Soy Reparador Jesucristo Plenitud de Vida

Hoy vamos a hablar de reparar nuestros errores. Nadie está exento de cometer errores, pero lamentablemente no todos son conscientes de que podemos reparar parcial o totalmente muchos de ellos.

He conocido personas que lograron salir de problemas en los cuales se habían metido y gracias al poder del Evangelio además de salir pudieron recuperar lo perdido. Conozco gente que salió de adicciones y recuperó su familia. Otros que por la gracia recuperan felicidad, salud, amistades, relaciones, trabajos, finanzas, herencias, propósito, etc. La extraordinaria capacidad de recuperar lo perdido es uno de los regalos que Cristo nos dio en la cruz y si eres hijo del Rey de reyes, ese regalo es para ti.

Algunos me dicen: “Pastor yo me entregué a Cristo pero aún no recupero lo perdido”, es que es importante comprender que antes de que se active la unción divina para recuperar, primero debe salir de mí una acción que desata el favor de Dios. A esas acciones le podríamos llamar actos de reparación que son acciones que nosotros hacemos en la tierra y desatan el favor divino para restituir lo perdido.

Conozco el testimonio de un empresario cuyo negocio quebró y quedó debiendo a mucha gente, en el peor momento de su vida y habiendo perdido hasta el amor de su esposa e hijos entregó su vida a Cristo. Después de un mes, él sintió la necesidad de salir a hablar con sus acreedores para ver cómo pagarle porque entendió lo de no deber nada a nadie, además habló con su familia y pidió perdón por el tiempo en el que estuvo enceguecido y en estos sencillos acto de reparación, la unción de restitución se activó sobre él. En menos de un año ya había recuperado el amor de sus hijos y el de su esposa. Luego comenzó un nuevo negocio para pagar sus deudas lo cual le llevó muchos años pero hoy su segundo negocio funciona mucho mejor que el primero.

Rendidos en las manos del Señor todos podemos reparar nuestros errores total o parcialmente y vivir el milagro de la restitución.

¡¡Te Invitamos a escuchar el mensaje completo, Dios te Bendiga!!          

Pastores Juan Manuel y Nerina Curbelo.