / 11-12



¿Alguna vez has querido mover un camión de carga con un sólo dedo? O ¿Qué tal saltar el crater de un volcán de un sólo impulso? O quizá correr a la velocidad de la luz? No? Lo más probable es que tu respuesta a todas estas afirmaciones sean negativas, porque sencillamente son imposibles. No tiene el más mínimo sentido intentarlo.



De la misma forma, no tiene el más mínimo sentido intentar maldecir lo que Dios ya bendijo. Es imposible cambiar, quitar o cancelar lo que Dios ya determinó en su soberano plan.

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