Nazis en México: espías, alianzas y traiciones Podimo Latino

Los judíos vivieron tiempos terribles, se perdieron familias enteras en campos de concentración. Su llegada al puerto de Veracruz para huir del holocausto derivó en la construcción de un gran legado social, económico y político en México.

Gilberto Bosques fue nombrado cónsul de México en Francia en la antesala de la Segunda Guerra Mundial, desde donde entregó miles de visas para rescatar a judíos del holocausto. Considerado “héroe” por unos y “burócrata” por otros, se dice que pudo salvar miles de vidas más, si hubiese tenido la voluntad.

Ante la llegada del Nazismo a México, tiempo antes de la Segunda Guerra Mundial, existió un punto de reunión para los antisemitas y simpatizantes del régimen: el Casino Alemán, ubicado en el Centro Histórico del antes llamado Distrito Federal ¿Cuál es su historia?

En México existió una red de espionaje que encabezó Hilda Krüger, enviada directa del ministro de Propaganda del Tercer Reich, Joseph Goebbels. La alemana escaló a la élite de la política mexicana y logró filtrar información sobre las operaciones de Estados Unidos para la Segunda Guerra Mundial.

La cercanía y presiones de Estados Unidos tuvieron como consecuencia que el presidente de México, Manuel Ávila Camacho, cambiara su postura antibélica. Una serie de actos, como el bombardeo a buques petroleros mexicano en el Golfo, fueron el pretexto perfecto para que el país entrara a la guerra.

El presidente Lázaro Cárdenas decretó la Expropiación Petrolera que provocó un boicot de Estados Unidos y sus aliados; por lo que Adolfo Hitler ofreció comprar petróleo mexicano y el país cedió, sin embargo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial lo cambió todo.