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06 - Barómetro Espiritual (1 Corintios) - Nuestro entendimiento espiritual "I" [1 Co. 2:6-10‪]‬ Barómetro Espiritual (1ra Corintios)

    • Christianity

06 – Nuestro entendimiento espiritual (I)

1 Corintios 2:6-10
“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”

1.Pablo nuevamente vuelve a mencionar a la sabiduría como fuente del conocimiento de Dios. Y nos recuerda que la sabiduría de este siglo y de sus príncipes es perecedera, vana, imperfecta. (1 Co. 2:6)
2.Haciendo un contraste con esa sabiduría del mundo, nos expresa un concepto que hasta la venida de Cristo no había sido revelada, que estaba “oculta”; misma que ha sido dada a conocer a partir de la muerte del Señor, y que nos es revelada a través del evangelio.
3.En todo el Antiguo Testamento se hablaba de la persona del Mesías, pero no se conocía exactamente el día de Su Primeva Venida, solo había señales proféticas; y ha sido por obra del Espíritu Santo que se dio a conocerlo. En el tiempo de los discípulos, ellos fueron iluminados personalmente por parte de Dios y del Espíritu (Mt. 16:17; Jn. 14:17). Pero desde Pentecostés, el Espíritu es el ente iluminador de Dios al hombre en pecado (Jn. 16:8-14).
4.El conocimiento de Jesús como el Hijo de Dios, y por tanto el Mesías, fue algo que Dios no lo revelaba por completo; pero ahora, en este tiempo, nosotros tenemos el privilegio que nadie tuvo antes del nacimiento del Señor Jesucristo.
5.Dios había preparado este conocimiento a nosotros, a quienes nos ha amado desde antes de la fundación del mundo, y que se ha placido en darnos a conocer al Señor, y por medio de ese conocimiento alcanzar salvación por la fe en la “sabiduría del evangelio”, la verdadera sabiduría dada de Dios. (1 Co. 2:9; Fil. 1:3-8)
6.Esta verdad es revelada a quienes realmente llegan a reconocerlo como Dios y Señor, quienes “le aman”. (1 Co. 2:9)

Dios, es su infinito amor y sabiduría, había velado en parte todos los detalles del Mesías, para poder cumplir con sus propósitos eternos. Como el mismo Pablo nos indica, ese conocimiento no fue dado a la mayoría de las personas que se encontraban en Jerusalén en el tiempo de Jesús, porque si lo hubieran obtenido, Cristo no hubiera sido crucificado por nuestros pecados (1 Co. 2:8). Y aunque ese conocimiento si lo obtuvieron unos pocos, fue después de Su venida lo que muchos ahora podemos conocerlo por medio de la iluminación de las Escrituras por parte del Espíritu Santo (1 Co. 2:10).

El privilegio que nos ha sido dado nos pone en una posición de gran bendición y responsabilidad. Bendición, porque ahora hemos sido salvos gracias a esta verdad del Mesías y Su obra redentora; pero responsabilidad, porque nos debe llevar a vivir dignamente y a compartir con otros esta bendición que nos fue dada.

Si pensamos en la verdad del versículo 9 de este pasaje, tenemos que vivir completamente agradecidos por ese inmenso amor de Dios, pues había sido oculto para los profetas, pero para nosotros, ahora la verdad del conocimiento del Señor Jesús nos ha sido otorgada, y con ello, podemos adorar al Señor de Gloria en pleno entendimiento de Su Deidad.

Gloria al Señor por tan hermosa bendición a nuestras vidas, por medio de la cual hayamos alcanzado salvación.

«La verdad plena de Cristo, oculta para los profetas y autores del A.T., ha sido dada a conocer por medio del Espíritu Santo al creyente, a quienes Dios ha amado por siempre» –Ministerio...

06 – Nuestro entendimiento espiritual (I)

1 Corintios 2:6-10
“Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”

1.Pablo nuevamente vuelve a mencionar a la sabiduría como fuente del conocimiento de Dios. Y nos recuerda que la sabiduría de este siglo y de sus príncipes es perecedera, vana, imperfecta. (1 Co. 2:6)
2.Haciendo un contraste con esa sabiduría del mundo, nos expresa un concepto que hasta la venida de Cristo no había sido revelada, que estaba “oculta”; misma que ha sido dada a conocer a partir de la muerte del Señor, y que nos es revelada a través del evangelio.
3.En todo el Antiguo Testamento se hablaba de la persona del Mesías, pero no se conocía exactamente el día de Su Primeva Venida, solo había señales proféticas; y ha sido por obra del Espíritu Santo que se dio a conocerlo. En el tiempo de los discípulos, ellos fueron iluminados personalmente por parte de Dios y del Espíritu (Mt. 16:17; Jn. 14:17). Pero desde Pentecostés, el Espíritu es el ente iluminador de Dios al hombre en pecado (Jn. 16:8-14).
4.El conocimiento de Jesús como el Hijo de Dios, y por tanto el Mesías, fue algo que Dios no lo revelaba por completo; pero ahora, en este tiempo, nosotros tenemos el privilegio que nadie tuvo antes del nacimiento del Señor Jesucristo.
5.Dios había preparado este conocimiento a nosotros, a quienes nos ha amado desde antes de la fundación del mundo, y que se ha placido en darnos a conocer al Señor, y por medio de ese conocimiento alcanzar salvación por la fe en la “sabiduría del evangelio”, la verdadera sabiduría dada de Dios. (1 Co. 2:9; Fil. 1:3-8)
6.Esta verdad es revelada a quienes realmente llegan a reconocerlo como Dios y Señor, quienes “le aman”. (1 Co. 2:9)

Dios, es su infinito amor y sabiduría, había velado en parte todos los detalles del Mesías, para poder cumplir con sus propósitos eternos. Como el mismo Pablo nos indica, ese conocimiento no fue dado a la mayoría de las personas que se encontraban en Jerusalén en el tiempo de Jesús, porque si lo hubieran obtenido, Cristo no hubiera sido crucificado por nuestros pecados (1 Co. 2:8). Y aunque ese conocimiento si lo obtuvieron unos pocos, fue después de Su venida lo que muchos ahora podemos conocerlo por medio de la iluminación de las Escrituras por parte del Espíritu Santo (1 Co. 2:10).

El privilegio que nos ha sido dado nos pone en una posición de gran bendición y responsabilidad. Bendición, porque ahora hemos sido salvos gracias a esta verdad del Mesías y Su obra redentora; pero responsabilidad, porque nos debe llevar a vivir dignamente y a compartir con otros esta bendición que nos fue dada.

Si pensamos en la verdad del versículo 9 de este pasaje, tenemos que vivir completamente agradecidos por ese inmenso amor de Dios, pues había sido oculto para los profetas, pero para nosotros, ahora la verdad del conocimiento del Señor Jesús nos ha sido otorgada, y con ello, podemos adorar al Señor de Gloria en pleno entendimiento de Su Deidad.

Gloria al Señor por tan hermosa bendición a nuestras vidas, por medio de la cual hayamos alcanzado salvación.

«La verdad plena de Cristo, oculta para los profetas y autores del A.T., ha sido dada a conocer por medio del Espíritu Santo al creyente, a quienes Dios ha amado por siempre» –Ministerio...

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